En términos generales, los estudios teóricos y empíricos coinciden en que el cónyuge con condiciones más favorables (nivel educativo, ingresos, edad), en comparación con las del otro cónyuge, ve aumentado su poder de negociación individual en el hogar al tomar decisiones económicas.
El análisis del comportamiento económico de los hogares y la toma de decisiones económicas intrafamiliares (DEI), han generado una gran cantidad de investigaciones que relacionan dichas decisiones con cuestiones económicas y laborales como: salarios e ingresos, empleo, herencias, impactos en el entorno económico, consumo, manejo del tiempo o capital humano.
Desde los primeros trabajos de Gary Becker, Premio Nobel de Economía en 1992, sobre los comportamientos económicos en los hogares han crecido las investigaciones en torno a la cuestión de las decisiones intrafamiliares.
Limitaciones en el estudio de las DEI
Pese a este creciente interés, la mayoría de los análisis se enfrentan a una limitación común: no es observable el poder de negociación de los cónyuges, como tampoco lo son los procesos de toma de decisiones intrafamiliares. Por lo tanto, la mayoría de las teorías e investigaciones se basan en supuestos específicos o enfoques paramétricos. Es decir, predicen y modelan comportamientos intrafamiliares no observables, a través de comportamientos observados, como la oferta laboral.
Para salvar esta limitación, hemos definido un índice de medición de las DEI en las familias tradicionales usando diversas variables relativas a la adquisición de bienes, préstamos, ahorros, ocio y consumo, y decisiones en general. Estos datos provienen de una encuesta multidimensional y comparable entre países, realizada por Eurostat, que proporciona información sobre ingresos, características laborales y condiciones de vida de los ciudadanos.
Usando un análisis factorial, identificamos una variable que representa el rol de la mujer en las DEI en las familias tradicionales. A partir de esta variable, cuando se dan valores positivos indican que la opinión de la mujer tiene más peso en la toma de decisiones mientras que los negativos indican que es el hombre quien tiene un mayor peso en ellas.
En las compras cotidianas y de ocio, deciden ellas
Hemos observado promedios cercanos a cero en las decisiones relacionadas con el consumo de bienes duraderos y el manejo de los ahorros, lo que indica que el poder está equilibrado entre ambos miembros de la pareja.
En cambio, en las familias tradicionales, las mujeres parecen tener más poder que los hombres en las decisiones de compra cotidiana, las decisiones en general y las decisiones relacionadas con el ocio. En cambio, en las decisiones relacionadas con el uso del dinero, parece prevalecer la opinión del hombre.
Analizamos también la relación de poder entre cónyuges por países y encontramos que en España y Polonia las mujeres tienen un mayor peso en las decisiones económicas intrafamiliares. Les siguen Luxemburgo, Francia y República Checa. Por el contrario, en Italia, Grecia, Bulgaria y Rumanía los hombres tienen un mayor peso en las DEI.
Estudiamos cómo el índice se relaciona con los integrantes de los hogares y encontramos, entre otras cosas, que en las parejas en las que el hombre tiene estudios superiores, es empresario o es un empleado con alto nivel salarial salarios, las mujeres tienen relativamente menos poder de decisión que aquellas cuyas parejas son más jóvenes, tienen menor nivel educativo o salarios más bajos.
Curiosamente, mientras que en las mujeres la condición de empresaria no es estadísticamente significativa, aquellas que ganan más tienen más poder en las DEI que aquellas con peores salarios.
La edad y el nivel educativo tambiuén influyen
Además, en las parejas en las que un miembro de la pareja es comparativamente mayor que el otro, el cónyuge mayor tiene más poder en las decisiones domésticas que en parejas similares en las que la diferencia de edad es menor.
En general, el cónyuge con el nivel educativo más alto tiene más poder en las decisiones intrafamiliares.
Hemos identificado también ciertas situaciones ajenas al hogar que pueden ser determinantes en la toma de decisiones económicas dentro del mismo. Así, el estado del mercado matrimonial (la escasez relativa de hombres o de mujeres) puede afectar al poder de decisión de los cónyuges. Además, en las sociedades con tasas de divorcio más altas las mujeres tienen, en general, un mayor papel en la toma de DEI. Asimismo, la participación de las mujeres en la política se asocia a un mayor poder en el hogar para la toma de decisiones intrafamiliares.
Conclusiones
Dado que los datos disponibles se remiten a los de las Estadísticas de la Unión Europea sobre Ingresos y Condiciones de Vida del año 2010, no podemos ofrecer un análisis de las tendencias actuales de negociación dentro de los hogares.
No obstante, los resultados sugieren que, aunque las cuestiones intrafamiliares pueden ser una fuente potencial de desigualdad, la desigualdad difiere entre economías. Por ejemplo, Grecia e Italia aparecen como los países en los que las esposas tienen comparativamente menos poder en decisiones domésticas. Así, la desigualdad intrafamiliar podría ser especialmente importante en comparación con otros países, como España y Polonia, donde las mujeres tienen comparativamente más poder en las decisiones domésticas.
Estos datos pueden ser útiles para abordar políticas públicas específicas, como las ayudas y subvenciones, la educación y el autoempleo.
Además, la investigación futura debe ahondar en las posibles vías y elementos culturales que contribuyen a estas asociaciones. Por ejemplo, el examen de factores institucionales como el gasto público en familias o la disponibilidad de permisos remunerados de maternidad y paternidad podría ser importante para comprender cómo funciona la toma de decisiones dentro del hogar.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.