Peso a peso: el alcance inédito de la solidaridad de nuestra gente- RED/ACCIÓN

Peso a peso: el alcance inédito de la solidaridad de nuestra gente

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

En siete historias que nos tocó acompañar es posible que se hayan movilizado al menos 15 millones de personas, un número inédito en la historia argentina.

Peso a peso: el alcance inédito de la solidaridad de nuestra gente

¡Buenas tardes! Ante situaciones críticas, la comunidad argentina muestra siempre una respuesta: abrazar. Y en estos tiempos hemos sido testigos de campañas en las que los números de las recaudaciones y el nivel de participación nos han dejado asombrados.

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Intervención Julieta De la Cal.

Este tiempo de pandemia trajo muchas complicaciones y dolor. Y, en medio de este contexto difícil, muchas personas han tenido que batallar ante situaciones de salud complejas: patologías específicas que requieren tratamientos específicos. Entonces surgieron, inesperadamente —porque nadie espera que aparezca una situación crítica— varias campañas para ayudar.

La primera fue Todos Por Emmita, caracterizada por la necesidad enorme de reunir mucho dinero para el medicamento medicamento que requería una bebé, de Resistencia, Chaco. Ante una patología inesperada, la ciencia descubre una medicación nueva, una oportunidad para ella de tener una vida como todos nosotros. Fue el primer llamado de atención en medio de tanto dolor por la pandemia. La comunidad se puso en movimiento: Todos por Emita. Una movida originada en la familia, que buscaba recaudar 2,1 millones dólares. Una cifra conmovedora, una historia muy dura y compleja. Pero una movilización, especialmente a través de las redes sociales, que nunca hubiésemos pensados. Seguro entre 1,5 y 2 millones de personas participaron de esa primera campaña exitosa (de la cual hablamos en su momento).

Desde entonces aparecen otras patologías, otros diagnósticos y otras campañas. Contabilizamos siete de esta magnitud: una tal que se movilizan miles y millones de personas. Aquí, los números se nos escapan, porque en siete historias que nos tocó acompañar, más o menos cerca —en las que se necesitaba que millones de amigas o amigos abrazaran a una familia y aportaran 10, 20, 50 o 100 pesos—es posible que se hayan movilizado al menos 15 millones de personas. Es un número inédito en la historia argentina.

Una primera conclusión de esto es que, obviamente, las redes sociales juegan para el bien: para construir, edificar, salvar una vida. Las redes acercan las historias de alguien de la comunidad nacional. Por otro lado, evidentemente, nuestra gente, nuestro pueblo, cuando se acercan a una historia, cuando ven una situación humana compleja, cuando ven dolor, abrazan. Abrazan de a decenas, de a cientos, miles, aportando lo que pueden para aportar un medicamento, que salva una vida.

Ahora estamos con Todos Por Lolo: él necesita un medicamento caro para una patología específica. En este momento solo faltan 1,8 millones de personas. Nos animamos a decir “solamente” porque sabemos que, si se sigue moviendo, se llega a la cifra y cada hijo o hija nuestro recibe la medicación. No estamos ante una movida solidaria pasajera. Estamos ante la consolidación de un país que tiene una historia solidaria. Que responde en números impensados. Celebramos esto que ocurre. Y, mientras tanto, vamos “Todos por Lolo”.

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Tres preguntas a Franco Giordanengo, el papá de Lorenzo, Lolo [Por David Flier]. El niño nació en diciembre de 2019 y el año pasado fue diagnosticado con AME 1, una enfermedad degenerativa. Para tratarla, existe un medicamento llamado Zolgesma, que cuesta 2.125.000 dólares. Hace menos de dos meses comenzaron una fuerte campaña en redes sociales para juntar fondos y hoy ya alcanzaron el 35% del valor requerido.

—Después de complicaciones en el cuadro de Lolo, de estudios, idas y vueltas, en el contexto de pandemia, logran el diagnóstico y les dicen a vos y a Luciana [la madre] el valor del medicamento. ¿Qué sentiste?
— Fue como si se nos cayera un edificio encima. Sentir que tu hijo está enfermo es realmente es un peso enorme. El médico nos dijo: “Empezamos a correr de atrás su enfermedad”. Hay nuevos tratamientos en el mundo. El que motiva la campaña es uno aprobado este año en el país:  Zolgesma, que produce la proteína que Lolo no puede producir por medios naturales. Es un tratamiento que detiene el avance natural de la enfermedad y han dado esperanza de vida en la enfermedad, que antes no permitía que los niños crecieran más de dos años. Nosotros soñamos un mundo totalmente distinto para Lorenzo. Aunque en un primer momento pensé que era imposible juntar el dinero.

—¿Te sorprendió el avance de la campaña? ¿Cómo impactó en sus expectativas y planes?
— Con el caso de Emmita empezamos a creer que no era tan imposible. Averiguamos con los médicos detalles del tratamiento y en julio barajábamos la idea de comenzar la campaña. Nuestros compañeros de trabajo nos dieron el empujón. Empezaron a viralizar, primero por WhatsApp. Creamos el IG, creamos la cuenta en el banco (una especial con fines solidarios). Se convirtió en una bola de nieve cuya repercusión no hubiéramos podido anticipar. Ahora ya estamos en contacto con el laboratorio para averiguar detalles del proceso de compra, para cuando logremos recaudar lo que falta. Paralelamente, estamos creando una fundación para trabajar por personas que se enfrentan a dificultades similares en la ciudad, para devolver algo de la ayuda de la gente. Fue tan grande que como no podemos dar un abrazo a todos, lo pensamos como una forma de devolver algo de todo lo que nos dieron.

—¿Qué aprendiste en este tiempo?
—Si hay algo que me enseñó Lolo es que no hay edad para ser valiente. Es un guerrito, un héroe. Lo noto en las ganas que le pone a vivir, a todo lo que aprende en terapia aplicarlo en su vida, a la forma en que se comunica, a las ganas que tiene de jugar en medio de todas sus terapias Y al amor que nos transmite como hijo. Siempre con una sonrisa pese a todas las terapias que tiene. Él es la fuerza que nos motiva a seguir con esto.

Podés colaborar con una transferencia a la siguiente cuenta: Alias: TODOS.POR.LOLO - CBU: 0200302111000003688412. También hay muchas otras formas de hacer llegar tu donación, que están listadas acá.

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Ilustración: Juan Dellacha.

La última semana, desde RED/ACCIÓN publicamos tres contenidos que quiero recomendarte especialmente, porque oxigenan.

Uno de ellos es la campaña del mes, que no solo presenta distintas iniciativas que se realizan en el país para ayudar a prevenir y tratar el cáncer de mama: también nos invita a involucrarnos.

Date una vuelta por este texto, porque seguramente encuentras una forma de ayudar.

Los otros dos contenidos tienen que ver con cómo los ámbitos educativos son no solo espacios de aprendizaje, sino también para generar un impacto positivo en distintas comunidades.

En esa línea, Stella Bin cuenta sobre cinco proyectos diferentes surgidos de escuelas de distintos puntos del país. Iniciativas como potabilizar agua, embellecer una localidad con esculturas o crear una plaza con árboles frutales que los vecinos pueden recoger. Por su parte, Florencia Tuchin da detalles de cómo en la UBA, estudiantes, egresados y docentes trabajan por la integración social urbana de barrios populares y villas.

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Foto: Asociacion Bomberos Voluntarios Esperanza.

La semana pasada se publicó una historia realmente inspiradora. La de Adelina, una mujer de la localidad santafesina de Esperanza, que desde hace 16 años tiene una costumbre: vende las fresias que cultiva y dona lo recaudado a los Bomberos voluntarios de su ciudad.

"Mi marido siempre sostuvo que los bomberos eran parte de su familia. Los adoptó como sus hijos, como sus herederos”, contó Adelina, quien enviudó hace cuatro años, pero mantuvo la tradición de vender las fresias para beneficio de hombres y mujeres que combaten los incendios. Y este año, la recaudación superó sus expectativas: juntó 102.000 pesos.

Una historia que nos lleva a mirar a nuestro alrededor y los recursos con los que contamos. Y pensar de qué manera nosotros también podemos dar una mano.

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Ñorquinco es una pequeñísima localidad de Río Negro. Una zona de bosque milenario que, en 2013, fue arrasado a causa de un incendio. Pero así como ocurre con las emergencias sociales, sanitarias, de hambre o emocionales, por citar algunas, nuestra gente también se mueve ante los desastres ambientales.

Esto fue lo que ocurrió en la región patagónica: durante tres jornadas, más de 30 voluntarios unieron para restaurar el bosque: plantaron 3.000 ejemplares de araucarias de entre tres y siete años de edad. Se trata de una especie, también conocida como pehuén, que es nativa del bosque andino patagónico.

La movida fue impulsada por miembros de la Asociación Amigos de la Patagonia, el equipo del Parque Nacional Lanín, del Departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (I.C.E), el equipo de Incendios Forestales de la Provincia del Neuquén, y participaron voluntarios locales y de otras partes del país.

“El proyecto tiene una pata no solo ambiental, sino también social y económica a través de la compra y el apoyo a los viveros locales para que sigan produciendo especies nativas”, contó Sebastián Homps, director ejecutivo de Amigos de la Patagonia.

En esta edición de OXÍGENO hablamos sobre lo importante que es plantar árboles nativos.

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Para cerrar, te presento, en caso de que no conozcas, una organización que simboliza mucho de lo que hablamos en OXÍGENO: la vocación puesta al servicio del prójimo. Se trata de Música Para el Alma.

Se trata de Una Asociación Civil de 2500 músicos profesionales de orquestas, coros y grupos, que nació en Argentina y se ha extendido a otros países. Su propósito es acercar la música y un mensaje de paz, amor e inclusión a quienes atraviesan momentos difíciles, como personas en geriátricos, hospitales o escuelas especiales.

El próximo 1 de noviembre, sus músicos darán un concierto en el Teatro del Globo, de Buenos Aires. Y estar presentes, comprando las entradas, es una forma de apoyar la labor que hacen. Podés hacerlo acá.

Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Un gran abrazo.

Juan