Las ciudades inteligentes son aquellas que usan conectividad, sensores distribuidos en el ambiente y otras tecnologías para solucionar problemas inmediatos, organizar escenarios urbanos y generar respuestas innovadoras para mejorar la calidad de vida de las personas.
“El modelo de ciudad inteligente es reciente pero cada vez más municipios tratan de adaptar sus recursos a las nuevas tecnologías, en especial a las TIC (tecnología de la información y de la comunicación)”, afirma la autora española Olga Santos Rubio en su libro Ciudad inteligente, modelo de planificación y gestión, caso de la ciudad de León (España, 2015).
Según coinciden los especialistas en el tema, cada ciudad tiene que diseñar su propio modelo de ciudad inteligente en función de sus características y factores intrínsecos.
En la Argentina, un ejemplo de ciudad inteligente es la de Córdoba, señalan desde la Asociación Civil Red de Innovación Local (RIL), que trabaja desde 2014 para mejorar las capacidades de gestión de los Gobiernos locales y lograr que las personas puedan tener calidad de vida y oportunidades para desarrollarse en sus ciudades.
En diciembre de 2019, la ciudad de Córdoba adhirió a la Ley provincial N.° 10.618 de Simplificación y Modernización de la Administración, que implicó implementar medidas hacia la transparencia, la participación y la rendición de cuentas públicas y sancionar normas sobre apertura de datos en un portal activo.
Así, creó el Centro de Transformación Digital (CTD), el cual lleva digitalizados casi 100 trámites y servicios. Este espacio brinda herramientas de gestión a partir del uso de datos y evidencia, y cuenta con el Observatorio de Transformación Digital, un repositorio único de tableros inteligentes con datos, evaluaciones analíticas y mapas que comparte con los vecinos. “Algunos tableros destacados son los datos de App Ciudadana y la calculadora de ahorro”, indica Romina Tricarico, directora de Inspiración de RIL.
En la aplicación móvil App Ciudadana los cordobeses registran incidentes de forma georreferenciada a partir de Google Maps relacionados al servicio de luminarias, cloacas, higiene urbana y semáforos. La plataforma permite el seguimiento del reclamo en tiempo real, sin intermediación, y realiza comunicaciones automáticas de los avances de la gestión del requerimiento. Desde el lanzamiento de su prueba piloto en 2021, se han presentado más de 300 mil reclamos por parte de los vecinos, de las cuales hasta el momento se ha resuelto más del 81 %.
La calculadora de ahorro de la aplicación, que brinda información sobre el ahorro monetario y ecológico obtenidos como resultado de la transformación digital, informa que desde diciembre del 2019 la ciudad de Córdoba ahorró 3.500 millones de pesos. Esto redujo el impacto ambiental a través del uso de casi 50 mil millones de litros de agua menos y se evitó la tala de casi 5 mil árboles, que se hubieran utilizado para realizar trámites en formato papel.
Recursos útiles
“La Municipalidad de Córdoba ha avanzado considerablemente en los últimos años en materia de digitalización de la gestión, a partir de la incorporación de tecnologías de información y comunicación en los procesos, lo que ha posibilitado que trámites que antes se realizaban de manera presencial ahora se puedan realizar de manera remota (ej.: turnos online, trámites ante el registro civil, habilitación de negocios, obras privadas, entre otros)”, explican desde la Red Ciudadana Nuestra Córdoba, un espacio plural, no partidario y autónomo en el que participan más de 200 ciudadanos que forman parte de 60 organizaciones de la ciudad y que integra la Mesa de Sociedad Civil del Programa Federal Gobierno Abierto. “La guía de trámites online permite que la ciudadanía pueda conocer cómo operar en relación a las gestiones que necesita realizar ante el municipio. También constituyen avances la App Ciudadana para presentar reclamos y realizar un seguimiento, y la plataforma Vecino Digital (VeDi), que centraliza todos los servicios y plataformas en relación al municipio. Esto disminuye los tiempos de espera y de realización de trámites, contribuye a simplificar procesos, desburocratizar y agilizar las respuestas a los reclamos ciudadanos”, agregan. María, una vecina de Barrio Centro que realizó la renovación de su licencia de conducir, destaca que la solicitud digital le resultó cómoda, fácil e intuitiva y no debió moverse de su casa hasta el último paso: “Al llegar a retirar el carnet físico en el Centro de Participación Comunal (CPC) de Barrio Jardín solo tuve que anunciarme para que me sacaran la foto y listo”.
Otro ejemplo del uso de las TIC en servicios públicos es la aplicación Tu Bondi, lanzada en agosto de 2022. Esta herramienta brinda información en tiempo real sobre la ubicación de los vehículos en circulación en la ciudad y permite conocer, por ejemplo, el tiempo estimado de llegada a cada parada. En menos de un año, Tu Bondi alcanzó la cifra de 1.003.332 usuarios registrados y tuvo 58 millones de visitas, con un promedio de 5.800 a 7.000 usuarios en tiempo real.
Por otra parte, desde la Red Nuestra Córdoba también señalan que, si bien hay una deuda pendiente en incluir a los vecinos en la gestión de gobierno, “en la pandemia las tecnologías permitieron la realización de las audiencias públicas con participación ciudadana”.
La brecha entre un gobierno digital y un gobierno abierto
La expresión “gobierno digital” hace referencia a la incorporación de TIC para mejorar la gestión administrativa del Estado, tanto al interior de las organizaciones públicas como en relación a la ciudadanía.
Sin embargo, gobierno digital no es sinónimo de gobierno abierto, manifiestan conjuntamente las referentes de la Red Nuestra Córdoba Paola Ninci, Emilse Carrizo, María Beatríz Valencia y María Silvia Corbalán.
“El gobierno abierto es un paradigma y una manera de gobernar que apunta a democratizar la gestión pública, a hacerla más abierta, más transparente, más participativa. Para ello, se tiene que abrir la información estratégica, que permite controlar la gestión pública y también abrir los procesos de decisión relevantes para la participación ciudadana”, explican. Y agregan: “Hoy existen en Córdoba decisiones importantes relacionadas con intervenciones urbanas, convenios urbanísticos, cambios en el uso del suelo, etc. que suponen decisiones estructurales respecto de las cuales no existe información disponible y que afectan recursos ambientales y tienen impacto en la infraestructura, los servicios y la calidad de vida de las personas. La ciudadanía no solo no cuenta con información de los actos de Gobierno a posteriori, sino que tampoco accede a la información previa respecto del proceso de planificación y decisión que llevan a esas intervenciones. El monitoreo y la participación ciudadana, por tanto, cuentan con prácticamente nulas posibilidades de concretarse”.
Para la Red Nuestra Córdoba, las aplicaciones y la estrategia de digitalización del municipio están enfocadas solo en agilizar trámites. “De 31 aplicaciones a las que se accede mediante VeDi, ninguna permite presentación de notas y la de acceso a la información pública no siempre tiene respuestas. Aquellas que podrían brindar información son ineficientes: por ejemplo, el boletín electrónico y el digesto municipal no publican todas las resoluciones u ordenanzas, el sitio de licitaciones y subastas no permite conocer oferentes y adjudicatarios, el Portal Gobierno Abierto tiene muchos de sus datos desactualizados”, detallan.
La Red Nuestra Córdoba es crítica de la ausencia de un proceso de planificación participativa en las juntas de participación vecinal para la elaboración de los planes distritales: “La información disponible en la web de gobierno abierto no es relevante para la elaboración de diagnósticos ni tampoco permite a la ciudadanía acceder, conocer y hacer seguimiento de la implementación de los planes definidos por las juntas”, comentan los referentes de la red.
El rol del ciudadano
En base al informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) La ruta hacia las Smart Cities: Migrando de una gestión tradicional a la ciudad inteligente (2016), “una ciudad inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo, incorpora tecnologías de la información y la comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la información de un Gobierno eficiente, que incluya los procesos de planificación colaborativa y participación ciudadana. Al promover un desarrollo integrado y sostenible, las ciudades inteligentes se tornan más innovadoras y competitivas, atractivas y resilientes, mejorando así las vidas de sus ciudadanos y empresarios”.
En este sentido, desde la Red Nuestra Córdoba: “Las nuevas tecnologías podrían colaborar para generar un sistema de articulación de actores que permita la toma de decisiones desde los territorios con la participación de voces, enfoques y saberes diversos. Para ello es fundamental, por un lado, que sus diseños permitan la interactividad, la construcción colectiva de información y su disponibilidad pública. Asimismo, las tecnologías deben ir acompañadas de políticas y acciones offline orientadas a promover y facilitar el involucramiento ciudadano en las políticas públicas”.
Las aplicaciones App Ciudadana y VeDi no contemplan actualmente la posibilidad de participar en sentido amplio en los procesos de toma de decisión referidos a la ciudad, según la Red. Sus referentes insisten: “La inteligencia no está dada por la transformación digital en sí misma, sino por la capacidad de esta de servir de soporte a la conjugación de conocimiento social, es decir de facilitar y potenciar la inteligencia colectiva”.
“Las TIC no son capaces de transformar una ciudad por sí solas; hace falta capital humano y, por ende, fomentar la capacidad de una ciudad para el aprendizaje y la innovación”, afirma en esa línea Alejandra Boni en su libro Repensando la ciudad inteligente desde la innovación social digital ciudadana.
En ese sentido, vale aclarar que antes, durante y después de la prueba piloto, el equipo de App Ciudadana se encargó de ayudar a resolver dudas, preguntas, consultas e inquietudes, y de llevar adelante espacios y capacitaciones junto a centros vecinales y vecinos con el objetivo de acercarles tanto la aplicación como su utilización.
A partir de la digitalización, el municipio recibió cinco distinciones de innovación de parte del IC Latinoamérica y la Fundación Internacional para el Desarrollo Local.
En un balance de gestión, “podemos decir en términos generales que ha mejorado la accesibilidad a trámites y servicios municipales por parte de la ciudadanía. Claro que hablamos de la parte que puede realizar trámites online, habría que ver qué pasa con quienes no pueden acceder a las vías digitales”, cuestiona el equipo de la Red.
Según agregan desde RIL, está comprobado que cuando las instituciones comparten información y el acceso a datos relevantes, se puede promover la toma de decisiones en diferentes niveles, lo que ayuda a fomentar la innovación y la creación colaborativa, gracias a la inclusión de diferentes perspectivas y la posibilidad de crear proyectos que agreguen valor real.
Compartir desafíos públicos
“Llevamos más de ocho años construyendo en América Latina una red que conecta, acelera, inspira y relaciona entre sí a miles de personas que trabajan para resolver los desafíos públicos de las ciudades. Son infinitas las posibilidades de colaboración entre ciudades que comparten temáticas de acción”, explican desde RIL. Otros casos de ciudades inteligentes que destaca la organización son los de la gestión de residuos en San Francisco, Estados Unidos, y la gestión de riego en Medellín, Colombia.
A través de un sistema de sensores, la ciudad de San Francisco resolvió su desafío de responder a 10.000 quejas públicas sobre la suciedad y lo insalubre en el espacio público. Esto lo logró gracias a la alianza entre el Departamento de Obras Públicas y la empresa Nordsense que instaló sensores en contenedores de residuos para monitorear el desbordamiento y el vandalismo. Los sensores permiten la supervisión de los niveles de residuos en tiempo real y recibir una alerta cuando el contenedor está completo. Sumado a esto, informan si el contenedor de residuos está en posición vertical y segura. Además, ayudan a reducir las emisiones de carbono y los costos de traslado porque a través de su uso se optimizan los flujos de trabajo de recolección del transporte. Como resultado, San Francisco pudo mejorar la limpieza en las calles de la ciudad.
Para la gestión del riesgo, Medellín (Colombia) implementa el sistema de alerta temprana del Valle de Aburrá (SIATA), que se encarga de monitorear las condiciones ambientales, identificar amenazas y emergencias e informar el proceso de toma de decisiones de las agencias de respuesta en situaciones de eventos climáticos extremos. El sistema brinda acceso a información en tiempo real para determinar la probabilidad de eventos como lluvias torrenciales, inundaciones, deslizamientos, avalanchas, análisis de calidad del aire, descargas eléctricas y áreas donde pueden ocurrir incendios. Las acciones que realiza el SIATA son: monitoreo, modelado, alertas y comunicación a la ciudadanía.
Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.