—Un título en USA Today dice que los hechos sobre el covid no generan pánico, sino lo contrario. ¿Cómo se usa la comunicación para lograr eso?
—Lo primero es asegurarse que la información que se difunde es precisa. Lo segundo, que sea lo que el público necesita saber para cuidar su propia salud y prevenir riesgos. Con el covid tuvimos una creciente sensación de miedo, pero es clave explicar que efectivamente hay un desafío con la enfermedad y que a la vez tenemos herramientas para enfrentarla. El miedo puede paralizar a la gente. Tiene que haber un equilibrio entre entender la amenaza y generar la capacidad de llevar a cabo las acciones necesarias para mantenerse saludables.
—¿Qué hay que hacer en relación a la información falsa que circula sobre el covid?
—Es clave entender qué tipo de información está circulando para ser capaces de responder a las inquietudes de la gente lo antes posible. Para eso hacen falta canales, plataformas y mecanismos de escucha. El paso siguiente es tener disponible gente capaz de referir fuentes creíbles de información. Un complemento de esto es el liderazgo, que es siempre muy importante. Las personas que tienen un rol de autoridad o tienen plataformas desde las que influyen en la opinión pública, tienen la responsabilidad de dar el ejemplo con comportamientos correctos, transmitir la información que tiene que comunicarse para el bien de todos y combatir los rumores infundados.
—Parece que un factor importante fuera crear confianza antes de comunicar. ¿Es así?
—Exactamente. No sólo es importante el mensaje, sino el mensajero. Si el mensajero es poco creíble, no importa la información que transmita. Es clave detectar a esas personas que conectan bien con sus públicos y tienen credibilidad, no sólo en temas de salud, sino en general. En el caso del covid, se trata de dar los datos que se conocen y decir con claridad lo que no se sabe todavía. También de explicar qué tipos de comportamientos hay que tener, sobre la base de lo que se sabe hasta ahora. No nos sentimos cómodos con la ambigüedad que genera el hecho que hay mucho que no sabemos, pero justamente porque hay tanto que no se conoce todavía, tenemos que hacer un esfuerzo extra para ser claros y concisos sobre lo que sí sabemos. Y mantener el diálogo abierto: no es un mensaje de un día. Evoluciona todo el tiempo.
Las tres preguntas son un extracto de un podcast recientemente publicado por Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. Para acceder al audio completo completo, podés hacer click acá.
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