Es fundamental tener cuidado con qué plantamos y dónde lo hacemos ya que plantar árboles en áreas en las que no suelen crecer, es decir especies no nativas sino exóticas, puede causar más daños que beneficios.
Posibles impactos: Alteración del suelo y, por ende, menor captura de carbono.
Aumento del riesgo de incendios por mayor generación de biomasa, es decir, más material combustible que puede ser muy inflamable.
Extinción de especies nativas ya que compiten por el alimento y refugio.
Transmisión de enfermedades a animales, otras plantas y a los seres humanos.
¿Qué podemos hacer nosotros? En los parques, en tu patio, jardín o balcón plantá especies nativas (autóctonas). Consultá en cualquier vivero
. Ahí sabrán indicarte que especies son nativas y cuales exóticas.
Es importante ya que las especies nativas establecen la naturaleza original del lugar, dan alimento y refugio a la fauna local
, embellecen el paisaje y son parte de nuestra identidad cultural. Además, ayudan a mejorar nuestra salud física y mental, por ejemplo, al disminuir la presión arterial alta y el estrés
.
Y si no sabés por dónde empezar, en las ilustraciones te dejamos una propuesta para que puedas elegir tus próximas plantas.
Fuentes: “¿Se deberían utilizar las especies invasoras de árboles en ecosistemas sin superficie boscosa para mitigar el cambio climático?”, artículo en Frontiers in Ecology and the Environment; Sistema de Información de Biodiversidad (SIB); ONU Hábitat; “Selección de plantas de baja inflamabilidad como cortafuegos ecológicos dentro del diseño de jardines urbanos sostenibles”, School of Life Sciences, University of Technology Sydney, Australia.
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