Hace poco me contaron que Papá Noel, el original, no iba necesariamente vestido de colorado, de rojo, sino que hoy lo conocemos así por una famosa marca de gaseosas que le pidió a un dibujante un Papá Hecho a su medida. ¿De qué color era Santa inicialmente? No lo sé, pero somos muchos los que creemos que sería bueno que sea azul.
En los últimos tiempos la humanidad ha crecido en ternura, en afecto, en sensibilidad, en ciencia, en medicina, en tecnología. Hemos descubierto nuevos modos de ser, de sentir y de pensar. Y de encontrarnos entre nosotros. Chicos y chicas que en apariencia estaban “fuera” de nuestro universo (y que en realidad no estaban en otro mundo, sino en el nuestro) hoy sabemos que se trataba del autismo. Y ahí empezamos a hablar de autismo.
Pregunté una vez por qué el color azul identifica al autismo. Me contaron que las manifestaciones ligadas al autismo se veían de un modo tormentoso, agitado, y otras veces en cambio parecían serenas, de horizontes espejados y calma y tranquilidad. Es el comportamiento, de los océanos, de ahí el azul.
Las personas con autismo se ven muy afectadas por la pirotecnia. Pensemos en ellos. Sería otra manera de hacer que el festejo sea completo e inclusivo. Abracemos a los nuestros y a los ajenos, festejemos responsablemente y si podemos -y sé que podemos- que el Papá Noel azul nos recuerde todo esto. #HablemosDeAutismo #PirotecniaCero, amigos. Vayamos hacía ahí.