Este contenido contó con participación de lectores de RED/ACCIÓN
“Dejé de salir, de trabajar, terminé con ataques de pánico”. “Dejé de sacarme fotos para que no quede registro”. “Dejé de comprarme ropa que me gustaba por vergüenza al talle”. “Dejé de ir a reuniones, fiestas, cocktails”. “Dejé de mirar vidrieras. Es una experiencia horrible salir a comprar”. “Dejé de comer por muchos días”.
Las respuestas que enviaron las lectoras son concluyentes. No contar con una ley de talles nacional, y que las normas provinciales vigentes no se cumplan o se cumplan poco, afecta hondo en la vida de la mayoría de los argentinos y argentinas. Según una encuesta realizada en 2018 por la ONG AnyBody Argentina —que integra el movimiento internacional Endangered Bodies (Cuerpos en Riesgo de Extinción) y trabaja para promover la sanción de una la Ley de Talles en el país desde el 2010—, el 70% de las mujeres tienen dificultades para encontrar prendas de su talle. Cuando eso sucede la mitad de ellas cuestiona su cuerpo, el 11% se somete a dietas estrictas y el 8% desarrolla desórdenes alimenticios. Mientras que solo un 2% envía una queja a las empresas.
Según explica la organización en su sitio web, el que haya 14 leyes de talles distintas, provinciales y municipales, torna casi imposible su cumplimento para las marcas, que no pueden adaptar las prendas a las múltiples normas existentes y dificulta la búsqueda de los consumidores. Por este motivo, todos sus esfuerzos se concentran en promover una ley nacional que esté basada en información antropométrica certera, es decir, en las medidas reales de los cuerpos argentinos, ya que en la actualidad las leyes de talles utilizan las de otros países.
En abril de 2017 AnyBody presentó un proyecto de Ley Nacional de Talles que elaboró junto a la diputada nacional Victoria Donda. La norma buscaba garantizar que los locales de indumentaria cuenten con un rango de ocho talles, de manera que todas las prendas tuvieran variedad de tamaño, y que las personas pudieran elegir lo que deseen. Como ese debate no avanzó, y tampoco lo hicieron otros que se habían presentado en los últimos años, a fines de 2018 la organización presentó un nuevo proyecto de Ley que unifica los anteriores. Esta propuesta pone el foco en que se establezca una tabla de talles nacionales a partir de un relevamiento antropométrico que indique las medidas de los ciudadanos y ciudadanas de todo el país, y que estos estén disponibles en todos los locales de indumentaria. Eso pondría fin a los talles únicos y a la falta de opciones, y demostraría lo que la industria textil y los consumidores a veces parecen olvidar: es la ropa la que debe adaptarse a los cuerpos. No al revés. En marzo de este año esa iniciativa obtuvo media sanción en el Senado.
Un proyecto "poderoso"
Mientras el debate de la ley avanza, diferentes organizaciones trabajan para mostrar la importancia de su aprobación y cómo impacta en la vida de las personas no encontrar ropa adecuada u opciones a la hora de vestirse. El capítulo local de Chicas Poderosas es una de ellas.
“Chicas Poderosas es una comunidad global de mujeres periodistas, comunicadoras, diseñadoras, programadoras, que busca promover el liderazgo femenino en los medios”, dice Belén Arce Terceros, embajadora de Chicas Poderosas Argentina. Ella, junto a Gia Castello —también embajadora de la organización— y al equipo local, cocoordinaron, el fin de semana del 13 y 14 de julio, la primera "mediatón" nacional, que se llamó #EnResistencia. El evento reunió a 100 mujeres que trabajan en medios de todo el país con el fin de adquirir herramientas —hubo talleres sobre visualización de datos, cómo hacer videos para redes sociales, y más— y crear proyectos multimedia, el eje principal del encuentro.
“Elegimos llamarlo #EnResistencia porque como este es un año electoral, y muchos medios están concentrados en la política, quedan problemáticas fuera de la agenda. Entonces esta mediatón tenía y tiene como objetivo visibilizar y dar lugar a temas sociales subrepresentados como desigualdad de género, violencia digital, la necesidad de una ley nacional de talles, temas vinculados a niñez y adolescencia, a personas refugiadas, entre otros”, cuenta Arce Terceros.
Para trabajar sobre eso invitaron a 13 organizaciones que se especializan en los distintos ejes —como Amnistía Internacional, Anybody Argentina, UNICEF— a presentar cada uno de los temas. Y las participantes se reunieron, según sus intereses, en 13 grupos multidisciplinarios con el objetivo de crear proyectos multimedia para abordarlos, junto a una mentora adjudicada por Chicas Poderosas.
“Nuestro equipo eligió visibilizar la necesidad de una ley de talles nacional ya que hay muchas leyes provinciales pero ninguna unifica a la industria textil” —explica Ayelén Cisneros, editora de el sitio Beba y mentora de este proyecto.
El equipo que lidera, formado por ocho periodistas, comunicadoras y diseñadoras, decidió crear piezas audiovisuales (aún no decidieron si será una o varias), en las que personas diversas que ellas elegirán leerán los diferentes testimonios que les enviaron usuarios y usuarias de Twitter en respuesta a la pregunta “¿Qué dejaste de hacer porque vestirte era un problema?”, que lanzaron en esta red social con el hashtag #MiCuerpoNoEsElProblema. RED/ACCIÓN se sumó a esa conversación replicándola en la redes.
“La idea es poner la lectura en el cuerpo de otro y transmitir que esto le puede pasar a cualquiera, de hecho a casi todas las personas, por una razón u otra, se nos complica conseguir ropa porque hay mucha desorganización con los talles al no haber una ley que unifique y regule la industria textil, que parece tener una gran impunidad”, dice Cisneros.
Los testimonios cuentan historias que muestran cómo impacta salir a comprar ropa y que te respondan cosas como “en tu talle no lo tenemos”: “Desde personas que limitaron su vida social, que no se mueven si no es en lugares seguros porque se inhiben al tener una restricción para vestirse o para mostrar su cuerpo hasta chicas que no encuentran ropa para salir que sea un poquito más piola porque lo que consiguen son prendas para gente más grande. Otras empezaron a odiar sus cuerpos. También encontramos testimonios de varones, lo que confirma que esto nos puede pasar a todos, en menor o mayor medida. Otros mencionan los talles únicos en el orden de lo imposible. No hay un cuerpo, los diversos cuerpos que existen no entran en un talle único, es absurdo”, señala la mentora del proyecto.
Si bien Cisneros reconoce que con la sola aprobación de la ley no alcanza, porque luego debe implementarse, asegura que “es un primer paso superimportante que hay que dar para ser una sociedad mejor”.
Una ley de talles argentinos
En conversación con RED/ACCIÓN, Sharon Haywood, fundadora de AnyBody Argentina, explicó que además de la falta de regulación que implica tener varias leyes provinciales, las reglamentaciones están basadas en los talles que indican las normas IRAM, que toman como modelo cuerpos de otros países que no se corresponden con las medidas locales. “El problema radica en que Argentina importó un estereotipo de belleza de Europa”, asegura.
Por este motivo el proyecto, que también había impulsado Haywood desde el portal Change.org, reclama una ley de talles “coherente, inclusiva y nacional”, con medidas que se ajusten a las de los argentinos y argentinas.
En esta dirección, desde el año 2014 se está realizando un estudio antropométrico a cargo del área Textiles del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para conocer cuánto miden los y las habitantes en las diversas regiones del país. El objetivo es tener los resultados, con los tamaños adecuados, disponibles para aplicar cuando se apruebe la Ley de Talles.
Si bien este estudio es frecuente en países desarrollados, en Argentina es una investigación sin precedentes, por eso fue necesario adquirir un escaner corporal 3D. La primera provincia en ser relevada fue Mendoza, seguida por Santiago del Estero, San Juan y Córdoba. En cada lugar, el INTI busca un espacio adecuado y convoca a los ciudadanos y ciudadanas a acercarse para poder tomarles las medidas. Que haya datos de todas las zonas del país garantiza la representatividad de la muestra.
“El estudio está todavía en etapa de relevamiento. Llevamos recogida, aproximadamente, el 50% de la muestra a nivel nacional. No lo estamos haciendo por provincias si no por regiones, por eso no vamos a visitar todas las provincias si no algunas dentro de cada región”, explica Sandra Jung, responsable del proyecto en INTI-Textiles.
Buscan las medidas de entre 13.000 y 15.000 personas, teniendo en cuenta sexo, regiones, edad y tipo de alimentación, ya que este factor también impacta en los resultados.
“La logística es muy compleja porque implica llevar los equipos y los grupos de personas que van a hacer el trabajo. Si todo siguiera bien, lo que no se está dando del todo, en un año más podríamos terminar el relevamiento. Luego sigue la etapa de estudio estadístico de los datos, que lleva algunos meses, y por último el traslado de esa información a la industria textil, que no sabemos si lo va a tomar del todo bien. Hacer esto es dar un paso adelante porque estandariza las medidas corporales para todo el país, pero tenemos que ver cómo va a reaccionar la industria”, señala Jung.
Una vez finalizado, los resultados permitirán elaborar una tabla nacional de talles que podrán utilizar los diseñadores y fabricantes de todo el país; y obtener una ley basada en las medidas reales de los argentinos.