Algramo trabaja en la reducción del impacto ambiental negativo con tecnología para modificar hábitos de consumo: provee un servicio con el que las personas pueden rellenar sus productos de uso cotidiano (como bebidas, detergente, jabón líquido o shampoo), en máquinas expendedoras ubicadas en comercios y supermercados chilenos y en algunos puntos del Reino Unido. Desde su fundación en 2013 sus clientes han reutilizado 175.000 envases, lo que ha evitado el uso de a más de más de 250.000 kilogramos de plástico que se habrían convertido en residuos. Además, permite a los consumidores comprar a menor precio, ya que se les descuenta el costo del envase.