A menos de tres meses de su puesta en funcionamiento, el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner dejaría de transportar gas natural, al menos durante este fin de semana. La situación se desprende de la proyección de demanda que elabora el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y que responde a una serie de causales, entre ellas la demora en la construcción de otro gasoducto que forma parte del plan integral de Nación: la línea Mercedes – Cardales.
El pasado 3 de agosto el Gasoducto Néstor Kirchner comenzó a distribuir gas que toma desde su cabecera en Tratayén, en el corazón de Vaca Muerta, y llega hasta la planta de Saturno de TGS, en la zona de Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires.
El sistema tiene capacidad para transportar hasta 11 millones de metros cúbicos por día -aunque con ajustes técnicos un par de días en el invierno llevó 14- y así se mantendrá durante bastante tiempo ya que una de las dos plantas compresoras que requiere para elevar su capacidad hasta 24 millones de metros cúbicos se encuentra paralizada por demoras excesivas en los trabajos de construcción.
Semanalmente, desde el Enargas se hace una estimación de la demanda de gas que habrá en todo el país y se planifica de esa forma la cantidad de fluido que se inyectará en cada red. Esa proyección luego se va ajustando a las reales necesidades de la demanda, que se ve afectada especialmente por las temperaturas que se registren cada día.
En el sistema del Enargas se determina de esa manera el volumen de gas estimado, y luego el real, el que efectivamente se despachó. Y justamente, la proyección de demanda estimada para hoy viernes, mañana y el domingo, da cuenta de que el flamante Gasoducto Néstor Kirchner no será necesario y no tendrá nada de gas que transportar.
Días atrás sucedió algo similar aunque no tan extremo como para que sea 0 el volumen entregado. El pasado domingo 15 de octubre, un fin de semana de altas temperaturas en el centro del país, el Gasoducto Néstor Kirchner tenía una previsión de transporte de 3 millones de metros cúbicos, pero la jornada más veraniega que primaveral, hizo que el volumen real que se transportó fuera de apenas 0,8 millones de metros cúbicos en ese día.
Por qué cae la demanda de gas
La demanda de gas natural tiene una fuerte estacionalidad en Argentina. Es mucho mayor en invierno, cuando se prenden los calefactores, tiene un segundo pico un poco menor en verano para generar energía eléctrica que respalde a los aires acondicionados, y finalmente tiene dos temporadas bajas, la primavera y el inicio del otoño.
Desde el lanzamiento de la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner se sabía perfectamente que entre octubre y noviembre bajaría la demanda de gas del país, como sucede todos los años. Y es por esto que, junto a esta obra se licitó otra complementaria: el gasoducto Mercedes – Cardales.
Esta obra consiste en un gasoducto de 80 kilómetros entre ambas localidades de la provincia de Buenos Aires que tiene como fin poder vincular, unir, las dos grandes redes de transporte de gas del país: la de Transportadora Gas del Sur (TGS) y la de Transportadora Gas del Norte (TGN).
Concretamente, este gasoducto permite que cuando baje la demanda, como sucede ahora, se pueda redireccionar gas hacia algún punto del país donde sí se lo necesite, en especial para la generación de energía eléctrica. Pero la obra no solo se demoró en lo que hace al gasoducto, sino también a la planta compresora de Cardales que construye Esuco, la misma firma que desde Enarsa le quitarían la obra de la planta compresora de Salliqueló.
Este gasoducto de vinculación ya se terminó de construir, y desde la UTE Techint – Sacde, se confirmó a Energía On que se completaron las pruebas de presión y llenado y la línea está lista para ingresar en transporte cuando la estatal Enarsa lo disponga.
Sin embargo, la demora en la finalización de la planta compresora -ambas obras deberían haber estado listas antes de septiembre- solo permitirá que sean entre 3 y 4 millones de metros cúbicos los que puedan «intercambiarse» entre las redes de TGS y TGN y no los 11 millones que permitiría de estar lista.
Traducido esto a términos concretos, el gas que podría llevar el Gasoducto Néstor Kirchner hacia este segundo gasoducto de vinculación se ve achicado por la falta de la planta compresora, y a pesar de que haya demanda -por ejemplo en la zona Norte del país por el menor ingreso de gas de Bolivia- no hay forma de inyectarlo hacia allí.
Segmentación tarifaria y caída del consumo
Un efecto paralelo en la demanda de gas se viene registrando desde el inicio de la segmentación tarifaria. A lo largo del año se evidenció una baja en la demanda tanto de gas natural para los domicilios, como también de energía eléctrica.
Si bien es difícil determinar a ciencia cierta si el menor consumo se debió a que no hizo tanto frío o al impacto de la quita de los subsidios, lo concreto es que el nivel de demanda de energía mostró una baja en el nivel residencial en casi todo el año.
Y sumado a la temporada de baja demanda de gas natural de la primavera, y la demora en la finalización de la planta compresora de Mercedes -que podría estar hacia mediados de noviembre- el resultado final es que habrá pozos productores cerrados en Vaca Muerta.
Este cierre de pozos, que se efectúa por medio de válvulas, genera un impacto negativo en el negocio de las productoras de gas, pero además impacta negativamente en el nivel de actividad de Vaca Muerta, en su generación de empleo y a nivel local, lleva a una caída en las regalías que percibe la provincia de Neuquén.
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