Los flashes apuntan a la tapa del presidente en la revista TIME, a su disputa verbal y luego diplomática con el gobierno español, o al cotillón de los seguidores de La Libertad Avanza en la puerta del Luna Park. Mientras tanto, la economía real cruje, y los datos comienzan a ser verdaderamente alarmantes. La información habla esta vez de un virtual desplome en el consumo de leches y lácteos al inicio de 2024.
Un informe del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA) refleja la dinámica de la cadena lácteo-vacuna para el primer trimestre de 2024, y da cuenta de una fuerte caída en el consumo, tanto en términos interanuales como históricos.
El estudio indica que durante los tres primeros meses del año, el consumo acumulado de leches fluidas medido en toneladas, cayó en promedio un 19,6% interanual. A su vez dentro de ese segmento, el consumo de leche fluida no refrigerada (habitualmente llamada de «larga vida») cayó un 20,6%, mientras que el consumo de leches fluidas refrigeradas cayó 14,3%.
La caída en el consumo de leche es alarmante en términos de nutrición para las primeras infancias. El punto es verdaderamente crítico en los sectores de menores recursos, en los que el consumo de productos básicos acapara la mayor porción de los ingresos.
Por su parte el consumo de leche en polvo cayó un 34% interanual en promedio en el acumulado del primer trimestre del año. Dentro de ese segmento, el consumo de leche en polvo entera y semi descremada se derrumbó un 37,8% en el primer trimestre, mientras que el consumo de leche en polvo descremada retrocedió un 5,1%.
El informe de IDDA señala que «Las leches fluidas representan el 21% del consumo y las leches en polvo el 8%. Así que estas constituyen el 29% del consumo total de lácteos de los argentinos», dando cuenta del lugar central que ocupa la leche en la nutrición, especialmente en las primeras infancias. El punto es verdaderamente crítico en los sectores de menores recursos, en los que el consumo de productos básicos acapara la mayor porción de los ingresos.
En efecto el informe estipula que «Los índices evidencian una fuerte baja en el consumo de leche y una clara tendencia a optar por productos más económicos, en este caso la leche fluida refrigerada que presenta una baja intertrimestral del -14%, y agudiza en marzo el bajo consumo de estas cayendo a un -20.2%. En la otra punta, la leche en polvo descremada, destinada a un segmento de mayor poder adquisitivo, sufrió la menor caída«.
El panorama es igualmente crítico si el análisis se amplía a otro tipo de lácteos. En el caso de los quesos, la caída interanual acumulada en el primer trimestre de 2024 alcanza al 10,4%, mientras que para el caso de los yogures y otras leches fermentadas, la caída llega al 23,3%.
La estrepitosa caída en el consumo, ya tiene su correlato en el sector productivo, donde los datos ya revelan una fuerte y progresiva caída en los primeros cuatro meses del año 2024. Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estipula que en el primer cuatrimestre del año, la producción de leche (medida en litros), cayó un 16,2% frente a igual periodo de 2023.
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