Nuevamente Las Grutas ocupa un lugar preferencial en un ránking de playas. En 2019 El sitio de turismo canadiense FlightNetwork armó el listado de los mejores 50 destinos de Sudamérica y la puso en el número 33. Ahora los que la eligieron están más cerca. Se trata de plataforma turística Costa Cruceros, que, entre los 20 mejores balnearios de Argentina puso, tercera, a Piedras Coloradas, la costa que está a 5 km al sur de la villa turística.
Esa lista la integran muchos destinos patagónicos. De hecho, la encabeza El Doradillo, en Chubut, la segunda es bonaerense (Mar del Plata) y como tercera le sigue ‘Coloradas’, con sus rocas rojizas, su arena dorada y sus aguas cálidas.
Tal vez esa combinación mágica es el secreto de su belleza, y por eso llama la atención de los que, a la hora de buscar rincones costeros únicos, la pusieron en el podio de los más atractivos.
Llegar a ella desde el centro de Las Grutas es simple: en auto, por una huella que parte desde la séptima, a la altura del sector en el que se encuentra la villa de los pulperos. Aunque es más lindo ir caminando al borde del mar, también desde esa bajada, pero en plena costa.
Allí las playas son de una arena densa que forma un confortable colchón, para tenderse al sol o pisar sin estar pendientes de posibles cortes cuándo nos metemos en el mar. Es que la restinga, esa superficie rocosa que en otros sectores conforma el lecho marino, acá le deja lugar a esa agradable blandura. Hundir los pies sintiendo esa frescura es un placer.
Otra particularidad, que le da su nombre al lugar, son las enormes piedras, de un rojizo intenso, que aparecen como “salpicando” la costa. Su color se debe a la presencia de un mineral llamado feldespato. Cuándo el mar sube quedan parcialmente ocultas, y uno puede treparse a cualquiera de ellas para seguir pasando el día, tomando mate desde la cumbre de esa suerte de ‘isla’ personal. Mientras las olas impactan llenándonos de espuma.
Los altos médanos son otro de sus atractivos, porque se puede descender por ellos a bordo de una tabla de sandboard. La experiencia es divertidísima para compartir en familia o con amigos. Los chicos, además, van a amar la actividad. El alquiler de las tablas y trineos simples o dobles está $5000 la hora.
Se ofrecen en uno de los paradores que está atravesando un médano, en la parte más serena del sector. Allí alquilan también unas simpáticas sombrillitas de paja (que vienen con una mesa y dos reposeras) y confortables carpitas de caña, que ofrecen con el mismo equipamiento.
Este año pensaron en un combo. El que arrende una carpa o una sombrilla también accederá a dos recargas de agua caliente para el mate y dos pases para el baño, que es de acceso privado. Las sombrillitas, por día, salen $10.000 y las carpas $13.000.
Por otra parte, se puede comer algo rico, con la mirada puesta en el mar, azul y rumoroso. Una hamburguesa completa sale $7000, y hay una promo para los conos de papas. El tentador ‘conito’ de fritas se ofrece a $2500 si viene con una lata de gaseosa o a $3500 si la lata es de ‘birra’.
Si el atardecer invita a disfrutar de la puesta de sol con un trago, todos están $4000 (son de medio litro), y la cerveza se consigue desde $2000. Los licuados, $3000.
-Las rocas rojizas le dan su nombre al baneario-
Uno de los imperdibles, además, es la pequeña biblioteca construida en adobe que está en el acceso al balneario. Ingresar y perderse entre sus paredes frescas ya es todo un plan. Pero, también, prestan libros para leer al borde del agua, hacen actividades recreativas y narran cuentos para los más chiquitos. Un excelente programa familiar.
En fin…una playa distinta, que no por nada está entre las más lindas del país.
Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.