¿Qué cosas debemos (o no) hacer con un niño con gripe?

Por qué no debemos dar palmadas en la espalda a un niño con tos y otros consejos para cuidar a infancias con gripe

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

La combinación de frío extremo, ambientes cerrados y concurrencia normal a clases provocó un alza en la cantidad de casos de enfermedades respiratorias. Acudir a la guardia solo cuando no baja la fiebre, le cuesta comer o conciliar el sueño es clave porque ir ante el primer síntoma "es la razón por la que los pediatras estamos tan colapsados en invierno", comenta la médica Ingrid Gerold en diálogo con RED/ACCIÓN.

Tal como te contamos en esta nota, el adelanto de la temporada de frío trajo consigo un aumento de casos de gripe, covid, VSR y otros virus. Analia Mykietiuk, presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), nos explicó que "es la época del año en la que coinciden el frío y las clases normales. Es la época de los virus respiratorios" y aclaró que "por ahora no hay sobresaturación de los servicios sanitarios”.

En este contexto, la médica Jimena Le Bellot, conocida por su cuenta @soymamaypediatra, dedicó sus últimos videos a comprender cómo nos contagiamos y a corregir algunos comportamientos arraigados que no tienen mucho sentido. "Con el frío, puede que prendamos la calefacción, cerremos todas las ventanas y nos amontonemos para conservar el calor. Sin embargo, no es el frío lo que enferma, sino el contacto con algún virus o bacteria. El hecho de estar encerrados aumenta esto último. Si tenes una reunión, hay alguien enfermo, o simplemente hay muchas personas en una casa", explica en primer lugar.

Además, hace un llamado de atención sobre la costumbre de darles unos golpecitos en la espalda a los niños mientras tosen: "La tos es un mecanismo de defensa del cuerpo para sacar de la vía aérea algo que puede ir al pulmón y producir una infección más grave. Entonces, si mi hijo tose, ¿qué hago? nada. Dale la manito, quédate cerca, pero déjalo toser sin tirarle agua, sin soplarle y sobre todo sin pegarle en la espalda, porque lo único que vamos a conseguir pegándole la espalda es molestar a la tos y hacer que no consiga sacar eso que le está molestando".

Para saber cómo cuidar a niños y niñas correctamente, hablamos con Ingrid Gerold, médica pediatra y jefa del Servicio de Pediatría en el Grupo Médico Lomas de San Isidro.

—¿Cuáles son las herramientas que tenemos a mano para minimizar el riesgo de contagio?

—El frío hace que los chicos estén más amuchados, más cerquita, con las ventanas cerradas. Entonces, uno de los objetivos más importantes es intentar que haya menos número de personas por habitación y abrir las ventanas, ventilar, dejar que pasen los rayos de sol, que también es importante para matar bichitos. En segundo lugar, el frío también paraliza un poquito las cilias, que son unos pelitos que tenemos en la nariz y ayudan a que no entren partículas indeseables, como pueden ser los virus. Entonces, además del encierro, esta es otra forma en la que el frío favorece la propagación de enfermedades. Cuando esto pasa, pueden ingresar más fácilmente los virus o, en el caso de personas alérgicas, partículas que le dan alergia.

—En muchos casos los cuidadores de niños no pueden quedarse en casa en caso de resfrío o gripe. ¿Cómo se puede lidiar en el caso de que asistan a jardines o escuelas engripados?

—Es cierto que muchos padres, ante la necesidad de tener que trabajar, le dan ibuprofeno a un chico con fiebre, los mandan a clases y ellos siguen contagiando. En el colegio, a las maestras tiende a preocuparles abrir la ventana y que tengan frío. Sin embargo, sobre todo con los mas chiquitos, es mejor es que vayan abrigados y dejar abiertas las ventanas para que todo ventile. Además, en la época del COVID se difundió mucho el hecho de que el lavado de manos es fundamental, y sigue siendo el mejor método para evitar los contagios.

—¿Ante qué síntomas de las infancias estar alerta y en qué casos amerita ir a la guardia?

—Los signos de alarma son fiebre alta, que cuesta bajar a pesar de darle el antifebril (ya sea paracetamol o ibuprofeno). También en casos en los que al chiquito que le cuesta comer y le cuesta conciliar el sueño. Si tiene tos seca que no cede es un motivo para ir a consultar al pediatra. Actualmente hay guardias y consultorios casi colapsados porque muchos cuidadores consultan enseguida ante un pico febril, incluso si el paciente comió, durmió y no presenta otros síntomas. Yo diría que el 80 % de las consultas que recibimos se trata de pacientes que perfectamente pueden pasar 48-72 horas de fiebre con medidas de sostén, con ibuprofeno, vapor, sacamocos, en la casa. Es poco lo que un médico puede decir sólo ante un pico febril y congestión.

—¿Hay algún otro comportamiento arraigado u error común (como golpear en la espalda a un niño tosiendo) que sea importante erradicar?

—El uso del Whatsapp para mandar consultas fuera de contexto. Por ejemplo, hay muchos mensajes sobre un chico que tiene tos y fiebre, consultando qué medicamento le pueden dar. Es importante subrayar que el médico tiene que ver al paciente. De ser imposible pautar una consulta presencial, al menos hay que pautar una virtual bien hecha, en la que los médicos al menos vemos la cara del bebé, cómo respira y otros detalles.