Más del 61 % de los niños y niñas de nuestro país no cuenta con los alimentos necesarios para un desarrollo físico saludable, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social en Argentina de Universidad Católica Argentina. Al mismo tiempo, se pierden y desperdician 16 millones de toneladas de alimentos por año, lo que representa más del 12 % de la producción agroalimentaria nacional, detalla un informe del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (de 2015).
En este contexto, el próximo 29 de septiembre se conmemora el Día de la concientización sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos. El objetivo de esta fecha establecida por la Asamblea General de la ONU es reflexionar sobre la paradoja del hambre en un contexto de desperdicio alimentario y sobre las consecuencias climáticas de este problema para visibilizar acciones y organizaciones que generan cambios positivos.
Una de ellas es la Red Argentina de Bancos de Alimentos, que trabaja desde hace 19 años rescatando alimentos aptos para el consumo humano en cada etapa de su cadena productiva, lo que evita las pérdidas durante su instancia productiva, de almacenamiento o procesamiento, y el desperdicio en sus etapas de distribución y de consumo. Actualmente colabora con más de 4.000 organizaciones sociales que reciben a más de 900.000 personas, de las cuales el 67 % son niños, niñas y adolescentes menores de 17 años.
Para Santiago Ramos, presidente de la Red, “erradicar el hambre, el desperdicio de alimentos y evitar la crisis climática no es una utopía, es una decisión”. La organización logró unir a 20 bancos distribuidos en 15 provincias argentinas y se conectó, a través de The Global Foodbanking Network, con una red global presente en 50 países.
Para conocer más sobre su trabajo, saber cómo sumar tu aporte y descubrir todos los proyectos de la Red Argentina de Bancos de Alimentos podés visitar su sitio web.