La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Tres de Febrero diseñaron y patentaron un novedoso dispositivo que facilita la intubación endotraqueal de los pacientes.
El dispositivo se fabrica con un polímero en una impresora 3D y por su forma, garantiza una buena visibilidad de la laringe, tráquea y esófago mediante el uso de una pequeña cámara.
Este nuevo diseño de laringoscopio es un instrumento que sirve para introducir un tubo a través de la boca del paciente hasta la tráquea para brindarle asistencia respiratoria. Este procedimiento, llamado intubación endotraqueal, se realiza en personas anestesiadas y en el marco de emergencias médicas.
El laringoscopio que acaba de ser patentado surgió a partir de una necesidad sanitaria detectada por la Gerencia Materiales de la CNEA durante la pandemia de Covid-19. En ese momento, se requería intubar a los pacientes en forma rápida y con la menor cantidad de intentos posibles, en un contexto en el que las salas de terapia intensiva estaban colapsadas y los insumos eran insuficientes.
«Faltaban insumos para intubar. Uno de los inconvenientes es que los dispositivos que se utilizan para hacerlo son de aleación de titanio y hay uno o dos por centro de salud. Nosotros vimos que en Estados Unidos había un videolaringoscopio hecho con un polímero imprimible y decidimos desarrollar uno en la Argentina desde cero«, contó a la agencia Télam el ingeniero mecánico y eléctrico y doctor en Ciencia y Tecnología mención Materiales Lucio Ponzoni, que además es el jefe del Departamento Estructura y Comportamiento de la Gerencia de Materiales de la CNEA.
Para lograr el objetivo, Ponzoni dirigió un equipo interdisciplinario integrado por investigadores de CNEA y de la Untref, universidad de la que él es docente. «La idea fue desarrollar un dispositivo con una tecnología fácil de conseguir en la Argentina, para que se pueda fabricar localmente sin depender de otros países. Utilizamos un biopolímero apto para uso médico y una impresora 3D. Hicimos casi una decena de diseños hasta llegar al final. Los especialistas médicos fueron probando los diferentes diseños en maniquíes hasta encontrar el modelo óptimo, que puede entrar fácil, rápido y sin dañar al paciente«, agregó.
El dispositivo tiene una curvatura que no obstaculiza la vista del médico cuando está intubando al paciente», detalló Ponzoni.
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