Un tribunal le exigió al Gobierno “poner en marcha obras que amplíen la capacidad” en todo el país. Consideró que por la superpoblación y el hacinamiento que hay en los penales federales, las condiciones de alojamiento son “inhumanas”. En apenas 15 meses, la superpoblación se multiplicó por cinco. ¿Por qué crecieron tanto las detenciones?
Qué pasó. Los jueces de la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, Marcelo Lucini y Magdalena Laiño, consideraron más que probada la superpoblación en las cárceles federales y le ordenan al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y al Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda que de manera “inmediata” destinen fondos para ampliar la capacidad de los penales.
Qué condiciones observó el tribunal. A lo largo del fallo, que puede ser consultado desde el sitio de la Procuración Penitenciaria, los jueces describen condiciones de alojamiento "inhumanas" y caracterizan la situación como de "hacinamiento".
Cuando se refieren al sistema en general, lo tipifican como en "estado de emergencia". Y citan un ejemplo concreto: en una celda de la alcaldía de Tribunales que está preparada para 8 o 9 personas había entre 28 y 36 personas, condición que originó el reclamo de los presos y la Procuración Penitenciaria de la Nación.
Cuál es la capacidad y la ocupación real. En las 31 cárceles federales hay hoy, 12 de marzo, exactamente 13.788 detenidos en celdas que están preparadas para alojar 12.235 personas. Es decir hay una superpoblación del 12,21%, según datos de la Procuración Penitenciaria de la Nación.
Hace 15 meses, en noviembre de 2017, eran 319 los presos que excedían la capacidad declarada por el Servicio Penitenciario Federal, según el Ministerio Público Fiscal. Es decir que desde ese informe, la superpoblación se multiplicó por cinco.
A qué ritmo crece la población carcelaria. En los últimos 10 años, las personas detenidas en unidades federales creció a un ritmo del 5% anual. Sin embargo, si tomamos el incremento desde 2015 en adelante, el aumento escala a un ritmo del 11,4% anual
Por qué hay cada vez más detenidos. Son varias las causas, pero sobresalen esencialmente cuatro.
1. Ley de flagrancia. En 2016 se votó la ley de flagrancia, que acelera el juzgamiento de las personas que son vistas y detenidas cuando cometen un delito. Con esa ley, se llegan a condenas apenas 36 horas después de cometido el delito.
“La gran mayoría de los arrestos son en flagrancia (in fraganti). Y eso podría explicarse principalmente porque la presencia policial en la Argentina ya había escalado a 803 policías cada 100 mil habitantes en 2015 y es la relación más alta de América Latina”, señaló Fernando Cafferata, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia de la Universidad de Tres de Febrero (CELIV).
2. Detenidos por violación a la ley de drogas. Entre enero y noviembre las fuerzas federales concretaron 25.271 procedimientos antidroga, en los que detuvieron a 28.922 personas, un 80% más que en 2015, según datos publicados por la Jefatura de Gabinete de la Nación.
Sólo en las cárceles federales hay 4.510 detenidos por la ley de drogas.
Ariel Cejas Meliare, director General de Protección de Derechos Humanos de la Procuración Penitenciaria de la Nación, tiene una visión crítica del tema: “La mayoría de los detenidos por droga no son traficantes sino mulos. Pero llegan a las cárceles federales con prisión preventiva porque le piden al menos 4 años de cárcel, por lo que no pueden llegar libres al juicio. Habría que preguntarse si trafican para enriquecerse o lo hacen por necesidad y falta de instrucción, y por lo tanto deberían darle una excarcelación”.
3. Limitan las excarcelaciones. Finalmente, desde mediados del año pasado, rige una ley que limita las excarcelaciones en casos de delitos graves, entre los que figura desde homicidio y secuestro hasta producción y comercialización de drogas, que son delitos más comunes o expandidos.
Según los registros del Sistema Nacional de Ejecución de la Pena, en 2017 y en comparación con 2016, se redujeron a la mitad o menos las salidas transitorias, los regímenes de semilibertad, de prelibertad o de prisión discontinua, por ejemplo.
4. Juicio abreviado. Por último, se usa cada vez más el juicio abreviado, una figura instaurada en 1997 que le permite al fiscal hacer un pacto con el imputado a cambio de una pena menor si el acusado admite su culpabilidad.