Hablar en su idioma: cómo un jardín de infantes incluyó a una niña con discapacidad auditiva
Isabella, de 2 años y 9 meses, es sorda. En La Gotita de Agua, las maestras incorporaron la Lengua de Señas Argentina, el idioma que ella habla, a las actividades como cuentos y canciones, incluso en cuarentena. También lo aprenden sus compañeras y compañeros. "La interacción se da en forma natural", cuenta una maestra. Docentes y familias (tanto de Isabella como del resto del curso) conformaron así un modelo inclusivo basado en la empatía.