Por qué vivir nuevas experiencias nos hace sentir que el tiempo “se detiene” - RED/ACCIÓN

Por qué vivir nuevas experiencias nos hace sentir que el tiempo “se detiene”

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Una reciente investigación encontró que cuanto más memorable es una imagen que vemos, más probable es que pensemos que la estuvimos mirando durante más tiempo del que realmente pasó. Los hallazgos explican más sobre cómo nuestro cerebro percibe el tiempo y cómo puede variar de persona a persona.

Nos cuesta recordar qué hicimos un martes corriente de la semana anterior, mientras que algunos recuerdos de la infancia son vívidos aunque hayan sido de apenas unos minutos. Sucede que en el terreno de la memoria no todo es medible según cuánto corrieron las agujas del reloj. Casi que es todo lo contrario. De hecho, una investigación reciente echó luz sobre cómo la percepción del tiempo está dada por las experiencias que tenemos.

Según detallaron en una publicación en la revista Nature Human Behavior, los psicólogos Alex Ma, Ayana Cameron y Martin Wiener realizaron cuatro experimentos en los que 170 voluntarios observaron diferentes tipos de imágenes y estimaron cuánto tiempo pasaba mientras tanto. En los dos primeros, los participantes observaron fotografías con distintos grados de tamaño y desorden: algunas eran grandes y otras estaban desordenadas. Por ejemplo, una de las imágenes era de una oficina desordenada. Luego, reportaron cuánto tiempo creían que había pasado.

En las dos segundas pruebas, los voluntarios miraron fotografías y luego estimaron cuánto tiempo creían que las habían estado mirando, así como cuán memorables creían que eran. Al día siguiente volvieron al laboratorio para realizar una prueba de memoria y ver si podían identificar las imágenes que habían observado.

En efecto, los resultados mostraron que las personas tendían a sobreestimar la cantidad de tiempo que veían escenas desordenadas, mientras que subestimaban la cantidad de tiempo que veían áreas ordenadas. Además, las escenas de mayor tamaño parecían dilatar el tiempo.

"Cuando vemos cosas que son más importantes o relevantes, como cosas que son más memorables, dilatamos nuestro sentido del tiempo para obtener más información", dijo a The Guardian el profesor Martin Wiener, coautor del estudio con sede en la Universidad George Mason, Estados Unidos.

En diálogo con Scientific American, el investigador agregó: "Cuanto más tiempo pensaba una persona que había pasado [cuando miraba la imagen] el día anterior", más probable era que lo recordara, "a pesar de que todas las imágenes se presentaron durante la misma cantidad de tiempo".

Estos hallazgos van en contra de la creencia en que el tiempo pasa "más rápido" cuando alguien está pasando un buen momento y "más lento" cuando está aburrido, analiza MedicalXPress.

No obstante, como advierte Science Alert, lo que hace que una imagen sea memorable puede ser muy personal. “Otros estudios muestran que las imágenes que consideramos emocionales pueden distorsionar el tiempo, lo cual tiene sentido porque las partes del cerebro que procesan el tiempo también regulan las emociones. Así que hay mucho más que entender sobre cómo nuestro cerebro percibe el tiempo y cómo varía de persona a persona”.

En efecto, según Wiener, lo que sugiere el estudio “es que si queremos que el tiempo sienta que las cosas están tardando más, debemos buscar cosas que sean en sí mismas más memorables. Y con esto me refiero a cosas que son novedosas, interesantes y nuevas para nosotros. Esta es la razón por la que unas vacaciones pueden parecer durar mucho más que, digamos, la cantidad equivalente de tiempo durante las rutinas diarias".