La bronquiolitis es una infección respiratoria que se da con mayor frecuencia en el otoño e invierno, y que afecta sobre todo a menores de un año. Aunque puede ser causada por distintos virus, el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), según explica el Ministerio de Salud de la Nación. En los bebés puede comenzar como una secreción nasal y una tos leve.
A diferencia de la mayoría de los resfriados que se limitan a la parte superior del tracto respiratorio (la nariz y la garganta), Harvard Health aclara que la bronquiolitis puede llegar a los pulmones. “Afecta las vías respiratorias pequeñas llamadas bronquiolos y puede causar que se irriten e hinchen. Cuando esto sucede, puede provocar sibilancias y dificultad para respirar. Para la mayoría de los bebés, esto es solo una tos fuerte que dura aproximadamente una semana y luego mejora. Pero algunos bebés pueden enfermarse gravemente”, agrega.
De hecho, alrededor del 2% de los niños afectados requieren ingreso hospitalario y algunos requerirán cuidados intensivos, según informa la revista científica The BMJ. En 2019, cerca del 3,6% de todas las muertes globales de niños de 28 días a 6 meses se atribuyeron al VSR y el 97% de estas pérdidas ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos, agrega el informe.
En este contexto, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, aseguró ayer domingo en su cuenta de Twitter que “la situación actual del pico de casos de bronquiolitis es grave, porque llega con muchos casos y varias semanas adelantando. Lo sabemos porque pasó en hemisferio norte en la última temporada y porque ya lo empezamos a ver en nuestro país. Pasa en todos lados. No solo en PBA”.
La situación actual del pico de casos de bronquiolitis es grave, porque llega con muchos casos y varias semanas adelantando. Lo sabemos porque pasó en hemisferio norte en la última temporada y porque ya lo empezamos a ver en nuestro país. Pasa en todos lados. No solo en PBA. pic.twitter.com/YIjO4GZXEW
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) May 28, 2023
Asimismo, precisó que en la semana 19 del año, que es la segunda de mayo, los casos subieron por encima de la semana 27 del 2022 (la primera de julio). “Muy adelantado para esta temporada. Vamos a tener más casos”, alertó Kreplak.
Respecto a las causas del pico, The BMJ señala que la pandemia de Covid-19 hizo que gran parte del mundo entrara en algún tipo de bloqueo desde marzo de 2020, que duró de forma intermitente hasta 2022, “lo que significó que los niños estuvieran mucho menos expuestos a todos los virus respiratorios”.
En la segunda mitad del año pasado, la epidemia estacional de VSR en Europa y Estados Unidos ya se presentó de manera temprana y provocó que muchos más niños y niñas ingresaran al hospital. Además, de manera inusual, afectó a niños mayores de dos años, que aún no habían estado expuestos por las medidas preventivas respecto al coronavirus.
En este mismo sentido, el funcionario bonaerense explicó que el pico de casos se debe a que durante los años de la pandemia no hubo circulación de la bronquiolitis, por lo que "hay una falta de anticuerpos en los nenes y hay más nenes susceptibles de lo que debiera haber año tras año".
A pesar de que la enfermedad en sí no es contagiosa, sí los virus que la causan, aclara Healthline. Una vez que un niño o niña tiene el VRS, puede ser contagioso durante unos días y tener tos hasta tres semanas y, aunque los síntomas hayan desaparecido, pueden seguir siendo contagiosos.
Según Harvard Health, los cuidadores deben estar atentos a:
- Fiebre de 38 grados o más que dura más de dos o tres días.
- Respiración rápida o forzada (vigilar si se contraen los músculos del pecho).
- Aleteo de las fosas nasales con la respiración.
- Piel que se ve pálida o azulada (o labios que se ven azulados).
- Incapacidad para beber (o toma mucho menos agua de lo habitual).
- No hay pañales mojados durante seis horas o más.
- Somnolencia o irritabilidad que es mucho más pronunciada de lo habitual.
En caso de presentar estos síntomas, es recomendable llevar al niño o niña a una guardia médica o consultar con el pediatra de cabecera.