Un nuevo estudio en Estados Unidos reafirmó una tendencia que se aprecia en el mundo: el crecimiento de diagnósticos de autismo, especialmente entre personas adultas.
La investigación fue publicada el último mes en la revista JAMA Psychiatry y estuvo a cargo de científicos de la Universidad de Boston. Ellos encontraron que, entre 2011 y 2019, la cantidad de personas mayores de 18 años diagnosticadas con autismo aumentó más del doble entre quienes tienen Medicaid, un seguro médico para personas de bajos ingresos.
Concretamente, la prevalencia de autismo en adultos con Medicaid creció de 4,2 por cada 1.000 asegurados a 9,5 cada 1.000. El mayor incremento se vio en quienes tienen entre 25 y 34 años, donde la prevalencia aumentó un 195 %.
Más allá de las particularidades del estudio (que se trata de quienes tienen un seguro médico específico en los Estados Unidos), los resultados van en línea con el aumento de diagnósticos de autismo en todas las edades (y especialmente en la adultez) en otras partes del mundo.
En la Argentina no existen estudios fiables sobre la cantidad de personas con autismo (algo que contábamos en la nota del año pasado “Por qué cuesta tanto saber cuántas personas tienen autismo y qué oportunidad histórica presenta el próximo censo”). Y si bien los estudios internacionales marcan números muy distintos, los especialistas consideran una referencia válida las cifras de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Este organismo registró en 2016 una prevalencia de una persona con autismo cada 54. Dos años más tarde, fue de 1 en 44. En 2020, la prevalencia fue la más alta de su historia 1 cada 36.
Claro que el aumento de casos diagnosticados no necesariamente debe entenderse como que efectivamente crece la cantidad de personas que están dentro del espectro autista. El hecho de que haya mayor visibilización del autismo y mayor acceso a diagnósticos explica en parte la tendencia (este es, además, uno de los motivos por los cuales los estudios varían mucho según si se trata de lugares con más especialistas que puedan diagnosticar).
En el caso de los adultos, la toma de conciencia es aún mayor. En la nota “’Los adultos con autismo no existimos’: el comentario que nos ayudó a corregir un error y visibilizar un mito” explicábamos que hay muchas personas mal diagnosticadas en la infancia que descubren que tienen autismo con 40 o 50 años.
Independientemente de esto, algunos investigadores no descartan que, efectivamente, crezca el número de personas con autismo. Sobre el tema hay opiniones y puntos de vista muy distintos. Entre los factores que señalan quienes aseguran que crece la cantidad de personas con autismo están la mayor exposición a pantallas en menores de tres años o que la prevalencia es mayor entre quienes tienen padre y madre de mayor edad (en un contexto en el cual los progenitores tienen hijos cada vez tarde).