La bichectomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extracción de las bolsas de grasa ubicadas en las mejillas, llamadas bolas de Bichat. Esta cirugía se realiza para afinar y definir el rostro en la zona de las mejillas y pómulos.
Además, su amplia popularidad se da porque los resultados se obtienen tras una intervención “sencilla”, de tan sólo una hora. Sin embargo, como cualquier procedimiento quirúrgico, presenta ciertos riesgos, entre los que se incluyen:
- Infección: si bien se toman precauciones médicas para prevenir infecciones, aún existe el riesgo de que se produzcan, como en cualquier otra operación ya que, depende de la cirugía y de la recuperación de la persona.
- Sangrado: la bichectomía implica la realización de pequeñas incisiones en la boca. En algunos casos, estos cortes pueden sangrar más de lo esperado.
- Lesiones en los nervios: durante la cirugía, existe un riesgo de que se produzcan lesiones en los nervios de la cara. Esto puede provocar una sensación de entumecimiento o debilidad en la cara por semanas o meses.
- Problemas de mordida: la eliminación de las bolsas de Bichat puede afectar la forma en que los dientes superiores e inferiores se unen. Esto puede provocar problemas de mordida o dificultades para masticar.
- Cambios en la apariencia facial: la eliminación de las bolsas de Bichat puede producir un cambio en la apariencia de las mejillas. En algunos casos, puede producir un aspecto más delgado en la cara que el deseado.
De acuerdo a este último riesgo, algunos de los famosos que se sometieron a esta cirugía obtuvieron como resultado un rostro muy definido que remarca los huesos de la cara. La preocupación de los especialistas es que una vez más se reproduce el estereotipo social de ser lo más “delgadas” posible para ser “más bonitas” o encajar en los parámetros estéticos de la sociedad.
Famosos como Megan Fox, Jennifer Lawrence y las hermanas Olsen se sometieron a la bichectomía y este fue el resultado.
Claramente, todas las personas tienen la libertad y el derecho a hacer con su cuerpo lo que quieran, sin embargo, cuando las “tendencias” se propagan y reproducen un estereotipo que puede impactar en la salud de los y las niñas, adolescentes y adultas es el momento de parar la pelota y poner el tema en la mesa de discusión para reever, reflexionar y preguntarnos: ¿qué estamos construyendo como imaginario social?