La regla de las cinco horas es un concepto popular que hace referencia a la idea de que dedicarle, como mínimo, una hora al día (o cinco horas a la semana) a aprender y educarse. El objetivo es que este hábito pueda tener un impacto en la vida profesional o personal.
Esta teoría se remonta a los tiempos de Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, quien dedicada al menos una hora al día a aprender algo nuevo. Él se despertaba temprano para leer y escribir. En nuestros tiempos ha trascendido que esta práctica es aplicada por personas reconocidas, como Elon Musk y Bill Gates.
La regla de las cinco horas nos permite mejorar la productividad de acuerdo con la revista HOLA!. A través de la desconexión de la rutina, la incorporación momentos de relajación y la dedicación del tiempo a actividades que disfrutamos podemos generar descansos mentales valiosos. Además de darle tiempo nuestra la salud emocional y psicológica, nos permite volver a nuestras actividades diarias con otra perspectiva.
Cabe destacar que aplicar la regla requiere de compromiso personal y un trabajo de organización diario. Por eso, se recomienda planificar los horarios y elegir un momento del día, ya sea a la mañana, a la tarde o a la noche. Por eso, te comparto algunas recomendaciones de Big Think y de Forbes para lograr aplicarlo:
Elegí un tema
Lo más importante es determinar desde dónde va a empezar. No tiene que ser algo muy complejo o sofisticado, seleccioná un tema que te interese y del que quieras aprender más. Puede ser desde una habilidad técnica o física hasta un nuevo idioma. También podés buscar información de cuál es la mejor manera de acercarte a esta nueva actividad.
Aprendé de la manera que puedas
En general, se recomienda leer en profundidad sobre este tema, a través de libros, artículos o blogs. No obstante, es verdad que si no te gusta mucho leer, al final no termines aprendiendo tanto. Hoy, los audiolibros o los podcasts son buenas opciones para educarte de una manera diferente.
Experimentá
Aprender algo no siempre significa que tenés que memorizar datos. Probá nuevas ideas o intentá crear cosas nuevas y, si fallás, aprendés de tus errores.
Reflexioná
Dedicá un tiempo a reflexionar sobre lo que aprendiste y de qué manera se puede aplicar al día a día. Podés hacer a través de la escritura o simplemente pensándolo.