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Instantánea

Trump quiere migrantes calificados

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un sistema de puntos para que la concesión de la residencia permanente en su país se base más en el "mérito" profesional y menos en los lazos familiares de los inmigrantes. Consideró que el sistema actual "discrimina a los genios”. Foto: Mandel Ngan / AFP / Télam

POR QUÉ ES IMPORTANTE: hoy Estados Unidos concede 1,1 millones de permisos de residencia al año, de los cuales el 66% son permisos de reunificación familiar.

Equilibrá la Cancha

Las mujeres también juegan.

Jugadoras, entrenadoras, referís, directoras técnicas. Juegan en la A y en la B. Se disputan la Copa Libertadores, la Supercopa, la Copa América, el Mundial, y los Juegos Olímpicos. Vienen de todas partes del país y son convocadas para jugar en otras partes del mundo, desde Brasil hasta China.

Pero poco se sabe de ellas. En Wikipedia, solo se pueden encontrar 33 perfiles de jugadoras argentinas de fútbol, mientras que de jugadores hombres hay 5.343.

Este proyecto en colaboración entre RED/ACCIÓN, Economía Femini(s)ta y Wikimedia Argentina buscará visibilizar a las mujeres del fútbol argentino. Para ello, estaremos recolectando información biográfica de jugadoras, entrenadoras, referís, y otras mujeres profesionales del fútbol argentino.

Al final de este proceso de recolección, realizaremos una jornada de edición para cargar estas biografías a Wikipedia y así, de a poco, equilibrar la cancha. El evento tendrá lugar el 24 de noviembre y te podes inscribir acá.

Este proyecto es parte del Mundial de la Igualdad, una iniciativa que busca que los medios, organizaciones, clubes deportivos y marcas interesadas en el fútbol difundan, desarrollen y promuevan contenidos con una agenda social y de género más responsable.

Te invitamos a enviarnos los datos biográficos de las mujeres del fútbol que conozcas a través del siguiente formulario: 

Proponé una jugadora

Salud y bienestar | 17 de abril de 2020

Ilustración: Pablo Domrose

Cuántas veces por hora nos tocamos la cara

  • El coronavirus entra a nuestro cuerpo por la boca, la nariz y los ojos, por eso es importante que evitemos tocarnos la cara para no contagiarnos.
  • En 2015, este estudio desarrollado por la Universidad Nueva Gales del Sur con una muestra de 26 estudiantes mostró cuántas veces en promedio nos tocamos cada parte de la cara.
  • Este ejemplo sirve para reflexionar y ser conscientes de qué tan incorporado tenemos este hábito.


Este material fue publicado originalmente en nuestra cuenta de Instagram


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Sie7e párrafos newsletter | 21 de abril de 2020

Martín Kohan presenta sus recuerdos y revive su pasión por las listas

¡Hola! Contra todo pronóstico, abrieron librerías en modalidad delivery (¡una buena!). Sebastián Lidijover lanzó la campaña “Compartir una historia es una forma de abrazarnos”. La idea es que del 20 al 26 de abril mandemos a alguien un libro de regalo. Todos tenemos en nuestro barrio alguna librería “abierta”. Las editoriales también están lanzando novedades: una es un libro de Martín Kohan, Me acuerdo, una enumeración de recuerdos que revivió la vieja pasión de las listas.

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El último de Kohan. En un homenaje clarísimo a George Perec (sirviéndose de su libro Je me souviens, donde el francés enumeró recuerdos casi olvidados y sobre todo no esenciales), Martín Kohan escribió su propio “me acuerdo”. Lo publicó una editorial que me encanta, Ediciones Godot.  El libro, como casi todo lo de Kohan, es espectacular.

  • Pero ¿de qué trata?, o mejor, ¿qué es? Bueno, es una lista. Literalmente eso, una lista de recuerdos. Un acumulado de viñetas personales, perfectamente banales. Siguiendo la forma juguetona de Perec y de todo lo que hizo la Oulipo, el libro de Kohan es todo lo que pueda entrar en un libro debajo de la consigna “me acuerdo”. Es hipnótico y una cosa impacta, antes que nada: la memoria, que no se abusa del recurso de lo listado para ser fragmentaria y dispersa y caótica. Impacta la precisión de esa memoria. Su puntualidad. Es un libro que se lee rapidísimo y tiene un efecto vigorizante. Igual que el Nesquik que le negaban a Kohan. También de liviandad y algo parecido a la alegría.

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La bestia pop de las listas. Nick Hornby es, para mí, el padre de las listas. Es como que encontró un recurso que existe en la literatura desde que se inventó y de algún modo se lo adueñó (si, a pesar de Borges, más allá de Joyce, de Homero, etcétera). Me cuesta pensar en la literatura, sumarle la palabra listas, y no pensar en High Fidelity, un libro del que soy fana, al igual que de la película protagonizada por John Cusack. ¿Lo leíste? ¿No? Bueno, anotalo en tus  pendientes.

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El arte de las listas. El jardín de las delicias, de El Bosco, es un cuadro que me encanta y quizás, pienso, debe ser porque es un catálogo, casi una lista pero apuntada con talento y locura. ¿Mi rincón preferido? Los chanchos vestidos de monjas. Para seguir con el arte y para viajar un poco virtualmente, no puedo no pensar en On Kawara, el rey de la enumeración, el precursor de las redes sociales. Lo descubrí en una muestra en el Guggenheim hace varios años y me hipnotizó.

Eso tienen un poco las listas, ¿no? Algo de mantra que ensueña, narcotiza y atrae. También recuerdo la torta de chocolate del café Sabarsky que necesité clavarme para procesar esa muestra descomunal. Volví a ver una exhibición suya en el Hamburger Banhof y lo mismo, quedé ralentizada por horas pero en Berlín no había buenas tortas.

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Borges y sus listas. “No hay clasificación del universo que no sea arbitraria y conjetural”, decía Borges, el maestro de las listas y la enumeración, “porque no sabemos nada del universo”. La enumeración es la forma preferida de Borges de hacer listas y de darle al caos un poco de cosmos. Me acuerdo de ese poema, La suma:

Un hombre se ha sentado y premedita
trazar con rigurosa pincelada
en la blanca pared el mundo entero:
puertas, balanzas, tártaros, jacintos,
ángeles, bibliotecas, laberintos,
anclas, Uxmal, el infinito, el cero.
Puebla de formas la pared. La suerte,
que de curiosos dones no es avara,
le permite dar fin a su porfía.

Ahí está una de las claves de lectura de Borges, me parece: las listas son su consuelo, en la enumeración le da fin a su porfía.

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Eco y el vértigo de las listas. UmbertoEco dio una vez una charla sobre las listas en la literatura para el Louvre. Cuando empezó a hacerla, se dio cuenta de que se había metido en un brete: en la literatura hay listas en todos lados.  Las listas, se convenció, están en el origen de nuestra cultura. Así, se convirtió el gran antologador de listas y al tiempo publicó un libro hermoso: El vértigo de las listas (Lumen, 2009). Un libro para mirar cada tanto.

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200 ideas de libros. Así se llama el libro del poeta y editor Mariano Blatt publicado por Ivan Rosado. Es eso, una lista de libros posibles, casi un compilado de tweets de buenas ideas.

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La soledad de Markson. De Borges (o de Blatt y su libro de tweets) salto a David Markson que, con justicia, lo menciona de epígrafe (“Ante todo me considero lector”, citó. El otro que aparece en la página de los epígrafes es Joyce, el otro maestro de las listas. Markson es el autor de La soledad del lector (La bestia equilátera).

  • Con una trama sutilísima, el libro es más una enumeración de citas, de mini datos biográficos de artistas, de datos a secas que una novela propiamente dicha. Es un rosario de oraciones de no más de 20 palabras, una detrás de la otra y el procedimiento narrativo, como en el libro de Kohan, está tan expuesto que la primera denominación podría ser que es un libro experimental. Es un libro magnético, traducido a la perfección por la poeta Laura Wittner, produce un efecto casi lisérgico y, según David Foster Wallace, el punto más alto en la literatura experimental de los Estados Unidos.

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Tres preguntas a Guillermo Martínez [por Javier Sinay]. El autor de Crímenes imperceptibles y Los crímenes de Alicia se divierte en cuarentena con juegos de literatura en Twitter.

  • Estás publicando un cuento por día en Twitter. ¿Qué tipo de historias son?
    La base de la selección es una compilación de cuentos de distintas épocas, tradiciones y géneros que preparé para la maestría de escritura creativa de la Untref. Quise dar cuentos que para mí hubieran sido memorables o incluso modélicos: la lectura es parte constitutiva de escribir.
  • Además inventaste un juego de cuentos en simultáneo. ¿Cómo es?
    Se me ocurrió como variante de las partidas simultáneas de ajedrez en las que un solo jugador recorre varios tableros. Twitter, con la estructura de hilos en las respuestas, admite esa alternancia para ir escribiendo un texto de a dos. Pedí que los participantes escribieran en sus cuentas el principio de un cuento y fuimos completando las historias a la manera de un cadáver exquisito de a dos. Luego tomó la posta Claudia Piñeiro, y varios otros escritores que se sumaron. Yo completé unas doce historias, Claudia más de quince.
  • ¿Qué fue lo mejor que leíste últimamente?
    Aquellos años del boom, de Xavi Ayén [lee un fragmento en MONO]. A merced del viento, de Patricia Highsmith. El libro de cabecera del espía, de Graham Greene y Hugh Greene. La luz negra, de María Gainza. La desaparición de Majorana, de Leonardo Sciascia. Hice de todos estos libros hilos de frases subrayadas en mi cuenta @leoysubrayo.

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Espero que te haya gustado el envío de hoy. Yo me retiro a seguir buscando libros. ¿Dudas? ¿Sugerencias? ¿Lecturas? Escribime a [email protected]

Va un fuerte abrazo,
Flor

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Sobre libros y escritores. Todos los martes, por Javier Sinay.

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Actualidad | 27 de abril de 2020

Ilustraciones: Pablo Domrose

Por qué no se recomienda correr durante la cuarentena

?? ¿Por qué no habilitaron salir a correr durante la cuarentena?
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↔️ Este estudio muestra que la distancia de 1 a 2 metros recomendada para cuando estamos parados, no alcanza cuando estamos en movimiento.
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? Al caminar rápido, correr o andar en bicicleta las gotas que se liberan por la boca y la nariz no llegan a caer al piso y se transfieren a la persona que está detrás.
.
?? Algunos primeros resultados explican que esto se podría evitar manteniendo distancias más largas (entre 5 y 10 metros sin viento). De todas formas, son muchas las variables que hay que considerar y esto hace que sea difícil evitar el contagio de COVID-19 al hacer ejercicio.
.
??‍? @domrous


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Chillax | 30 de abril de 2020

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Juegos a distancia con amigos, fondue de zapallo y podcasts para viajar con la mente

¡Buen jueves comunidad CHILLAX! ¿Cómo vienen transitando la cuarentena? Yo con algunos días mejores que otros. Es normal, ya vamos más de un mes distanciándonos de nuestras personas y lugares queridos. Pero para eso estamos acompañándote semana a semana con nuevas actividades e ideas de cómo pasar el tiempo en nuestros hogares ??

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Juegos para divertirse con amigos a distancia?Esas tardes tomando mates con amigos y jugando a algún juego de mesa se extrañan más que nunca. Por suerte, gracias a la tecnología, estos “encuentros” siguen siendo posibles. Algunas plataformas para probar con amigos este finde: 

  • Escape room virtuales. Con la pandemia surgieron varias adaptaciones de estos juegos grupales al mundo virtual. Acá, 5 opciones para jugar con amigos, incluyendo una sala de escape con la temática de apocalipsis de papel higiénico. 
  • Juegos de estrategia. Bentejuego tiene varios juegos online gratis de acertijos y enigmas. Además, siguen haciendo envíos a todo el país de los juegos físicos, que podés jugar con amigos a través de videollamadas. 
  • Catán online. Este gran juego de mesa está disponible para jugar online con amigos o con jugadores de cualquier parte del mundo. Hay dos plataformas que podés usar: Catan Universe y Colonist

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Una receta para probar: fondue de zapallo?La receta original es de mi novio, Chris, que generalmente hace el zapallo a la parrilla. Pero esta vez la adaptamos e hicimos todo al horno, que resultó mucho más fácil y rápido. Acá la receta:

  • Ingredientes: 1 zapallo cabutia, aceite de oliva, mix de quesos a elección, crema de leche, sal, pimienta, hierbas aromáticas. 
  • Paso 1: Precalentar el horno a 200°C. Cortar una “tapa” al zapallo, sacar las semillas usando una cuchara, volver a tapar el zapallo, envolver en papel aluminio y meterlo al horno por 45 minutos.
  • Paso 2: Mientras se cocina el zapallo, en un bowl mezclar los quesos rallados (nosotros usamos una mezcla de queso cremoso, mozzarella y gouda), un poco de crema de leche, sal, pimienta y hierbas como orégano, tomillo o romero. 
  • Paso 3: Cuando la parte de adentro del zapallo se pueda pinchar fácil, sacarlo del horno, raspar con cuidado toda la pulpa, sin romper las paredes. Agregar la pulpa al bowl con los quesos y mezclar bien. 
  • Paso 4: Volcar la mezcla dentro del zapallo, tapar y volver a meter al horno por 15 minutos, o hasta que el relleno esté bien derretido. ¡Listo! Lo podés acompañar con lo que quieras: verduras asadas, pan, salchichas, o lo que tengas. 
  • Tip: Nosotros usamos lo que sobró del zapallo como relleno de empanadas que fueron al freezer y son un almuerzo súper fácil para esos días difíciles. 

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Y para esos días donde nos da fiaca cocinar...

  • Les recuerdo esta gran lista que se sigue actualizando con los restaurantes, almacenes, verdulerías, cervecerías y otros locales gastronómicos de barrio que están ofreciendo delivery. 
  • También les recomiendo MiBarrio.chat, una app que actúa como un puente entre pequeños negocios de barrio y vecinos. Podés buscar desde carnicerías hasta ferreterias cerca tuyo, y ponerte en contacto directamente por WhatsApp. 
  • Por último, si te quedaste sin vino y querés probar algo nuevo, tenemos una promo especial para suscriptores de CHILLAX en M Street Bar. Hacé tu consulta por WhatsApp al 11-4024-8165. 

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“Salidas” para disfrutar desde el sillón ?

  • Para los amantes de la literatura y el cine documental. En el marco del Encuentro de Cine Europeo, se pueden ver 19 películas de 14 países, todas online y gratis. Más info acá.   
  • El Teatro Colón va a transmitir La bella durmiente del bosque, cuento de hadas-ballet, con música compuesta por  Tchaikovski el próximo 3 de Mayo a las 20hs como parte de su ciclo #CulturaEnCasa. Más info acá.
  • El Centro Cultural Recoleta tiene una propuesta cultural o artística diaria como sugerencia para inspirar, reflexionar e imaginar. Se llama Reco x El Reco y está disponible todos los días a las 17 hs en su cuenta de Instagram. Si te la perdiste, la encontrás acá.
  • Si sos de los que aman la Feria del Libro, sus conferencias y presentaciones, este año no tenés excusas. Con solo hacer click acá, la feria se meterá en tu casa. 

?¿Tenés recomendaciones para que incluyamos en la próxima edición de CHILLAX? ¡Contame contestando a este mail!

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Tres series para despejarnos de la pandemia?

  • Our Planet. Es una serie de 8 capítulos realizada por Netflix y WWF, y producida por Silverback Films que busca llegar a millones de personas para crear un movimiento decisivo a favor de la naturaleza. En este link podés verla completa, subtitulada en español y totalmente gratis.
  • La Casa de las Flores. En Netflix ya está la tercera temporada de esta serie mexicana que gira en torno a una familia aristocrática y su negocio familiar: una florería. Esta temporada, recorre temas como la salud mental, la maternidad y la paternidad, la bisexualidad y​ la transexualidad.
  • The Last Dance. Esta serie documental sobre la carrera de Michael Jordan está causando furor, aún entre los que no somos aficionados del básquet. Está bien hecha y tiene grabaciones de archivo nunca antes vistas. La pueden ver en Netflix. 

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3 podcasts para transportar la mente ?

  • Cracks. Un podcast en el que el mexicano Oswaldo Trava entrevista a empresarios, emprendedores, deportistas, científicos y terapeutas, y les pregunta sobre su modo de vida, sus problemas y sus éxitos. Siempre son charlas largas y muy interesantes, que te dejan pensando. Lo podés escuchar acá.
  • Rescate por WhatsApp. Un repartidor de Uber Eats en bicicleta, un grupo de WhatsApp que se activa ante un llamado de auxilio, un asalto con violencia y la reacción inusitada de un convoy de motociclistas. Viví las tres horas más emocionantes de un rescate, rememorado, narrado y descrito, paso a paso, por sus protagonistas. Escuchálo acá.
  • Modern Love. La famosa columna del New York Times sobre relaciones, emociones, traiciones y revelaciones, transformada en formato audio y narrada por artistas como Jake Gyllenhaal y Sandra Oh. Lo podés escuchar en inglés acá y si sos más de lo visual, Amazon Prime también tiene una mini serie inspirada en estas historias reales. 

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¡Hasta la semana que viene! 
Lu. 

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Lo mejor de la comida, bebida y cultura de Buenos Aires, todos los jueves. Por Natalia Sarramone.

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Opinión | 5 de mayo de 2020

Las secuelas políticas que dejará la pandemia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que inyectar con desinfectante de uso doméstico a los enfermos de coronavirus podría curarlos. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ordenó a la policía y a los militares matar a tiros a “quien creara problemas” durante la cuarentena. Y en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó durante semanas que el virus fuera un peligro y continuó abrazando y estrechándoles la mano a sus simpatizantes, solo para dar un súbito giro e imponer un estricto encierro sin el menor aviso.

Dado que los líderes populistas tanto de la derecha como de la izquierda han ocupado los primeros puestos en el ránking de la incompetencia durante la pandemia, se ha vuelto común afirmar que pronto ellos pasarán a ser sus víctimas políticas. Desgraciadamente, puede que esto sea solo una ilusión. El virus es letal e implacable, pero por sí solo no aplanará la curva del contagio populista.

La crisis ha tenido un subproducto saludable: restaurar un mínimo de respeto por los conocimientos especializados. Luego de haber convertido el menosprecio de los expertos en el distintivo de sus carreras políticas, tanto Trump como el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se han visto obligados a realizar conferencias de prensa junto con sus asesores científicos, quienes han contradicho abiertamente a sus jefes cuando ha sido necesario. Aún peor, Trump ha tenido que soportar la indignidad de un sondeo que revela que el índice de aprobación de Anthony Fauci, el máximo experto de su gobierno en enfermedades contagiosas, es casi el doble del suyo.

Este es un golpe contra el fervor antielites que ha llevado a los populistas al poder. Sin embargo, otros factores todavía operan a su favor. Ciertamente, los populistas afiebrados no son los únicos que han demostrado ser incapaces. El primer ministro de España, Pedro Sánchez, y el de Italia, Giuseppe Conte, –que no son populistas ellos mismos, pero en cuyos gobiernos de coalición participan populistas– tienen el poco envidiable antecedente de estar a la cabeza de países que lideran al mundo en el número per cápita de muertes por coronavirus.

Y, de todos modos, ¿quién dijo que los hechos determinan las preferencias políticas? Es posible que en la era del COVID-19, el peso de las noticias falsas y de la política impulsada por la identidad, no esté en descenso sino en aumento. Trump culpó a China por el virus y prohibió la entrada de migrantes a Estados Unidos, lo que su base aplaudió. Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, ha seguido el mismo guión, afirmando que la crisis del coronavirus es una triquiñuela de los medios de comunicación. Como dijo un epidemiólogo de la Universidad de São Paulo: "Es como si todos estuviéramos en un mismo tren que va hacia el borde de un precipicio y alguien dice: '¡Cuidado! ¡Ahí hay un precipicio!' Y los pasajeros exclaman: '¡Oh no, no es así!' Y el conductor del tren concluye: '¡De acuerdo, no hay nada por delante!'"

Puesto que es difícil establecer relaciones causales (¿Son efectivas las cuarentenas para enlentecer la tasa de contagio? ¿Son efectivas las políticas fiscales expansionistas para que la economía salga de una recesión?) la mayor parte de la gente no espera formarse una opinión propia. En su lugar, uno escucha a las personas que dicen saber y sigue esta simple norma: les creo a aquellos con quienes me puedo identificar, que hablan y actúan como yo, y que posiblemente compartan mis valores y tomen las decisiones que yo hubiera tomado de haber tenido suficiente información.

Es por ello que los votantes confían en los políticos populistas y desconfían del establishment político, de los líderes de las instituciones tradicionales y, hasta hace poco, de los expertos y tecnócratas. Por lo tanto, el que los populistas ganen o pierdan políticamente como resultado de la pandemia, depende de si la crisis fortalece o debilita aún más la confianza en las instituciones democráticas.

Puedo imaginar dos respuestas muy diferentes a esta segunda cuestión. La primera es la de 2010: según lo estimaron muchos electores, luego de la crisis financiera global, los grandes bancos obtuvieron un rescate, mientras que el ciudadano de a pie solo consiguió desempleo y perder su casa. (Por supuesto que en Estados Unidos dicho rescate evitó otra Gran Depresión y además le permitió al Estado ganar dinero, pero eso no lo sabe nadie).

En algunos países, la recuperación económica fue lenta; en otros, como Grecia, la crisis se arrastró por casi diez años. Añadiendo una cucharada de corrupción, una pizca de ineptitud y un chorrito de escándalo jugoso, desde la FIFA a la Iglesia Católica, voilà: obtenemos un perfecto estofado de desconfianza. No remamos todos para el mismo lado, fue la conclusión de muchas personas. Las elites solo trabajan para sí mismas. Como dice Donald Trump: ¡hay que drenar el pantano!

La segunda respuesta se remonta a 1945. De las ruinas y la devastación de la guerra surgió una confianza social duradera. En el caso del Reino Unido y Estados Unidos, el joven rico de la Universidad de Oxford o de Yale había luchado lado a lado con el hijo de un minero del carbón de North Yorkshire o de Hazard, Kentucky. Las empresas privadas, grandes y pequeñas, se habían movilizado para un propósito común: ganar la guerra. Y los políticos habían cumplido la mayor promesa que un político puede hacer: alcanzar la victoria.

El sufrimiento y la pérdida de vidas durante la Segunda Guerra Mundial fue horrible. Sin embargo, en muchos países la conclusión razonable de los ciudadanos fue: estamos en esto juntos, y juntos construiremos un mañana mejor.

Y ahora… ¿la respuesta será la de 2010 o la de 1945?

Si bien es muy temprano para decidirlo, el aplauso ritual a los trabajadores de la salud de primera línea, sea en Nueva York, Madrid, París o Estambul, recuerda el espíritu de 1945. En mi rincón de Londres, los vecinos salimos todos los jueves a las 8:00 p.m. en punto, no solo para celebrar al Servicio Nacional de Salud, sino también para intercambiar historias y ofrecernos ayuda unos a otros con las compras o el cuidado de algún niño que lo necesite .

La confianza en una institución pública y en los vecinos es mala para el populismo, y los políticos populistas lo saben. Es por ello que Santiago Abascal, el líder de Vox, el movimiento de extrema derecha de España, exige que se ponga fin a los aplausos y a las entusiastas canciones que los acompañan, y que en su lugar los españoles toquen las cacerolas en contra del gobierno.

Pero antes de que los liberales demócratas se ilusionen demasiado, deben recordar que la crisis también va a crear muchas divisiones: entre los profesionales que pueden trabajar desde su casa y los obreros fabriles que no pueden hacerlo; entre los adultos mayores que no pueden salir y los jóvenes que sí podrían pero permanecen encerrados a causa de un decreto gubernamental; y entre los trabajadores formales que pueden recibir un subsidio salarial y los autónomos que han perdido todo ingreso.

Es posible que la curva del contagio del virus se esté aplanando, pero las curvas del desempleo y de las quiebras comerciales aún van en alza. Si al shock de salud pública le sigue una crisis económica prolongada y con muchas víctimas, la confianza en el gobierno y en las instituciones sufrirá, y las identidades nacionales se fracturarán aún más. Será una repetición del 2010, o peor. Como dice el refrán: unidos resistimos, divididos caemos. Si terminamos cayendo, no serán los demócratas liberales quienes recojan los platos rotos.

Andrés Velasco, excandidato a la presidencia y ex Ministro de Hacienda de Chile, es Decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economics and Political Science.

© Project Syndicate 1995–2021.

Opinión | 7 de mayo de 2020

Daños colaterales de la COVID-19: el resurgir del plástico

Es evidente que, a día de hoy, la mayor preocupación a nivel mundial es vencer a la COVID-19, evitando más muertes y nuevos contagios. Una vez logrado este objetivo, la crisis económica producida por esta pandemia será el asunto más acuciante.

La situación actual deja la problemática del medio ambiente en un plano muy secundario. Sin embargo, aquellos que nos dedicamos a la contaminación ambiental no podemos bajar la guardia.

El parón de las actividades económicas debido a la cuarentena mundial nos ha proporcionado buenas noticias a nivel ambiental: el saneamiento de la capa de ozono y la mejora de la calidad del aire y de las aguas.

Sin embargo, también se ha observado un incremento en la producción y consumo de material plástico, sobre todo de usar y tirar. Este aumento se da tanto en el uso hospitalario como en el uso doméstico y probablemente irá en aumento a medida que avance el desconfinamiento de los ciudadanos.

No debemos olvidar que la contaminación por plásticos es uno de los principales problemas ambientales del planeta según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicado en 2019.

El plástico para usos hospitalarios

El plástico es un material imprescindible para los equipos de protección individual (EPI) del personal sanitario. Las mascarillas que utilizan, las denominadas FPP, tienen un material filtrante constituido por un entramado de fibras plásticas que retiene los virus.

Además de las mascarillas, otros EPI también hechos de material plástico son los guantes, las batas impermeables, las gafas y viseras y las pantallas protectoras faciales. Pero el uso de material plástico en los hospitales no se reduce a los EPI. Incluye también diversas piezas para equipos médicos, como respiradores y ventiladores, jeringas de policarbonato, tubos médicos de PVC, bolsas de sangre…

A causa de la pandemia, la generación de residuos hospitalarios se ha incrementado de forma exponencial. Por ejemplo, los residuos generados en los hospitales asturianos se han multiplicado por cuatro, estimándose en unas 185 toneladas durante el mes de abril.

A estos residuos hospitalarios debemos sumar también los residuos generados en las residencias de ancianos. En Valencia capital se han recogido 134 toneladas de residuos procedentes de 20 residencias en menos de un mes.

Todos estos residuos no pueden ser reciclados y su destino será bien vertederos o bien incineración. El problema se sitúa ahora en las instalaciones de tratamiento térmico de residuos hospitalarios que empiezan a estar colapsadas.

En Asturias, estos tratamientos térmicos se han incrementado un 307 %. En otras comunidades como Madrid, se ha optado por derivar parte de estos residuos a instalaciones de residuos sólidos urbanos. En la incineradora de Valdemingómez ya se han tratado más de 90 toneladas de residuos sanitarios desde principios del mes de abril.

Debemos cuestionarnos el posible riesgo ambiental de estos procesos. Si no se trabaja con las condiciones óptimas para la incineración de residuos que poseen un elevado contenido en plástico, se pueden generar emisiones de compuestos cancerígenos como las dioxinas y los furanos.

Plástico en el ámbito doméstico

Hace unas semanas, el Gobierno recomendó a los ciudadanos el uso de mascarillas para salir a la calle o acudir a supermercados y farmacias. Esta misma recomendación se ha extendido por todo el mundo, por lo que miles de millones de personas están utilizando mascarillas de plástico, que además son de un solo uso. Italia estima que necesita usar unos 90 millones de mascarillas al mes.

Lamentablemente, ya se han empezado a ver mascarillas flotando en las playas del archipiélago de Soko, situado entre Hong Kong y Lantau. Es el indicativo de una mala gestión de este residuo.

Cuando salimos a la calle también utilizamos otros artículos sanitarios de un solo uso como guantes, geles hidroalcohólicos o toallitas desinfectantes. Después de su utilización, mascarillas, guantes y toallitas deben ir al contenedor de resto, por lo que tampoco entrarán en el círculo de reciclaje.

La pandemia de COVID-19 también ha aumentado el consumo de otros plásticos desechables como bolsas, botellas de agua, recipientes para enviar comida a domicilio o embalajes del comercio por internet. Un informe de Ecoembes señala que desde el inicio del estado de alarma se ha incrementado un 15 % la recogida de material en los contenedores amarillos. Este aumento se debe a un mayor consumo dentro de los hogares como consecuencia del confinamiento de la población.

La pandemia está cambiando muchos de nuestros hábitos cotidianos. Ahora preferimos acudir a grandes superficies, donde todo se vende mucho más empaquetado, para realizar una compra completa en un único establecimiento.

También optamos por el uso de bolsas de usar y tirar, en lugar de las bolsas reutilizables, por miedo a que estas últimas se hayan podido contaminar. Todo el material plástico se deshecha, sobre todo al saber que el coronavirus puede permanecer de dos a tres días en el plástico.

Nuevos usos del plástico durante la desescalada

Ahora que nos enfrentamos a las diferentes fases de desconfinamiento, los diversos espacios públicos se están preparando para evitar el contacto entre personas y mantener las distancias de seguridad.

Se está incrementando el uso de mamparas protectoras que actúan como barrera física y aumentan la seguridad de clientes y trabajadores. Estas mamparas ya se han instalado en comercios como farmacias o supermercados y se está evaluando su incorporación en bares y restaurantes, e incluso en el interior de los aviones.

La empresa italiana Nuova Neon Group ha diseñado unos cubículos para poder mantener las distancias de seguridad en las playas. Son similares a los ya utilizados en los hospitales de campaña creados a raíz de la saturación del sistema sanitario.

Tanto las mamparas como los cubículos se fabrican con metacrilato, también conocido como plexiglás. Es un material plástico transparente, irrompible, flexible y resistente que proviene del propileno, uno de los productos resultantes de la refinación del petróleo.

Al igual que todo el material plástico, el empleo de metacrilato requiere de diferentes aditivos químicos, como los retardantes de llama o los filtros solares.

  • Los retardantes de llama. Estos compuestos se añaden con el fin de reducir la inflamabilidad. Se ha demostrado que son contaminantes muy persistentes en el medio ambiente y que se acumulan en los organismos vivos. Pueden tener efectos nocivos sobre ellos y sobre las personas, tales como daños neurológicos, disrupción endocrina o cáncer.
  • Los filtros solares. Estas sustancias, entre las que se incluyen los benzotriazoles, se aplican como protección contra la radiación UV. También son dañinos para la salud, provocan disrupción endocrina.

Las mamparas y cubículos tienen una vida útil de unos 10 años. Pero la realidad es que, una vez superada la crisis sanitaria, todo este material será retirado y nos encontraremos con una gran cantidad de residuo plástico. Deberemos ser capaces de gestionarlo correctamente, evitando su impacto ambiental en ecosistemas terrestres y acuáticos.

¿Un paso atrás en la reducción del plástico?

Hasta la llegada de la pandemia de COVID-19, el 2021 parecía ser un año crucial en la lucha contra el empleo abusivo del plástico. Sobre todo para los de un solo uso, que deberían estar prohibidos en la Unión Europea a partir del año que viene.

Asimismo, el 6 de marzo de este año, España se sumaba al Pacto Europeo de los Plásticos, una iniciativa con el objetivo de reducir su uso innecesario.

La ironía es que, hasta antes de la pandemia, la sociedad estaba plenamente concienciada de los problemas de sostenibilidad de los plásticos. Sin embargo, la necesidad de contener la propagación del virus ha causado el resurgimiento del plástico como un material indispensable.

Por otro lado, tenemos la cuestión económica. Los precios bajos del petróleo implican que se podría fabricar mucho plástico aún más barato. Algunos parlamentarios europeos así como algunos lobbies industriales, entre ellos los transformadores de plástico, están solicitando un relajamiento de ciertos estándares medioambientales para facilitar la recuperación económica. Piden un retraso de al menos un año en la implementación de la Directiva de plásticos y que se levanten las prohibiciones de algunos artículos de un solo uso.

Es cierto que por motivos de higiene y salud no es factible prohibir el uso de plásticos de un solo uso mientras dure la emergencia sanitaria. Pero es muy importante evitar que, una vez resuelta la crisis, se produzca un mayor problema ambiental. No hay que olvidar que la problemática de la contaminación por plásticos seguirá aún presente.

Urge el desarrollo de materiales alternativos a los plásticos más biodegradables y más reciclables, así como el avance en el diseño de nuevos aditivos químicos que sean menos contaminantes. Si a día de hoy dispusiéramos de estas soluciones, el actual incremento del uso de material plástico no estaría afectando tan negativamente al medio ambiente.

Ethel Eljarrat, Investigadora Científica del Departamento de Química Ambiental, Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA - CSIC)

© The Conversation. Republicado con permiso.

Cultura y diversión | 10 de mayo de 2020

Marilina Bertoldi. Foto: PopArt

Quilmes Rock: el festival sumó artistas mujeres y tuvo en cuenta el cupo femenino

El Quilmes Rock, que comenzó ayer y tendrá su segunda jornada hoy domingo, volvió, después de siete años de inactividad, con una versión renovada. Y una de las novedades de este festival, impulsado también por Asociación Conciencia con fines 100% solidarios, es su line-up

Según cuentan desde la productora PopArt a RED/ACCIÓN, medio aliado del evento, el cupo femenino de artistas fue algo en lo que repararon especialmente a la hora de armar la grilla para este año. 

Si bien la presencia masculina sigue preponderando por sobre la femenina, destacan que en esta versión del festival hay 18 mujeres sobre un total de 43 hombres, y seis bandas mixtas. 

Por ello es que esta versión del Quilmes Rock cumple con la ley de cupo femenino, que exige al menos un 30% de presencia femenina en el total de artistas de la grilla de un festival.

Entre las nuevas artistas que se presentaron en la primera jornada, estuvo Miss Bolivia. Foto: Guido Adler / PopArt

De hecho, Paula Maffía, una de las cantantes cuya presentación se verá hoy durante la segunda jornada, admitió a RED/ACCIÓN que las grillas de los festivales masivos siempre la desalentaron, aunque en esta ocasión se vio atraída por una convocatoria inclusiva, curada por gente joven bien compenetrada con la música. 

Y aunque todavía el camino por la igualdad en la industria de la música –y en otros sectores también- tenga un largo camino por recorrer, que la producción de un festival tan importante considere la mayor presencia femenina posible es algo para resaltar en estos tiempos. 

Zoe Gotusso se presenta este domingo en el Quilmes Rock. Foto: PopArt

En la primera jornada del Quilmes Rock participaron nueve mujeres como cantantes, la mitad del total que tendrá el festival. 

Ellas fueron: Barbarita Palacios, con Sueño de piedra lunar; Hilda Lizarazu, en un homenaje a Charly García, con Buscando un símbolo de paz; Emme, en un homenaje también a Charly junto a Rayos Láser, con Hablando a tu corazón; Miranda Johansen, con Una canción diferente de Celeste Carballo; Barbi Recanati, con Teoría espacial; Fabiana Cantilo, en homenaje a Gustavo Cerati, con Zona de promesas; Karina Vismara, junto a Pocho, con Sola por la ciudad; Julieta Rada, con Sencillo; y Miss Bolivia, con Soy.

Y para la jornada de hoy se espera, entre otras, a Zoe Gotusso, Feli Colina, Marilina Bertoldi, Potra, Manu Martínez, Mamita Peyote, María Ezquiaga y Paula Maffía.

Mirá el Quilmes Rock en RED/ACCIÓN

Fines solidarios

Todo lo recaudado antes, durante y después del Quilmes Rock será destinado, a través de la Asociación Conciencia, a dos causas. Por un lado, con un 50% de lo recaudado se entregarán bolsones con comida y productos de limpieza e higiene a las familias más afectadas por la pandemia. Con el otro 50%, se entregarán becas económicas y de formación profesional para los trabajadores de la música.


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Opinión | 13 de mayo de 2020

Pandemia, desigualdad e inmigración

Las catástrofes hacen aflorar las desigualdades. Aunque un cataclismo sanitario, como el causado por la COVID-19, ataca a todos los estratos sociales, dispongan de más o menos dinero, ante una crisis de esta envergadura la desigualdad social se hace aún más visible.

El impacto de la pandemia tiende en la práctica a ser muy asimétrico, pues los medios de los que disponen los distintos países e individuos para afrontarla no son los mismos. El supuesto carácter ‘democrático’ de la enfermedad es tan sólo aparente.

No todos los confinamientos son iguales

Durante el confinamiento, las diferencias en las condiciones de vida se acrecientan y estas diferencias pueden resultar decisivas para poder mantener la salud física y mental. Así, por ejemplo, son enormemente disímiles las posibilidades de practicar el distanciamiento físico recomendado en estas circunstancias.

Piénsese en lo dispar que son las condiciones de las personas sin techo, los que están encarcelados o quienes moran en hogares de reducidas dimensiones e insalubres frente a quienes habitan casas con un pequeño jardín o los que disfrutan de grandes mansiones.

No todos los confinamientos son iguales. Y el caso de los refugiados y los migrantes irregulares resulta paradigmático, sobre todo en cuanto a las condiciones de precariedad y vulnerabilidad. Si los efectos catastróficos de la pandemia son duros para todos, estas personas los perciben de una manera muy intensa.

Estamos ante una crisis múltiple y sus efectos no han acabado de notarse. Crece la certeza de que tras los miles de muertos, llegarán los millones de parados y, allí donde no exista un potente sistema de cobertura social, los millones de pobres. Sin un sólido Estado de bienestar no es posible garantizar que los cuidados que todos necesitamos durante y tras la pandemia lleguen efectivamente a todos.

La crisis también se hace sentir entre los inmigrantes

Es urgente y necesario articular una renta básica para todas las personas que han perdido su empleo o se encuentran en situación de verdadera emergencia. Ahora más que nunca, cobertura sanitaria y servicios sociales son también prestaciones imprescindibles. Y de esas medidas los inmigrantes no pueden quedar excluidos, convivan con nosotros de manera regular o irregular.

Si los migrantes y refugiados no están adecuadamente protegidos no será posible controlar la pandemia. Si no se pone remedio a las condiciones de hacinamiento e insalubridad en las que se desenvuelven las vidas de no pocos de ellos, la pandemia no se detendrá.

Nuestra seguridad, la de todos, no estará garantizada si no lo están también sus derechos. Una cosa no va sin la otra.

Es una realidad fácilmente contrastable que, en medio de la pandemia y en los lugares donde más se les necesita, los inmigrantes están trabajando para frenar la propagación de la COVID-19 (en países como Gran Bretaña y Estados Unidos, por poner dos casos, el porcentaje de sanitarios con origen migrante se aproxima al 40%) y para sostener los suministros y los servicios básicos. Son indispensables para el cuidado doméstico de personas dependientes o para la recogida de las cosechas que mantienen la cadena alimentaria. Y esas labores las realizan con un gran riesgo para su salud.

Estos trabajadores van a ser también imprescindibles para la recuperación de una economía ahora en añicos. Su labor es esencial (haciendo uso de la jerga puesta ahora en circulación), pero sus condiciones son precarias. Una injusticia que no se debe dejar pasar sin reparar.

El mensaje populista que no cesa

Sin embargo, ni en tiempos de pandemia han cesado los mensajes emitidos desde sectores nacionalpopulistas, ahora en pleno auge, de las sociedades más prósperas del planeta. Se reiteran en la necesidad de implantar controles aún más estrictos en las fronteras para frenar la expansión de la pandemia, en línea con su tradicional fijación por el control de la inmigración. Frente a estas demandas intempestivas e insolidarias, en estos tiempos se han producido dos tipos de reacciones sobre las que merece la pena reflexionar y tomar nota.

Por un lado, se está registrando una inmigración inversa que muchos no esperaban, pero que ya se dio cuando en la anterior crisis económica numerosos inmigrantes regresaron a sus países de origen de manera discreta. En estos momentos, hay migrantes que están pagando cantidades para ellos astronómicas con el fin de poder huir de España y cruzar el Mediterráneo hacia las costas africanas. Este tipo de reacción corrobora una tendencia observada ya por los expertos: los flujos migratorios propenden a la autorregulación sin que sean precisas imposiciones autoritarias.

Por otro lado, nos encontramos con reacciones políticas que difieren del chovinismo de bienestar al que nos hemos ido acostumbrado. En este sentido, es de destacar la decisión adoptada por el gobierno portugués al inicio de la pandemia de proceder a la regularización de la situación de aquellos inmigrantes que tenían pendientes la autorización de residencia. De este modo, pueden acceder no sólo al subsidio de paro sino también a los servicios de salud, algo crucial para controlar la pandemia.

Juan Carlos Velasco es el editor del blog "Migraciones. Reflexiones cívicas"

© The Conversation. Republicado con permiso.

Actualidad | 18 de mayo de 2020

Ilustración: Pablo Domrose

Ciberestafas en cuarentena: se multiplica el hackeo de cuentas bancarias y los préstamos usureros

Este contenido contó con la participación de lectores y lectoras de RED/ACCIÓN

Un hombre dejó un comentario en la página de Facebook de un banco porque su tarjeta de débito no funcionaba en el cajero automático. Le respondieron que se comunicarían con él, pero no dijeron cuándo. Mientras pasaban los días y él esperaba, alguien, que usaba como avatar el logo del banco, lo agregó a sus amigos de Facebook.

Le dijo que había sido asignado al problema y le pidió un teléfono de contacto y un número de DNI. Él se lo pasó. Lo llamaron. Le pidieron que explicara el asunto y, para validar el mail, le enviaron un código por mensaje de texto. Luego le dijeron que el sistema estaba un poco saturado y comenzaron a preguntarle otros datos, incluidos los detalles de su cuenta bancaria. Le dijeron que esperara en línea mientras confirmaban los datos. Y entonces la comunicación se cortó.

El hombre pensó que volverían a llamarlo, pero no lo hicieron. Diez minutos después, sospechando que había sido víctima de una estafa, intentó ingresar en su homebanking y no lo logró. Al abrir su mail, encontró con sorpresa dos correos del banco: le informaban que su nombre de usuario y su contraseña habían sido cambiados. Evidentemente, por aquella persona que lo había llamado y engañado.

Este es el segundo caso que detecta el mismo banco en una semana. “Los canales digitales explotan porque la usabilidad del homebanking y de la app se duplicó, y en paralelo también lo hicieron las consultas por redes sociales”, dice un gerente que pide reserva. “No llegamos a atender todo el caudal y en las redes sociales se empiezan a acumular consultas. Así aparece gente que se hace pasar por asesora del banco, contacta a los clientes que dejaron preguntas y les pide datos y contraseñas”.

Una vez adentro de la cuenta, el estafador puede mover dinero o hacerse con los datos de las tarjetas de crédito. Por eso, hoy más que nunca, en las redes sociales y vía mail los bancos están comunicando métodos de seguridad. “Enviamos ahora más informaciones que promociones”, dice el gerente.

En un comunicado sobre nuevas modalidades de ciberdelitos en cuarentena, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), a cargo de Horacio Azzolin, incluyó, entre otras, la de extorsión a través de mails, donde los victimarios les hacen creer a sus víctimas que accedieron al contenido de sus dispositivos digitales. “Estamos en un 500% más de las denuncias que recibimos siempre”, dijo Azzolin en una entrevista con Radio Con Vos.

“Mucha gente se bancarizó a la fuerza, y si tiene muy poca experiencia cae en estas estafas”, dice Enrique del Carril, el director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires. “Se invirtió el orden: ahora la gente sale a buscar una respuesta y es contactada por estos estafadores que están como pescando en una pecera. Es una modalidad más burda que empezó porque ahora la víctima es más inexperta: por ejemplo, un anciano que nunca tuvo una tarjeta de débito, no puede salir de su casa y busca en Google cómo cobrar la jubilación porque los bancos están sobrepasados y no contestan el 0800”.

Cuando preguntamos a nuestra comunidad de lectores sobre este tema, Fernanda Moyano, una referente del barrio Haras Trujui, de Moreno, nos habló de engaños en torno al bono IFE (Ingreso Familiar de Emergencia):

"El bono IFE dejó que muchas personas sin acceso a internet caigan en manos de estafadores. Hay páginas que las personas de buena fe hacen para ayudar con cosas de la ANSES y se dejan muchos datos y allí están los estafadores a la orden.

A varias chicas las llamaron para decirles que eran de la ANSES, les preguntaban qué banco les tocaba y cuándo irían a cobrar porque ellos debían estar presentes y otorgarles un código en el cajero mismo. Las que entendieron no facilitaron info y cortaron, pero otras no".

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El caso de las siete fintechs

A principios de este mes, el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación denunció por estafa, usura crediticia y violación de datos personales en bases de datos públicas o privadas a algunas fintechs: Smart Cash S.A., Punto Click S.A., Patagonia Cred S. A., Efectivo Urgente, Wenance S.A., Wenance Credit Argentina S.A., Wenance Inversiones AAGI S.A.

Los mayores damnificados son jubilados y beneficiarios de AUH (Asignación Universal por Hijo). Aunque no se trataría de una típica estafa de cuarentena (porque hay quejas de clientes que vienen de hace años), el aislamiento obligatorio en todo el país amplificó el caso.

El comunicado del Ministerio es muy categórico: “A jubilados y beneficiarios de la AUH se les adjudica contrataciones que nunca solicitaron”. Estas empresas, sigue el comunicado, “realizan débitos indebidos en cajas de ahorros y cuentas corrientes, deducen ‘sellado’, ‘carpetas’ o ‘gastos administrativos’ que no corresponden y aplican tasas abusivas que en muchos casos superan el 1500% + IVA de CFT. Incurren en incumplimiento o en cambios unilaterales de los contratos, modifican las  condiciones de pago y en su mayoría se basan en la falta de información a los consumidores relativa a los créditos, montos, intereses y el cálculo del valor de las cuotas”.

La denuncia repercutió en el mundo de las fintechs, un mundo nuevo, excitante, complejo y no demasiado regulado. Las fintechs son justamente las que pueden acelerar, o hacer posible, la inclusión financiera de las familias más vulnerables, los jóvenes y las mujeres. Las nuevas tecnologías y aplicaciones como Mercado Pago, billeteras virtuales como Ualá y bancos digitales como Brubank avanzan en ese sentido, tal como lo cuenta Iván Weissman en esta nota

De las empresas denunciadas, Wenance es el más grande: tiene 120.000 clientes y otorga más de 10.000 créditos mensuales por unos 400 millones de pesos. Su fundador es Alejandro Muszak, un “emprendedor hiperactivo” apasionado por la lectura, la filatelia y las maratones (según su perfil de Linked In), que en una entrevista de junio de 2019 dijo: “Wenance hoy tiene el tamaño de un banco mediano y está en tres países, Argentina, Uruguay y España”.

Hace unos días, Wenance emitió una respuesta refutando la denuncia. “En el marco de la pandemia actual (Covid-19) y con la intención de ofrecer asistencia financiera a uno de los sectores más necesitados de la sociedad, Wenance creó una línea de préstamo especial para jubilados y pensionados”, se lee.

“Esta línea de préstamo se implementó en el marco de la inclusión financiera y estuvo vigente hasta que el Gobierno Nacional, a través del ANSES, lanzó una línea de crédito para atender las necesidades de este sector. Al tomar conocimiento de la existencia de esta alternativa, Wenance discontinuó la asistencia financiera para jubilados y pensionados […] Durante este período –que no llegó siquiera a durar dos semanas– se otorgaron préstamos a tasas de mercado, con una Tasa Nominal Anual que oscila entre el 70% y el 160% dependiendo del perfil crediticio del solicitante”.

“La gente en la necesidad sale corriendo a agarrar cualquier tipo de préstamo”, dice el abogado Juan Manuel Baya Casal, de Defende.me, que tiene en carpeta, para presentar ante la Justicia, un centenar de denuncias firmadas contra Wenance (y asegura que está recolectando más). “El sobreendeudamiento es un flagelo argentino, hay una situación que explota en el país”, dice, “y golpea especialmente a los empleados públicos que piden un crédito con su recibo de sueldo”.

En cuarentena, explica Baya Casal, se ve, además de microestafas, incumplimiento a los decretos: “Bancos que cobran cuotas cuando los clientes piden el cese del débito y financieras que meten descuentos de más del 70% de los recibos de sueldo de la gente o de los bonos IFE o la AUH”.

Como explicábamos en una nota sobre los préstamos usureros típicos, cuando una persona se enfrenta a una urgencia económica, muchas veces no le queda otra opción más que recurrir a este tipo de financiamiento. Los bancos ponen tantos requisitos que es fácil quedarse afuera. El problema aparece cuando el tomador de ese crédito se demora en el pago de las cuotas y pide refinanciación. Las tasas se multiplican o el cobro de esa deuda se vuelve hostil.

“Respecto a las buenas y malas prácticas, crédito digital y no digital es lo mismo”, dice Ignacio Carballo, director de Ecosistema Fintech y Digital Banking de la UCA, docente e investigador de la UBA y Austral. “Al digitalizar las finanzas, se digitalizan también las peores prácticas. Pero la digitalización conlleva un riesgo extra: la posibilidad de escalar exponencialmente porque los costos son muy bajos, y así hay más y más y más financieras”.

Para Carballo, la denuncia del Ministerio de Desarrollo Productivo abre un debate general sobre el crédito digital. Un debate que gira en torno a tres preguntas, según explica: “¿Cuál es el contexto normativo que desalienta prácticas usureras en la vertical de lending digital? ¿Qué tan sencillo es para un grupo armar, en un contexto digital, diferentes empresas y webs a los fines de colocar financiamiento masivamente a segmentos en emergencia económica? ¿Acaso esta práctica estaba normalizada en el sector de lending y cortar el débito directo fue la única estrategia para el Banco Central, perjudicando así a toda la vertical?”. Las respuestas llegarán más allá de la cuarentena.


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Futuro | 22 de mayo de 2020

¿Home office permanente? Ojo a estas desventajas...

¡Bienvenido a FUTURO! Espero que hayas tenido una buena semana. Yo abro la newsletter con algo que dijo el CEO de Microsoft, Satya Nadella, en relación a las contras relacionadas al home office. Además, tres preguntas a Melina Masnatta, co-fundadora de Chicas en Tecnología. Y una app para recorrer museos que recomendó un lector de FUTURO, y cómo Facebook se hizo de la plataforma de GIFs más importante del mundo por US$ 400 millones.

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Las contras de hacer home office de manera permanente. Estuve hablando con muchos colegas que están trabajando desde sus hogares. La mayoría encuentra muchísimas cosas positivas, entre las que están dormir un poco más y no perder tanto tiempo en el transporte público. Pero no todo son beneficios y ahora el CEO de Microsoft habló en relación al teletrabajo de manera permanente.

  • Las contras. Satya Nadella, el CEO de la compañía que desarrolla Windows, dio una entrevista en la que señala, sobre todo, dos contras del home office: la salud mental de los empleados y las relaciones sociales laborales.
  • ¿Qué dijo? “Lo que extraño es cuando entras a una reunión física, estás hablando con la persona que está a tu lado, tenés la posibilidad de conectarte con la gente durante los dos minutos anteriores y posteriores”, dijo Nadella.

    Por la experiencia de estar haciendo reuniones a través de Zoom hace ya dos meses, me identifico mucho con lo que dice. Hoy una reunión a través de videollamada es ingresar, hablar 100% de trabajo y cortar para empezar otra igual. Se pierde completamente el contacto entre compañeros.
  • No al dogma. Cerró con una frase que para mí es muy interesante y deberíamos tener en cuenta a la hora de cambiar el paradigma de la oficina por el del home office permanente: “Sería reemplazar un dogma por otro dogma”. Está claro que los beneficios del teletrabajo son muchísimos, pero también tenemos que tener en cuenta los beneficios de las oficinas y las reuniones físicas. Como dijo Nadella, lo que debemos buscar es un equilibrio.

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Tres preguntas a Melina Masnatta, co-fundadora de Chicas en Tecnología, organización que busca reducir la brecha de género en tecnología.

  • ¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia?
    Es interesante porque vuelve a despertar las preguntas clásicas que tenemos ante la tecnología. Esto muestra la importancia de pensar la educación, el trabajo, las relaciones, los vínculos. Este escenario nos puso algunos desafíos. El de las personas que no están vinculadas a la tecnología es uno de ellos. Es valioso para interpretar y pensar qué hacemos con la tecnología, para qué la estamos usando y cómo. La tecnología es solo un medio, el uso y filtro que le ponemos como humanidad es lo más importante.
  • ¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico?
    Me imagino que sí. Las personas, al menos en un circuito, empezamos a entender que internet debería ser un derecho. Eso nos trae a escena cuáles son los desafíos que tenemos como humanidad y cuáles son las deudas. Quiénes están en internet y quiénes no produciendo y consumiendo de manera crítica. Creo que debería, y espero que haya un antes y un después deliberado y consciente.
  • ¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
    Un emprendimiento que me gustó en el último tiempo es miBarrio.chat [permite, por WhatsApp, chatear con dueños de comercios del lugar donde vivís] porque es un ejemplo de que la tecnología, cuando la vemos con ojos de soluciones a problemas cotidianos y comunitarios, sirve. Esta es una solución que muestra que es posible pensar la tecnología desde la ayuda para resolver problemas cotidianos.

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App recomendada: Google Arts & Culture, para disfrutar de obras de arte. Si sos de esas personas que van a museos y el encierro te dejó con ganas de visitar uno, Joaquín, lector de FUTURO, nos trajo una solución porque nos recomendó una app que es espectacular.

  • Se trata de Google Arts & Culture, que tiene muchísimas características para los fanáticos del arte. No solo presenta colecciones completas, listas de museos, noticias relacionadas, sino también algunos juegos. El más interesante permite sacarte una selfie y buscar a un parecido en las pinturas más famosas del mundo. Además, a través de la cámara del smartphone, te deja “recorrer” museos usando realidad aumentada.

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¿Cómo evitar que te hackeen? Hoy nuestra vida pasa casi completamente por internet. Trabajamos, estudiamos, escuchamos música, miramos series y películas y hasta nos juntamos con amigos a través de Zoom. Por ese motivo tener en cuenta buenas prácticas a la hora de proteger nuestros datos es clave.

  • Para que tengas en mente. En RED/ACCIÓN hicimos una lista con lo que tenés que tener claro para evitar que delincuentes informáticos se entrometan donde no deberían. Desde elegir una buena contraseña hasta usar el doble factor de autenticación. En Instagram podés ver la lista completa.

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Facebook compró Giphy. Soy de los millennials más viejos. Digo esto porque viví la vieja época de internet en la que los GIFs eran furor y vi cómo fueron desapareciendo para, después y como todo lo retro, volver con todo. Hoy son tan parte de la cultura de internet que los usamos a diario para compartir sentimientos o memes. Y ahora hubo una adquisición que sacudió el mundo GIF. Facebook compró Giphy, la plataforma más importante del mundo de este tipo de contenidos, por US$ 400 millones.

  • Instagram. De ahora en adelante Giphy quedará bajo el paraguas de Instagram, plataforma a cargo de Adam Mosseri, uno de los míticos empleados de Facebook que tiene relación directa con Mark Zuckerberg.
  • A tener en cuenta. Uno de los detalles más interesantes es que Giphy es algo así como “la base de datos de GIFs de internet” porque siempre permitió que servicios de terceros, como Instagram, WhatsApp, iMessage, Signal, TikTok o Telegram, usaran los contenidos alojados en su plataforma. Hay que ver si sigue siendo así después de esta adquisición. Desde Facebook dijeron que no cambiará, pero sabemos que las declaraciones al momento de una compra no terminan siendo siempre realidad.

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Twitter muestra advertencias de datos engañosos sobre el coronavirus. Hace algunas ediciones de FUTURO te comenté sobre una nueva característica de Twitter que tenía la intención de frenar con los mensajes tóxicos y abusivos.

Era simple: si los algoritmos detectaban “odio” en un tuit le preguntaría al usuario si realmente quería enviarlo. Y ahora la red social anunció que lanzó etiquetas que catalogarán a mensajes como “engañosos” si tienen información falsa sobre el coronavirus.

  • Más datos. Estas etiquetas brindarán enlaces con datos para que los usuarios puedan informarse.
  • Detalle. No importa quién haya enviado el mensaje, informaron desde la plataforma. Ya hemos visto que diferentes redes sociales, como Instagram, Facebook y Twitter, le borraron mensajes a Jair Bolsonaro, el Presidente de Brasil. En este caso, con las etiquetas, Twitter funcionará de la misma manera: no importa quién sea quien haya escrito el tuit.

Llegamos al final. Espero que esta edición te haya gustado tanto como a mí escribirla. Además, como hizo Joaquín en esta oportunidad, podés recomendarme apps o temas para que desarrolle en la newsletter.

¡Un abrazo y buen fin de semana!
Axel

Con el apoyo de

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Enseñar a leer y escribir en casa: cómo se las ingenian las familias de un millón y medio de niños y niñas

Este contenido contó con la participación de lectores y lectoras de RED/ACCIÓN

La mamá de Dante lo filma mientras él escribe la fecha completa y le envía por WhatsApp el video a Maite Campos, su maestra. Ella le responde en letra imprenta mayúscula: “DANTE, TE QUIERO (QUE LO LEA SOLITO)”. Él le responde: “LO LEÍ SOLO Y ESCRIBÍ”. Maite, que en ese momento se dio cuenta del paso que había dado Dante, le escribe: “SOS UN GENIO”. 

Situaciones como esta o similares, en las que niñas y niños están aprendiendo a leer y escribir en sus casas, se están dando alrededor de los 755 mil estudiantes de primer grado y unos 800 mil de segundo grado de la Argentina. Esos son los dos grados a lo largo de los cuales aprenden a leer y escribir.

Por eso, decidimos preguntarle a nuestra comunidad de lectores y miembros cómo están atravesando este proceso.

Así fue que Belén Grosso, que vive en la Ciudad de Buenos Aires nos escribió para contarnos cómo trabajan -ella y Matías, el papá- con su hijo Manuel, que tiene 6 años y cursa primer grado en la escuela Alvarez Thomas.

“Hacemos las actividades que manda la maestra, pero nos enfocamos en juegos divertidos”, dice Belén. Manuel tiene letras de goma EVA y ella le hizo tarjetas en cartulina, con palabras asociadas a un dibujo para que él pueda armar palabras.

Manuel jugando con las letras de gomaeva. / Foto: Gentileza Belén Grosso

“También le hice un cartel grande con el abecedario y un dibujo en cada letra. Lo pusimos en el comedor. Jugamos a elegir una letra y decir palabras que empiecen con esa letra. A la noche le contamos cuentos y le pedimos que a algunas palabras las lea él”, relata Belén.

Manuel tiene un hermano dos años más grande con quien Belén lo compara: “Cuando Ignacio iba a primero, para la fiesta del 25 de Mayo leyó un texto largo. Hoy, Manu no lee esos textos”.

Es que llevar adelante estos procesos implica un gran desafío para los estudiantes y sus familias, que tienen que entender y acompañar el tiempo de aprendizaje de cada uno de los niños y niñas. Y madres, padres, abuelas, abuelos y hermanos van ayudando desde los conocimientos que cada uno tiene. Algunos no solo saben leer y escribir perfectamente, sino que tienen desarrolladas habilidades que ayudan en este momento. Otros, aprovechan para alfabetizarse con sus hijos o nietos.

En tanto, los y las docentes intentan explicar y guiar a las familias durante el proceso de aprendizaje que cada estudiante va haciendo, a su ritmo y con sus particularidades. Al mismo tiempo, lamentan perderse esos momentos en los que sus alumnos empiezan a leer o escribir: “Son los instantes más gratificantes de nuestro trabajo como maestra y ahora solo los vemos a la distancia”, dice Maite.

Dante y Maite son de Mar del Plata, de la Escuela Municipal Nº15 que funciona en el Barrio Centenario, “un complejo de departamentos que en su mayoría han sido usurpados y donde sus habitantes no tienen agua, ni otros servicios básicos”, ilustra Maite.

Maite, la maestra, transformó el comedor de su casa en un aula, con pizarrón y carteles. Desde ahí da clases en vivo, filma videos explicativos que después comparte en un grupo de Facebook o por WhatsApp o simplemente escribe en el pizarrón lo que sus alumnos y alumnas deben hacer.

Imagen que Maite Campos suele subir a Facebook de su pizarrón con las actividades del día.

Como Maite, Mayra Arias, que trabaja en el colegio Virgen del Carmen, de la localidad bonaerense de Olivos, busca ayudar a las familias, explicando cómo pueden enseñarles a sus hijos e hijas las letras, con audios como este:

Mientras que en las casas, las familias trabajan en pizarras, cuelgan carteles, abecedarios, silabarios, etcétera. Y hacen malabares con el tiempo y los dispositivos para que los estudiantes aprendan a leer y escribir. Las docentes acuerdan en un detalle para nada menor: “casi siempre son las madres las que ayudan a hacer las actividades que enviamos”.

A eso también hay que sumarle que Maite, por ejemplo, tiene en su clase "un caso en los que se están alfabetizando mi alumno, la mamá y los otros dos hermanos que son más grandes pero con retrasos severos. Y otro caso en el que junto con mi alumnos se está alfabetizando su abuela, que es quien lo ayuda con las actividades".

Mayra Arias explicando actividades por audios de WhatsApp / Foto y audio: Gentileza Mayra Arias

Momento mágico: “Seño, pude leer”

“Ya escribo sola el día”, me informa Zoe, alumna de Mayra, por teléfono. Ella tiene 6 años y explica que primero se lo dictaba su mamá, pero ahora solo le dice el número y nombre del día.

Unos minutos después, dirá: “Mi mamá parece mi maestra”. Y tiene razón. En cuarentena los roles se mezclan y superponen. Selene Romero, mamá de Zoe, cuenta: “Me pongo con un cuaderno, le escribo la M y la A y se las pronuncio: MA. Luego le escribo la T y la E y le pronuncio: TE. Las uno y le leo: MATE. Así ella va aprendiendo”.

“Es hermoso ese momento en el que te mandan un audio o video diciendo: ‘Seño, pude leer’ o ‘Seño, pude escribir’. Este año no estoy viendo ese día que hacen el click y empiezan a leer o escribir. Extraño acompañar el proceso de mis alumnos, avanzar con los que pueden, volver hacia atrás con el que lo necesita. Hoy todo es a través de algún adulto”, se lamenta Mayra.

Zoe escribiendo lo que le dicta su mamá Selene / Video: Gentileza Selene Romero

El objetivo que se puso Mayra es que “los chicos sepan el sonido de todas las letras para que cuando volvamos a la escuela podamos avanzar a partir de ahí”. Para lograrlo, tiene que guiar a los adultos para que sean pacientes.

“No es sencillos explicarles a los padres los procesos de aprendizaje de la lectoescritura, donde tienen que respetar las etapas por las que cada niño transita hasta llegar a la escritura convencional. No todos lo van logrando al mismo tiempo y eso representa un gran desafío pedagógico, pero también un tiempo de espera que los padres suelen no comprender fácilmente”, explica Celina Boretti, licenciada en Educación y docente en la escuela Nº25 “Ricardo Güiraldes” del partido bonaerense de San Martín. 

Sin embargo, Zoe, reconoce: “Mi mamá me tiene más paciencia ahora que cuando empezamos a hacer cosas en casa”. Pero la situación no es sencilla: “Hay madres que mandan mensajes que te das cuenta de que están que explotan, que no pueden más. Y ahí hay que contener para poder seguir”, puntualiza Mayra.

Desde la Patagonia hasta Salta

Nicolás Piccoli vive con su mujer y su hijo en General Roca, Río Negro. Vicente tiene 6 años y cursa primer grado en la Escuela del Sur. Cuando ingresó, él sabía las letras y estaba tratando de juntarlas, ver los sonidos y que podía escribir.

“Apenas empezaron las clases, desde el colegio nos dijeron que más adelante nos iban a capacitar para que pudiéramos acompañar el proceso de lectoescritura de nuestros hijos. Pero con la cuarentena todo se aceleró y en una reunión por videollamada nos explicaron el sistema y cómo enseñarles”, recuerda Nicolás. También “nos destacaron la importancia de no marcarles los errores y cuidar que nadie lo hiciera”, aclara.

Vicente haciendo sus actividades / Foto: Gentileza Nicolás Piccoli

A casi dos meses del inicio de la cuarentena, una esquina de la casa de Vicente está dedicada a sus actividades escolares. “En un atril hay un silabario y en el vidrio de la ventana pegamos carteles con los nombres de todos los compañeros, que para él son una referencia para la escritura”, describe Nicolás.

En el último mes, Vicente ya logró leer textos cortos en imprenta mayúscula. “A veces menciona algo, le preguntás cómo lo sabe y nos señala de dónde lo leyó”, cuenta Nicolás. Y reconoce: “Por momentos pienso que es un garrón que aprenda a leer y a escribir acá, sin la referencia y el intercambio con sus pares”.

A miles de kilómetros de la Patagonia, en una comunidad avaguaraní, Xiomara, que tiene la misma edad que Vicente, cursa segundo grado en la escuela Indígena Juan XXIII de la Misión San Francisco, a unos 250 kilómetros de la ciudad de Salta.

En este tiempo, destaca Betiana del Valle Ramón, mamá de Xiomara: “Los papás nos dimos cuenta del rol del docente y de la paciencia que hay que tener. A veces me impaciento y empiezo a levantar la voz, aunque cada vez menos. Yo también estoy aprendiendo a enseñar”.

Xiomara y su mamá, Betiana, trabajando con la pizarra / Video: Gentileza Agustina Bonetto

En enero, Betiana le trajo de regalo una pizarra a su hija. Nunca imaginó que podía convertirse en un elemento tan importante. “En primer grado Xiomara aprendió a reconocer las letras, pero le costaba formar palabras. Este año ya empezó a armarlas y ahora quiere leer”.

Xiomara, además de ir a la escuela, asistía a un centro comunitario donde trabaja la lectoescritura con la Propuesta Mateo, que busca alfabetizar a niños y niñas en contextos vulnerables. Hoy, Xiomara también sigue con las actividades de Mateo.

Betiana suele filmar a Xiomara mientras lee o escribe para después enviarle los videos a la maestra. También suele subir algún video al grupo de padres para que otros se animen. “La maestra contesta por privado. Le manda audios felicitandola, diciéndole que pronto se verán y que su comprensión lectora es muy buena”, cuenta orgullosa. Y destaca: “Muchos chicos han abandonado la escuela pero siguen con las actividades que les propone el centro comunitario”.

La importancia de que los padres no corrijan

Si las familias enfrentan el desafío de enseñar, los docentes deben ingeniárselas para evaluar cuánto están aprendiendo sus estudiantes. 

“Estamos trabajando en implementar estrategias de evaluación que nos permitan un registro, lo más genuino posible, del aprendizaje de la lectoescritura en cada chico, sin la influencia directa del familiar que colabora en las tareas”, explica Celina. Y detalla: “Los padres tienden a mostrar tareas perfectamente hechas y los docentes tienen la dificultad de poder evaluar quién la hizo realmente”.

Josefina, mamá de Milagros, que cursa primer grado en una escuela privada parroquial de San Isidro, reconoce: “Primero quería que las tareas estuvieran perfectas. Pero me di cuenta de que nunca iban a saber lo que Mili realmente había incorporado. Y empecé a enviar las actividades como a ella le salían. Si a la palabra ‘sombrero’ le faltaban dos o tres letras, lo enviaba así”.

Xiomara leyendo una de las actividades de la Propuesta Mateo / Video: Gentileza Agustina Bonetto

Más allá de las actividades que el colegio envía, Josefina se propuso enseñarle a leer a Mili. Cuando empezó el colegio, solo reconocía las letras y pocas sílabas, escribía su nombre y las palabras: mamá y papá. “Hoy ya lee algunas palabras o un par de renglones de textos sencillos”, cuenta Josefina.

Mientras eso ocurre, estudiantes, docentes y familias sueñan con el momento en el que puedan retornar a la escuela. “Cuando vaya de nuevo al colegio voy a estar bien. Me encantaba pintar y el recreo donde desayunabamos y tomábamos jugo”, me dice Zoe. Y Maite imagina “llantos de alegría por volver a vernos y muchos abrazos a la distancia”.

Otra Economía | 2 de junio de 2020

Farmacoop: el primer laboratorio farmacéutico recuperado en el mundo

Presentado por

¡Hola! ¡Martes otra vez! Antes de meternos en el tema de esta semana, les voy a compartir un tip. Esta nota me dio muchas ideas para hacer regalos en cuarentena. Quizás puedas levantar el ánimo de un amigo o un familiar con una sorpresa.

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1

Farmacoop (ex Roux-Ocefa) es el primer laboratorio farmacéutico recuperado en el mundo. Ya cuando leí eso, el caso me llamó mucho la atención. Esta cooperativa apuesta a convertirse en un laboratorio de vanguardia en tecnología farmacéutica con perspectiva social. Desde que comenzó la pandemia, en Farmacoop están produciendo barbijos, alcohol en gel y alcohol al 70%.

  • El laboratorio se fundó en 1935. Se especializaba en sueros, pero también hacía otros productos como cremas, comprimidos, jarabes y gotas. En 2016, la empresa que contaba con 450 trabajadores y dos plantas de producción entró en convocatoria a acreedores. “Lo mas alarmante en ese momento fue que empezaron a cerrar líneas de producción”, dice Bruno Di Mauro, presidente de la cooperativa.
  • En enero de 2017, los trabajadores ocuparon una de las plantas, ubicada en Villa Luro porque se propuso el lock out patronal. La ocupación duró tres meses y medio y allí se planteó la posibilidad de conformarse como cooperativa. “En abril de 2017 apareció una nueva patronal que compró las acciones de la empresa. En febrero de 2018 volvió a cambiar de manos. Y al poco tiempo empezaron los despidos masivos. Estaban vaciando la empresa de empleados y de maquinaria. Los trabajadores instalamos una carpa en el laboratorio de Villa Luro. Retomamos la pelea judicial para reclamar la quiebra de la empresa y conformarnos como cooperativa. El 30 de abril de 2019 nos dieron la continuidad de la empresa a favor de la cooperativa”, resume Di Mauro. Hoy son alrededor de 100 trabajadores.
  • En marzo de este año, los trabajadores de la cooperativa terminaron de acondicionar las plantas y cuando estaba todo listo para volver a generar las habilitaciones de ANMAT llegó la pandemia. Como se suspendió la inspección para producir medicamentos, en estos meses comenzaron con otro producto: alcohol en gel en bidones de cinco litros. Luego sumaron potes de 250 ml. También se encargaron del acondicionamiento y control de calidad de barbijos que hacen cooperativas textiles. Así fue como los trabajadores reconvirtieron la empresa para dar respuesta a la pandemia.
  • Ahora, Farmacoop está articulando con el Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales y un inversor privado para comenzar a producir test serológicos para detectar anticuerpos de Covid. Tras la pandemia, la idea es producir tests de embarazo, de dengue o para detectar sustancias alergénicas en alimentos. Tendrán una capacidad de producción de 25.000 tiras semanales.
  • “Sí o sí queremos tener la habilitación para producir medicamentos. Queremos retomar esa inspección de ANMAT, que no se pudo realizar porque es presencial. Eso nos va a permitir desarrollar los 150 productos que ya hacía el laboratorio. Ahí se nos abre un panorama grande”, señala Di Mauro.

2

Foto: Alfredo Luna/Télam

Tres preguntas a Eduardo "Vasco" Murúa, director de Empresas Recuperadas de la Secretaría de Economía Popular del Ministerio de Desarrollo Social.

  • ¿Por qué es importante fortalecer a las cooperativas en el contexto actual?
    Las empresas recuperadas son un sector importante con 18.000 trabajadores. Hay que sostener esos puestos de trabajo y, cuando salgamos de esta situación, generar más empleo. Hoy las cooperativas están produciendo alimentos, productos para medicamentos y envases, entre otros.
  • ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan las cooperativas?
    Estado destinó recursos para las grandes empresas y pymes, como por ejemplo con el pago de la mitad del salario. Eso no se gestionó con las empresas recuperadas, pero hemos logrado sacar el salario complementario para sostener a los trabajadores que están en peor situación. Hoy las empresas recuperados viven la pandemia como cualquier otra pyme. La principal diferencia es que las cooperativas reparten el excedente de forma igualitaria. Además, estas empresas no solo producen valor, sino que generan un método para que un bien social como una empresa no se liquide y siga siendo capital de la sociedad en su conjunto. No está bien que una empresa se destruya por la voluntad de una persona.
  • ¿Qué oportunidades trae el Programa Recuperar?
    Tiene varias lineas de créditos para compras de maquinarias y para generar nuevos productos. También cuenta con linea de subsidios para empresas que están en una situación económica más complicada. Esta Secretaría trabajará junto a las empresas recuperadas para brindar complementación económica para desarrollar nuevas unidades productivas y así generar empleo. Tras la pandemia, se va a tener que apoyar la recomposición de capital de trabajo y ayudar con las compras de insumos y materias primas.

3

En Argentina hay más de 400 empresas recuperadas que fortalecen el desarrollo local de distintos sectores de la economía social. Brindan espacios de cultura, educación, cuidados y formación; y producen y ofrecen servicios en todo el país: insumos de salud; gastronomía; textiles; metal mecánica; industria plástica; alimentos; servicios industriales; calzado; comunicación; y gráficas.

  • A través del Programa Recuperar, el Ministerio de Desarrollo Social financia máquinas, herramientas e insumos para fábricas con el objetivo de potenciar la producción y sostener el ingreso de trabajadoras y trabajadores. Este programa es una línea de asistencia específica para el sector con financiamiento no bancario a una tasa de interés del 3% anual. También incluye subsidios no reembolsables para empresas en proceso de recuperación o que están iniciando su actividad como cooperativa, para empresas que necesiten volver a ponerse en funcionamiento o para capacitación de los cooperativistas.

4

ASHOKA y la empresa social CODE lanzan la campaña 1 Millón de Barbijos. La idea es generar un espacio de encuentro entre empresas y unidades productivas de la economía social bajo una lógica de reciprocidad. Por un lado, las empresas necesitan abastecerse de barbijos ya que muchas vuelven a retomar sus operaciones. Por otro lado, están las unidades productivas de economía social de todo el país que producen este insumo. CODE articula a las unidades productivas y genera el encuentro con las empresas. Este es el mail de contaco: [email protected]

  • Mariana Faccio, gerente de Relaciones Institucionales y Comunicaciones de Austin Powder Argentina, ya se sumó a la campaña: "Creemos que fortalecer nuestra cadena de valor implica trabajar con proveedores de la economía social haciendo compras inclusivas. En estos meses hemos comprado más de 15.000 barbijos. Tenemos un compromiso de continuidad".

5

A comienzos de abril el precio del tapaboca se disparó, pasando de $350 a $800 en sus máximos, según Tiendanube. El máximo alcanzado es el 10 de abril, justo antes del anuncio del uso obligatorio en CABA. Luego de esa fecha, a medida que se fueron sumando tiendas ofreciendo tapabocas, el precio vuelve a valores similares a los que había a comienzos de la cuarentena.

6

Te invitamos a participar de este encuentro el 10 de junio. Acá podés inscribirte.

  • Esta semana Facebook nos trae dos webinars. El 02/06 a las 12, se va a desarrollar el tema de políticas públicas para apoyar a las MiPyMEs. El 04/06 a las 18 hs tiene planificada la capacitación Construye la identidad de tu negocio en Instagram. La moderadora será Adriana Grinberg,  directora de Instagram, Facebook América Latina.

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Hasta el martes que viene,
Flor.

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Opinión | 2 de junio de 2020

Objetivos climáticos y el rol de la empresa en la recuperación post Covid-19

La pandemia de COVID-19 no debe llevar a que los gobiernos reduzcan sus ambiciones climáticas. Acelerar la transición a una economía sostenible de bajos niveles de carbono puede impulsar la recuperación y, al mismo tiempo, desarrollar resiliencia para el futuro.

Otros países podrían buscar inspiración en Dinamarca en cuanto a iniciativas climáticas que además contribuyan a la recuperación económica. El país está poniendo en práctica medidas reales para lograr su objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 70% para 2030 y llegar a cero emisiones en 2050.

Como directores ejecutivos de corporaciones danesas con presencia global en energías renovables, tecnología hídrica y productos farmacéuticos, respectivamente, hemos sido nombrados por el gobierno danés para presidir “asociaciones público-privadas por el clima”, creadas para impulsar la búsqueda objetivos climáticos. Nuestra tarea ha sido desarrollar estrategias integrales para alcanzar las metas de reducción de emisiones en nuestros respectivos sectores de la manera más eficaz en función de los costes.

Tras haber coordinado estas asociaciones durante los últimos siete meses, tenemos la convicción de que los gobiernos de todo el mundo se beneficiarían mucho de este modelo de colaboración y de nuestras conclusiones específicas sobre cómo hacer que los sectores manufacturero, energético, biotecnológico y de las ciencias de la vida logren casi la neutralidad de carbono para 2030. A medida que los países gastan billones de dólares en proteger empleos y medios de vida durante la pandemia, resulta crucial que den forma a ese estímulo de maneras que aseguren una recuperación sostenible en el largo plazo.

La Organización Mundial de la Salud estima que el capital anual necesario para cumplir las metas de emisiones de carbono del Acuerdo climático de París asciende a cerca del 1% del PIB global por año. Por consiguiente, los gobiernos deberían capitalizar la actual oportunidad de trazar planes de recuperación de medio y largo plazo hacia el doble objetivo del estímulo financiero y la descarbonización.

La búsqueda de ambas metas al mismo tiempo no es solo un imperativo moral. También tiene sentido en lo económico. Los gobiernos necesitan con urgencia destrabar la capacidad del sector privado de innovación e inversión, partiendo con objetivos de reducción de emisiones concretos y ambiciosos para 2030 y 2050. Una vez esos objetivos se hayan establecido, los gobiernos deberían involucrar a las empresas en el desarrollo de estrategias de descarbonización específicas por sector.

La lógica de aprovechar el sector privado es sencilla. Los líderes de negocios están en la mejor posición para identificar estrategias de reducción de carbono económicamente sólidas dentro de sus propios sectores y conocen de primera mano lo que necesitan de sus gobiernos para destrabar las inversiones privadas. Eso es lo que llamamos la fórmula danesa de colaboración público-privada.

Los análisis que hemos realizado en nuestras asociaciones por el clima revelan oportunidades que hace solo unos años se habrían considerado impensables. Al aplicar y elevar la escala de tecnologías que ya existen de una manera eficaz en función de los costes, los sectores manufacturero, energético, biotecnológico y de las ciencias de la vida podrían alcanzar la neutralidad de carbono para 2030.

Además, estos sectores también cuentan con tecnologías y servicios con el potencial de impulsar las reducciones de carbono en otros sectores, como productos y servicios con ahorro de energía y el reemplazo de combustibles fósiles con electricidad verde para descarbonizar el transporte y otros sectores de la industria.

Por ello nuestras recomendaciones tienen aplicaciones globales tanto para países en una etapa temprana de descarbonización como para aquellos que ya están bien avanzados en ese proceso. La primera medida clave es que los gobiernos deberían fijar objetivos nacionales ambiciosos de reducción de emisiones para cada sector económico, con lo que darían transparencia y certidumbre de largo plazo para las compañías y los inversionistas.

Segundo, todos los países tienen que crear las condiciones para un aumento importante de la producción de energías renovables, la electrificación verde y la mejora de la eficiencia energética. Los negocios “amigables con el medio ambiente” son buenos negocios: la energía eólica y solar son hoy las opciones más baratas para dos tercios del planeta, y la eficiencia energética mejora la competitividad económica al tiempo que beneficia a los consumidores.

Tercero, nuestros gobiernos deberían ajustar sus marcos normativos para elevar al máximo la inversión en tecnologías innovadoras –como bombas de calor, hidrógeno renovable y biocombustibles- a través de un mayor nivel de investigación, desarrollo y despliegue público y privado.

De manera similar, se debería reformar las adquisiciones públicas y las políticas fiscales para fortalecer los incentivos que promuevan actividades e inversiones bajos en carbono. Y las empresas de todo el mundo deben asumir la responsabilidad más allá de sus propias emisiones directas, presionando para que sus cadenas de suministro globales impulsen reducciones parecidas.

Más allá de estas recomendaciones generales, estamos más que dispuestos a compartir detalles con gobiernos y otras empresas sobre nuestros planes de acción específicos para descarbonizar los sectores manufacturero, energético, biotecnológico y de las ciencias de la vida de manera tan eficaz en función de los costes como sea posible.

Recomendamos a las autoridades y a los líderes empresariales que se basen en estas lecciones al buscar modos de fomentar la recuperación económica y acelerar la transición hacia un mundo menos contaminante.

En términos colectivos, debemos asegurarnos de que la pandemia de COVID-19 no nos retrotraiga al mismo estilo de “negocios como de costumbre” que generó la crisis climática. Al aplicar el modelo y los principios que hemos enunciado, todas las sociedades pueden hacer más que solo recuperarse; pueden también ponerse en forma para el futuro. Ese es el enfoque correcto, tanto en lo ambiental como en lo económico.

Henrik Poulsen es Director Ejecutivo de Orsted. Mads Nipper es Director Ejecutivo de Grundfos. Lars Fruergaard Jorgensen es Director Ejecutivo de Novo Nordisk.

© Project Syndicate 1995–2021.

Opinión | 4 de junio de 2020

Una respuesta a la crisis del COVID-19 para los pobres del mundo

Los líderes del G20 deben reunirse urgentemente para acordar una respuesta global mejorada y más coordinada a la crisis de COVID-19. Aunque los bloqueos se están reduciendo en muchos lugares, el número diario de nuevos casos de COVID-19 en todo el mundo alcanzó recientemente su nivel más alto hasta ahora, mientras que la devastadora carga económica de la pandemia continúa aumentando a medida que surgen nuevos epicentros en el mundo emergente y en desarrollo.

Estamos en un momento crítico, porque los países más pobres de África, Asia y América Latina enfrentan emergencias económicas y de salud pública que exigen medidas inmediatas. Un grupo diverso de economías de ingresos medios también necesita ayuda. Juntos, estos países representan casi el 70% de la población mundial y representan aproximadamente un tercio del PIB mundial.

Sus necesidades se agudizarán en los meses y años venideros. La Organización Internacional del Trabajo espera que las horas de trabajo globales en el segundo trimestre de 2020 estén un 10.5% por debajo de los niveles anteriores a la crisis, lo que equivale a la pérdida de más de 300 millones de empleos a tiempo completo. Y, por primera vez en este siglo, la pobreza mundial está aumentando.

De hecho, una recesión global podría revertir hasta tres décadas de mejoras en los niveles de vida y, según una estimación, empujar a 420-580 millones de personas a la pobreza en todo el mundo. Además, el Programa Mundial de Alimentos advirtió que COVID-19 probablemente duplicará el número de personas que padecen hambre aguda, a 265 millones.

La pandemia también ha dado lugar a la mayor emergencia educativa de nuestra vida, con 1.700 millones de niños, más del 90% del total mundial, que no asistieron a la escuela debido a los cierres patronales. En los países pobres, muchos nunca pueden regresar. Millones de niños que ya no reciben comidas escolares pasan hambre y los gobiernos con problemas de liquidez están reduciendo la ayuda educativa.

Esta emergencia económica y social global no terminará hasta que superemos la emergencia sanitaria mundial. Y eso requerirá superarlo en todos los países.

Damos la bienvenida a las promesas por un total de $ 8 mil millones en una cumbre virtual especial del 4 de mayo para desarrollar vacunas, diagnósticos y tratamientos COVID-19, e instamos a los gobiernos y otros donantes a pagar estas contribuciones de inmediato. Pero queda mucho por hacer.

La coordinación global es particularmente importante en el desarrollo, la fabricación en masa y la distribución equitativa de cualquier vacuna eventual. Y, dado que dicha vacuna debe estar disponible de manera universal y gratuita, instamos a todos los miembros del G20 a que apoyen la reposición de fondos para Gavi, la Alianza de Vacunas, en una conferencia de promesas en línea el 4 de junio.

En una línea similar, la capacidad de prueba de COVID-19 debe incrementarse y desplegarse a una escala mucho mayor. Además, una colaboración transfronteriza más estrecha es esencial para aumentar el suministro mundial limitado de equipos médicos vitales. Los países en desarrollo también necesitan apoyo para desarrollar sus sistemas y capacidades de salud, y para mejorar sus redes de seguridad social. Y los países del G20 deberían apoyar el llamamiento de las Naciones Unidas para proteger a los refugiados, las personas desplazadas y otras personas que dependen de la ayuda humanitaria.

Como reflejo del deterioro económico y fiscal sin precedentes en muchas economías emergentes y en desarrollo, más de 100 países han pedido ayuda al Fondo Monetario Internacional. Más probablemente lo hará. Pero aunque el FMI ha dicho que estos países necesitan $ 2.5 billones para superar la crisis, solo se ha asignado una fracción de esa cantidad.

Entonces, si bien acogemos con beneplácito las buenas intenciones en el corazón del plan de acción COVID-19 del G20, los líderes mundiales deben hacer más.

Primero, el alivio de la deuda de los 76 países de la Asociación Internacional de Fomento debe ampliarse radicalmente para incluir el alivio de los acreedores bilaterales y privados hasta el final de 2021. Además, los acreedores multilaterales deben demostrar que están proporcionando nuevos préstamos netos; si no, deben proporcionar alivio de la deuda. Y debido a que se está acabando el tiempo para que los acreedores privados otorguen alivio de la deuda voluntariamente, ahora se debe considerar un nuevo enfoque vinculante.

Mientras tanto, una docena o más de economías de mercados emergentes pueden encontrarse con problemas de servicio de la deuda en los próximos meses. El FMI debería prepararse ahora para reunir a las partes relevantes.

En segundo lugar, el G20 debería acordar que se proporcionarán los $ 2.5 billones de apoyo necesarios. Esto requerirá que el FMI, el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo aumenten sus límites máximos de préstamos y subvenciones, y los bancos multilaterales de desarrollo aumentarán su cartera de préstamos pendientes en los próximos 18 meses de $ 500 mil millones a $ 650-700 mil millones. Estas instituciones deben asegurar mayores recursos y permitir un despliegue más ambicioso de su capital para que puedan actuar adecuadamente.

Todo esto hace imprescindible una nueva emisión de Derechos Especiales de Giro (el activo de reserva global del FMI) y la transferencia de asignaciones existentes no utilizadas y nuevas a países desesperados por apoyo. Un nuevo problema de DEG liberaría $ 600 mil millones de inmediato, y más de $ 1 billón para 2022. El G20 debería reunir el apoyo político para esta medida y emprender el trabajo técnico necesario, para que pueda implementarse tan pronto como se llegue a un acuerdo.

En la primera etapa de la crisis de COVID-19, se hizo hincapié en la provisión de liquidez, la protección del empleo y las inversiones de emergencia en salud. Ahora, a medida que los encargados de formular políticas buscan devolver la economía mundial a los niveles de crecimiento anteriores a la crisis, es vital una mejor coordinación fiscal y monetaria.

Por lo tanto, los gobiernos deberían considerar establecer un objetivo de crecimiento global junto con los objetivos nacionales de inflación. La inversión verde debe ser parte del estímulo, y los gobiernos deben favorecer los proyectos de infraestructura que promuevan el desarrollo sostenible y, por lo tanto, ayuden a combatir el cambio climático.

Para recaudar ingresos vitales para los gobiernos nacionales, los líderes mundiales deberían acordar una estrategia coordinada para recuperar el dinero perdido para los paraísos fiscales. Los países deben intercambiar automáticamente información tributaria, levantar el velo del secreto que rodea a los beneficiarios y fideicomisos beneficiarios y sancionar a los países que no cumplen con los requisitos y que se niegan a implementar las reglas acordadas.

COVID-19 es un llamado de atención para que el mundo construya un multilateralismo nuevo y más efectivo que esté equipado para enfrentar los desafíos del siglo XXI. La arquitectura financiera y de salud global debe ser reforzada, y en parte rediseñada, para mejorar nuestra preparación y capacidad para combatir crisis futuras rápidamente y a escala. La acción adicional del G20 para evitar que la recesión inducida por la pandemia se profundice y mitigar su impacto en las personas más pobres del mundo, avanzaría en este objetivo. Instamos a sus líderes a aceptar lo que debe hacerse ahora.

Gordon Brown, ex primer ministro del Reino Unido, es Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Global y Presidente de la Comisión Internacional de Financiación de la Oportunidad de Educación Global. Erik Berglöf, ex economista jefe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, es Director del Instituto de Asuntos Globales de la London School of Economics and Political Science. Helen Clark, ex primer ministro de Nueva Zelanda, es ex administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Ngozi Okonjo-Iweala, ex ministro de finanzas de Nigeria, es presidente de la Junta de Gavi, la Alianza de Vacunas y Miembro Distinguido de la Iniciativa de Crecimiento de África en la Brookings Institution.

© Project Syndicate 1995–2021.

Actualidad | 9 de junio de 2020

Foto: UCA. Intervención: Pablo Demrose

El impacto humanitario y social de la cuarentena en los niños y adolescentes

La cuarentena tendrá costos significativos en el desarrollo humano y social de los niños, niñas y adolescentes argentinos. Esa es una de las conclusiones del nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que además revela que 6 de cada 10 chicos viven en hogares que están en una situación de pobreza, medido de acuerdo a sus ingreso. La UCA estima incluso que la cifra crecerá después de la pandemia.

“Es relevante tener presente que el diagnóstico que se ofrece remite al tiempo previo a la pandemia del COVID-19 y en tal sentido probablemente se esté subestimando la incidencia de carencias en los procesos de socialización de niños, niñas y adolescentes que al momento de publicarse este informe transitan por una larga cuarentena y tiempo de aislamiento y distanciamiento social”, advierte el informe.

El estudio destaca que si bien es cierto que son una de las poblaciones menos expuestas a la mortalidad por el coronavirus, el aislamiento social obligatorio deja expuestas sus carencias de sociabilidad y crianza.

Algunos datos reveladores

  • Seis de cada diez chicos argentinos no hace deportes ni actividades físicas extra escolares.
  • Más del 80% no está expuesto a la formación en el arte, y con ello el encuentro con grupos de pares. Simplemente no tienen acceso a espacios. La UCA dice que e trata de un importante déficit previo al aislamiento social que probablemente se profundice.
Fuente: ODSA/UCA

Crianza, familia y cultura

  • Cuatro de cada 10 chicos y chicas no tienen a nadie que les lea cuentos y no tienen libros infantiles en casa.
  • Los hijos e hijas de los trabajadores marginales tenían casi siete chances menos de tener libros infantiles en casa frente a los hijos/as de los profesionales de clase media. La brecha casi se triplicó desde 2010.
  • A casi dos de cada diez chicos menores de 12 no le festejaron su último cumpleaños. La situación es mucho peor para los chicos pobres.
Fuente: ODSA/UCA

Crianza y violencia en los hogares

  • Uno de cada cuatro niños y adolescentes vive en hogares donde se usa la violencia física como modo de disciplinar.
  • 6,6 % sufre de violencia verbal y en más de dos tercios de los hogares se observan las prácticas de la penitencia y el alza de la voz.
Fuente: ODSA/UCA

El informe hace hincapié en que el maltrato, acciones violentas y comentarios negativos son factores importantes en los procesos de socialización y ejercen un efecto negativo en el desarrollo personal y social del niño/a.

Para leer el informe completo de la UCA, hacé click acá.

Barrios populares: qué necesitan con más urgencia

Opinión | 12 de junio de 2020

El contrato social pospandemia

COVID-19 ha exacerbado las fallas profundas en la economía global, exponiendo claramente las divisiones y desigualdades de nuestro mundo actual. También ha multiplicado y amplificado las voces de quienes piden reformas de gran alcance. Cuando incluso el conjunto de Davos está emitiendo llamados para un "restablecimiento global del capitalismo", se sabe que los cambios están en marcha.

Hay algunos hilos comunes que se ejecutan en las agendas políticas recientemente propuestas: para preparar a la fuerza laboral para las nuevas tecnologías, los gobiernos deben mejorar los programas de educación y capacitación e integrarlos mejor con los requisitos del mercado laboral. Se debe mejorar la protección social y el seguro social, especialmente para los trabajadores en la economía de las app y en los arreglos de trabajo informales.

En términos más generales, la disminución del poder de negociación de los trabajadores en las últimas décadas apunta a la necesidad de nuevas formas de diálogo social y cooperación entre empleadores y empleados.

Se deben introducir impuestos progresivos mejor diseñados para abordar la ampliación de la desigualdad de ingresos. Las políticas antimonopolio deben revitalizarse para garantizar una mayor competencia, particularmente en lo que respecta a las plataformas de redes sociales y las nuevas tecnologías.

El cambio climático debe abordarse de frente. Y los gobiernos deben desempeñar un papel más importante en el fomento de nuevas tecnologías digitales y verdes.

En conjunto, estas reformas cambiarían sustancialmente la forma en que operan nuestras economías. Pero no alteran fundamentalmente la narrativa sobre cómo deberían funcionar las economías de mercado; ni representan una desviación radical para la política económica. Lo más crítico es que eluden el desafío central que debemos abordar: reorganizar la producción.

Nuestros problemas económicos centrales (pobreza, desigualdad, exclusión e inseguridad) tienen muchas raíces. Pero se reproducen y refuerzan diariamente en el curso de la producción, como un subproducto inmediato de las decisiones de las empresas sobre empleo, inversión e innovación.

En el lenguaje economista, estas decisiones están plagadas de "externalidades": tienen consecuencias que se extienden a otras personas, empresas y partes de la economía.

Las externalidades pueden ser positivas: piense en aprender los efectos indirectos de la investigación y el desarrollo, que son bien reconocidos (y constituyen la justificación de los créditos fiscales y otros subsidios públicos). Las externalidades negativas obvias son la contaminación ambiental y los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero en el clima.

Tales efectos indirectos también incluyen lo que podría llamarse externalidades de "buenos trabajos". Los “buenos trabajos” son aquellos que son relativamente estables, que pagan lo suficientemente bien como para sustentar un nivel de vida razonable con cierta seguridad y ahorro, garantizan condiciones de trabajo seguras y ofrecen oportunidades para el progreso profesional. Las empresas que las generan contribuyen a la vitalidad de sus comunidades.

Por el contrario, la escasez de buenos empleos a menudo conlleva altos costos sociales y políticos: familias rotas, abuso de sustancias y delincuencia, así como una disminución de la confianza en el gobierno, los expertos y las instituciones, la polarización partidista y el nacionalismo populista. También hay claras ineficiencias económicas, ya que las tecnologías que mejoran la productividad permanecen reprimidas en algunas empresas y no se extienden, lo que contribuye a un crecimiento salarial general anémico.

Las decisiones de las empresas acerca de cuántos trabajadores emplear, cuánto pagar y cómo organizar el trabajo no afectan solo el resultado final. Cuando una empresa decide automatizar su línea de producción o externalizar parte de su producción a otro país, la comunidad local sufre daños a largo plazo que no son "internalizados" por sus gerentes o accionistas.

La suposición implícita detrás de gran parte de nuestro pensamiento actual, así como el del modelo tradicional de estado de bienestar, es que los "buenos trabajos" de la clase media estarán disponibles para todos con las habilidades adecuadas. Desde esta perspectiva, la estrategia adecuada para fomentar la inclusión es una que combine el gasto en educación y capacitación, un sistema progresivo de impuestos y transferencias y el seguro social contra riesgos idiosincráticos como el desempleo, la enfermedad y la discapacidad.

Pero la inseguridad económica y la desigualdad de hoy son problemas estructurales. Las tendencias seculares en tecnología y globalización están vaciando la mitad de la distribución del empleo. El resultado son más trabajos malos que no ofrecen estabilidad, salarios suficientes y progresión profesional, y mercados laborales permanentemente deprimidos fuera de los principales centros metropolitanos.

Abordar estos problemas requiere una estrategia diferente que aborde la creación de buenos empleos directamente. La responsabilidad debería recaer en las empresas para internalizar las repercusiones económicas y sociales que causan. لعبة بلاك جاك اون لاين مجانا Por lo tanto, el sector productivo debe estar en el corazón de la nueva estrategia.

Dicho sin rodeos, debemos cambiar lo que producimos, cómo lo producimos y quién tiene voz en estas decisiones. Esto requiere no solo nuevas políticas, sino también la reconfiguración de las existentes.

Las políticas activas del mercado laboral diseñadas para aumentar las habilidades y la empleabilidad deben ampliarse a asociaciones con empresas y dirigirse explícitamente a la creación de buenos empleos. Las políticas industriales y regionales que actualmente se centran en incentivos fiscales y subsidios a la inversión deben reemplazarse por servicios y servicios comerciales personalizados para facilitar la creación de empleo al máximo.

Los sistemas nacionales de innovación deben ser rediseñados para orientar las inversiones en nuevas tecnologías en una dirección más favorable al empleo. Y las políticas para combatir el cambio climático, como el Acuerdo Verde Europeo, deben estar explícitamente vinculadas a la creación de empleo en las comunidades rezagadas.

Un nuevo orden económico requiere un quid pro quo explícito entre las empresas privadas y las autoridades públicas. Para prosperar, las empresas necesitan una fuerza laboral confiable y calificada, una buena infraestructura, un ecosistema de proveedores y colaboradores, fácil acceso a la tecnología y un régimen sólido de contratos y derechos de propiedad. La mayoría de estos se proporcionan a través de la acción pública y colectiva, que es el lado del trato del gobierno.

Los gobiernos, a su vez, necesitan que las empresas internalicen las diversas externalidades que sus decisiones laborales, de inversión e innovación producen para sus comunidades y sociedades. العاب الربح Y las empresas deben cumplir con su parte del trato, no como una cuestión de responsabilidad social corporativa, sino como parte de un marco regulatorio y de gobierno explícito. العب اون لاين مجانا

Sobre todo, una nueva estrategia debe abandonar la separación tradicional entre las políticas favorables al crecimiento y las políticas sociales. Un crecimiento económico más rápido requiere la difusión de nuevas tecnologías y oportunidades productivas entre las empresas más pequeñas y segmentos más amplios de la fuerza laboral, en lugar de limitar su uso a una élite estrecha. Y mejores perspectivas de empleo reducen la desigualdad y la inseguridad económica de manera más efectiva que la redistribución fiscal sola. En pocas palabras, el crecimiento y las agendas sociales son lo mismo.

Dani Rodrik, profesor de Economía Política Internacional en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, es el autor de Straight Talk on Trade: Ideas for a Sane World Economy. Stefanie Stantcheva es profesora de economía en la Universidad de Harvard.

© Project Syndicate 1995–2021.

Opinión | 18 de junio de 2020

Cómo garantizar los derechos económicos, sociales y culturales en la crisis del coronavirus

El más que probable incremento de la pobreza y la desigualdad que se dará tras la pandemia de la covid-19 hace recordar la importancia de la Carta Universal de los Derechos Humanos.

Dicha carta fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en uno de los peores momentos del siglo XX, apenas tres años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Pero fue el punto de partida de una nueva convivencia. Hoy es el momento de recuperarla, dado que estamos ante uno de los desafíos mundiales de mayor dimensión desde entonces.

Pactos y protocolos

Para desarrollar la Carta Universal de los Derechos Humanos se aprobaron, en 1976, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDPC). Con estos pactos se desarrollaron diversos protocolos, que son de obligado cumplimiento para los países que los han ratificado.

En 1976, la gran mayoría de los países se comprometieron con la defensa de los derechos civiles y políticos. Además, en 1989 se desarrolló un protocolo especial para la abolición de la pena de muerte.

El compromiso con los derechos económicos, sociales y culturales contenido en el PIDESC tuvo que esperar 32 años, pues el Protocolo Facultativo para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales solo se ratificó en 2008.

Algunos países, entre ellos Estados Unidos, no lo han ratificado y otros, como Arabia Saudí, Sudán, Tanzania o Botswana, ni siquiera lo han suscrito. España, en cambio, ha ratificado ambos protocolos.

¿Cómo se hacen efectivos los derechos económicos, sociales y culturales?

Es frecuente que los derechos económicos, sociales y culturales se resientan en tiempos de crisis. Todavía permanece en el recuerdo la crisis de la zona euro entre 2009 y 2012.

Los estados deben garantizar a la ciudadanía el cumplimiento y disfrute de estos derechos. No se trata solo de impedir que se violen, sino de garantizar que las personas puedan ejercerlos. Dicho de otra forma, los estados tienen la obligación de hacer lo que sea necesario para que los ciudadanos puedan disfrutar de sus derechos.

En 1999 el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales estableció las “Observaciones Generales” para determinar cuáles eran las mejores formas de desarrollarlos. Entre ellas destacan:

  • Obligación de respetar. Los estados no han de hacer nada que afecte negativamente el disfrute de un derecho económico por parte de la sociedad. Por ejemplo, en cuanto al derecho a la alimentación, no habrían de llevar a cabo medidas que malgasten el agua o utilicen alimentos para fines no alimentarios. En el caso del maíz, debe ser empleado para alimentar antes que para fabricar biocombustibles que sustituyan al petróleo.
  • Obligación de proteger. Los estados tienen que diseñar políticas que protejan los derechos económicos. Siguiendo con el ejemplo del derecho a la alimentación, un estado debe desarrollar políticas encaminadas a la conservación del medioambiente, la producción de alimentos sanos y nutritivos, etc.
  • Obligación de facilitar. Cuando no es suficiente con respetar y proteger, hay que intervenir. Por ejemplo, si un país no tiene suficientes alimentos para su población, habrá que solicitar ayuda alimentaria del exterior o importar alimentos.

La gestión de la crisis del coronavirus y los derechos económicos

Esta triple crisis sanitaria, económica y social pone de manifiesto la importancia de los derechos económicos, sociales y culturales.

Por ello hay que evitar que suponga un recorte de derechos o un olvido (o incumplimiento) de los compromisos internacionales con la Carta Universal de los Derechos Humanos.

Ya ocurrió así hace más de una década y ese error no se puede repetir. La crisis de 2009-2012 de la zona Euro se saldó con fuertes recortes. En los países más golpeados, las políticas de austeridad afectaron de forma muy importante a la sanidad, la educación y la lucha contra la exclusión social.

También erosionaron el trabajo decente, el acceso a la vivienda e incluso servicios básicos como la alimentación.

El confinamiento ha mostrado que el impacto no es igual para todos. Depende de los derechos económicos que se tengan previamente y del compromiso del Estado para garantizarlos.

El trabajo decente, una cuestión individual, pero también social

Los trabajadores informales de América Latina (y no digamos de África) se enfrentan a un enorme riesgo de contagio. Estas personas tienen que salir cada día a buscarse la vida para poder comer. El dinero del que disponen lo consiguen diariamente en sus actividades callejeras.

No tienen ni un salario ni ahorros para sobrevivir confinados. Esto hace que aumente su exposición al virus, y las posibilidades de contagio y expansión de la enfermedad en su comunidad.

La ausencia del derecho al “trabajo decente” es un problema del individuo (que se puede contagiar) pero también de la sociedad (porque se resienten la salud pública, el sistema sanitario y el sistema económico y social del país).

El destino de quienes han conseguido mantener el empleo y el de aquellos que lo han perdido también será diferente. Para evitar que los más perjudicados caigan bajo la línea de la pobreza y la exclusión social, va a ser necesaria una poderosa política de protección ante el desempleo.

No se puede olvidar que los tiempos de pandemia también deben ser tiempos de derechos económicos y sociales. A mediados del siglo XX la Declaración Universal de los Derechos Humanos sentó las bases de la reconstrucción posbélica. Ahora, los Derechos Económicos, Sociales y Culturales deben ser el pilar sobre el que se apoye la reconstrucción tras la pandemia de la covid-19.

Ángeles Sánchez Díez, Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid.

© The Conversation. Republicado con permiso.

Opinión | 23 de junio de 2020

El sexismo en los algoritmos: una discriminación subestimada

A pesar del auge del feminismo en los últimos años, los efectos negativos y generalizados del sexismo en la inteligencia artificial suelen ser subestimados.

Lejos de ser minoritario, el sexismo, y la discriminación que éste genera, impregna hoy en día el funcionamiento de los algoritmos de inteligencia artificial. Esto es un problema porque cada vez usamos más algoritmos para tomar decisiones cruciales sobre nuestras vidas. Por ejemplo, quién puede acceder y quién no a una entrevista de trabajo o a una hipoteca.

Sexismo en los algoritmos

La literatura científica que estudia la presencia de sesgos y errores en los algoritmos de aprendizaje automático está todavía en sus primeras etapas, pero los resultados son muy preocupantes.

Se ha comprobado que los algoritmos heredan los sesgos de género que imperan en nuestra sociedad. Como veremos a continuación, los sesgos humanos llevan a errores sistemáticos en los algoritmos. Es más, a menudo estos sesgos tienden a incrementarse debido a la gran cantidad de datos que manejan los algoritmos y a su uso generalizado.

Por ejemplo, en un estudio en el que se aplicaron técnicas de aprendizaje automático para entrenar a una inteligencia artificial utilizando Google News, se resolvió la analogía “hombre es a programador de ordenadores lo que mujer es a x”. La respuesta automática fue que “x = ama de casa”.

De manera similar, otro hallazgo inquietante fue el que se observó en un algoritmo entrenado con texto tomado de internet. Éste asociaba nombres femeninos como Sarah con palabras atribuidas a la familia, tales como padres y boda. En cambio, nombres masculinos como John tenían asociaciones más fuertes con palabras atribuidas al trabajo, como profesional y salario.

Amazon también tuvo que eliminar su algoritmo de selección de personal porque mostraba un fuerte sesgo de género, penalizando los CV que contenían la palabra mujer.

El sexismo también se cuela en los algoritmos de búsqueda de imágenes. Por ejemplo, una investigación mostró que en Bing se recuperan fotos de mujeres más a menudo al utilizar en las búsquedas palabras con rasgos cálidos, como por ejemplo, sensible o emocional. Por el contrario, palabras con rasgos de competencia, tales como inteligente o racional, están más representados por fotos de hombres. Es más, al buscar la palabra persona se recuperan más a menudo fotos de hombres que de mujeres.

En otro trabajo se observó que el algoritmo asociaba imágenes de compras y cocinas con mujeres. Así, deducía que “si está en la cocina, es mujer” la mayor parte de las veces. En cambio, asociaba imágenes de entrenamiento físico con hombres.

Además de los datos de texto y las imágenes, las entradas e interacciones que realizan los usuarios también refuerzan y nutren el aprendizaje de sesgos de los algoritmos. Un ejemplo de ello lo confirmó un trabajo en el que se observaba que los temas relacionados con la familia y las relaciones románticas se discuten mucho más frecuentemente en los artículos de Wikipedia sobre las mujeres que sobre los hombres. Además, la biografía de mujeres tiende a estar más vinculada (mediante enlaces) a la de los hombres que viceversa.

Sesgo algorítmico en lenguas con género

Hasta la fecha los estudios que se han centrado en examinar el sesgo de género lo han hecho casi exclusivamente analizando el funcionamiento de los algoritmos con el idioma inglés. Sin embargo, esta lengua no tiene género gramatical.

En inglés, la maestra simpática y el maestro simpático se dice igual: the nice teacher. Por tanto, cabe preguntarse qué ocurre con lenguas como el español, que sí tiene género gramatical.

La investigación al respecto ha encontrado sesgos de género al traducir del inglés a idiomas con género gramatical como el nuestro. Por ejemplo, un estudio mostró que al traducir la palabra lawyer del inglés al español había una asociación automática más fuerte con la palabra abogado que abogada. Por el contrario, la palabra nurse estaba más relacionada con la palabra enfermera que enfermero. En principio tendría que haber asociado ambas traducciones con idéntica probabilidad.

A pesar de las numerosas críticas de los últimos años, los sesgos que se producen al traducir desde una lengua sin género gramatical, como el inglés, a una con género gramatical, como el español, se siguen dando hoy en día en algunos traductores automáticos como, por ejemplo, DeepL (ver Figura 1).

Algunos traductores como Google Translate han introducido correcciones. Hoy en día traducen con el masculino genérico un conjunto de palabras (ver Figura 2), pero han incorporado también el desdoblamiento por género femenino y masculino de palabras e incluso frases cortas (ver Figura 3).

¿Qué solución tiene?

En la actualidad, se están desarrollando iniciativas y estándares destinados a abordar el problema de los sesgos algorítmicos. Pero, por el momento, la mayor parte de los sistemas de inteligencia artificial presenta sesgos.

La investigación sugiere que subestimamos los sesgos presentes en las máquinas e incluso tendemos a considerar más justas y preferir las recomendaciones de los algoritmos a las de los humanos. Pero, ¿realmente queremos delegar nuestras decisiones en algoritmos que asocian mujer con ama de casa? IBM predice que “sólo la inteligencia artificial que esté libre de sesgos sobrevivirá”.

Naroa Martinez es investigadora Posdoctoral, Universidad de Deusto, Bilbao. Helena Matute es catedrática de Psicología de la misma universidad.

© The Conversation. Republicado con permiso.