Abril es un mes en el que suelen confluir algunas festividades del cristianismo y del judaísmo. En esta época del año, los judíos celebran Pesaj mientras que los critianos, su Pascua. Sin embargo, la distinción entre ellas no muchas veces es acertada.
La Pascua cristiana se remite a los tiempos bíblicos. En líneas generales, se recuerda resurrección de Jesús de Nazaret, la encarnación de Dios para los creyentes. También es el punto cúlmine y la última jornada de la Semana Santa, siete días que los practicantes dedican a realizar diferentes actos litúrgicos y procesiones y que se vincula con la última semana de vida de Jesús.
Según el Ajuntament de Barcelona, el Jueves Santo se celebra la última cena de Jesús con sus discípulos que cayó en el día de Pesaj. El Viernes Santo es un día de luto que conmemora la crucifixión y muerte de Jesús. El Sábado Santo o Sábado de Gloria es un día de silencio y meditación sobre la muerte de Cristo, y por la noche se celebra la vigilia pascual, marcando el inicio de la celebración de la resurrección.
“Jesús va a ser el cordero pascual. El famoso cordero que se ofrece por los pecados del pueblo con su cuerpo. Eso se consuma en la cruz y después tras su plenitud en su resurrección”, explica para RED/ACCIÓN Victorino Mareque, sacerdote diocesano de Buenos Aires, sobre la narrativa bíblica del origen de la Pascua.
La fecha de la Pascua varía cada año, ya que está determinada por el calendario lunar. Se celebra el primer domingo después de la luna llena que sigue al equinoccio de primavera del hemisferio norte, lo que usualmente ocurre entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
Los orígenes de Pesaj, por su parte, son más antiguos. Se trata de una jornada donde se conmemora la liberación de los esclavos judíos de Egipto. En su significado en hebreo, Pesaj significa “saltar” o “pasar por encima”, según explica en diálogo con RED/ACCIÓN Yosi Baumgarten, rabino del Gran Templo del Paso, ubicado en Once, CABA.
Según el realto bíblico, Dios envió a Moisés para liberar a los israelitas de la esclavitud de Egipto. Cuando el faraón se negó repetidamente a hacerlo, Dios infligió diez plagas devastadoras sobre Egipto. La última plaga fue la muerte de todos los primogénitos egipcios.
Sin embargo, Dios instruyó a los israelitas a marcar los dinteles de sus puertas con la sangre de un cordero sacrificado para que el ángel de la muerte "pasara por alto" sus hogares y así evitar la muerte de sus primogénitos. Después de esta plaga, el faraón finalmente accedió a liberar a los israelitas.
Además, en su etimología, Pe en hebreo es "boca" y saj significa "que cuenta". Es una festividad, entonces, para contar la historia a los descendientes. “Pesaj busca enseñar que nosotros podemos saltar cualquier obstáculo”, expresa Baumgarten. “Por más que uno piense que no hay solución, siempre la hay. Uno tiene que contar lo que le pasa al pueblo, especialmente al pueblo judío, porque si no los demás no lo van a saber y no van a poder aprender”, profundiza.
Algunas de las prácticas que identifican a esta festividad es que no se puede comer harinas y ningún elemento leudante. En vez, se come el matzá, un pan ácimo que no leuda y que no se infla. Según el rabino, esto se hace como símbolo de la humildad. Este año, de acuerdo al calendario hebreo, Pesaj comenzará el lunes 22 de abril y terminará el 30 de abril.