Nuevo informe: el cambio climático no se detiene ante el coronavirus- RED/ACCIÓN

Nuevo informe: el cambio climático no se detiene ante el coronavirus

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Analizamos lo más destacado de la última información científica sobre cambio climático. Además, una entrevista sobre humedales y la recomendación de cine ambiental en la previa al Green Film Fest.

Nuevo informe: el cambio climático no se detiene ante el coronavirus

Acaba de salir la segunda edición del reporte que recopila la última información científica sobre el cambio climático. El llamado a la acción es urgente y ambicioso, aún en el contexto de pandemia.

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Unidos en la Ciencia 2020. Este es el nombre del reporte que se dio a conocer hoy y que reúne la última información científica sobre cambio climático. En su segunda edición, coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y con aportes de distintos organismos en ciencia climática, busca informar y promover la política y acción global. El protagonismo en el análisis que no opaca al cambio climático: la pandemia. Compilo aquí los datos más destacados.

  • ¿Rumbo a romper un nuevo récord? Así parece. Se prevé que el 2016-2020 sea el período de cinco años más cálido registrado, ubicándose un 1.1°C por encima de la era pre-industrial (1850-1990) y 0.24°C de 2011-2015. "Este informe muestra que, si bien muchos aspectos de nuestras vidas se han visto perturbados en 2020, el cambio climático no ha disminuido", manifestó el Secretario General de la OMM, el Profesor Petteri Taalas.
  • ¿Bajaron las emisiones con la pandemia o subieron? Mucho se habló sobre el impacto que la suspensión de actividades por la pandemia podía tener en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs). ¿Qué dice la ciencia? Hubo una disminución de emisiones debido al confinamiento y se estima que las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas contribuyente al cambio climático, caigan entre un 4 y 7% durante el 2020, en comparación con 2019, dependiendo de las medidas pospandemia.

    Pero, y aquí lo importante: esa disminución de las emisiones no reducirá las concentraciones de GEIs en la atmósfera. Es decir, disminuye la cantidad de gases que va a la atmósfera, pero no la cantidad de gases que queda en ella, resultado de emisiones pasadas y actuales. Por el contrario, las concentraciones de GEIs en la atmósfera se encuentran en nivel récord y continúan en aumento. Como mucho, la reducción de emisiones afectará levemente la tasa de aumento anual de concentraciones.
  • ¿Qué está pasando en los hielos y océanos? El deshielo de los glaciares y de la nieve amenaza el suministro de agua para miles de millones de personas. El océano se ha ido calentando sin parar desde 1970 y ha absorbido más del 90% del exceso de calor en el sistema climático. Por esto y el derretimiento del hielo polar, el aumento del nivel del mar se está acelerando.
  • ¿Cuáles fueron los eventos con mayor impacto del cambio climático? Las dos caras del estrés hídrico: sequías e inundaciones. Ambas intensificadas de forma creciente por el cambio climático. Mientras que desde 2019, el 12% de la población mundial bebe agua no segura; para 2050, el número de personas expuestas a riesgo de inundaciones aumentará de 1.200 millones a 1.600 millones.
  • ¿La pandemia impactó en la ciencia? Ha dificultado el trabajo en los sistemas de observación global. Ello repercutió en la calidad de los pronósticos y otros servicios meteorológicos, climáticos y oceánicos, especialmente los que requieren de observación o lectura manual. Por ejemplo, los barcos comerciales tuvieron que volver a puerto y no se contó con su observación sobre el océano y el clima. Los sistemas automatizados continúan.

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Información para actuar: ¿y con este reporte qué hacemos? El reporte es muy claro: así como nos encontramos hoy, los países no están en camino a cumplir con los objetivos acordados para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C, mucho menos del 1.5°C. Mientras, los impactos del cambio climático son crecientes y, en algunos casos, irreversibles afectando los ecosistemas, las economías y las condiciones de vida humana.

  • El pedido desde Naciones Unidas. "Nunca antes había sido tan claro que necesitamos transiciones limpias, inclusivas y a largo plazo para abordar la crisis climática y lograr el desarrollo sostenible. Debemos convertir la recuperación de la pandemia en una oportunidad real para construir un futuro mejor", expresó el secretario general de la organización, António Guterres, y agregó: "Las medidas temporales de confinamiento no sustituyen la necesaria acción climática".
  • La acción necesaria. Reducir sostenidamente las emisiones hasta alcanzar la neutralidad. En el pico del confinamiento a nivel global en abril, las emisiones diarias de CO2 cayeron un 17% comparado con 2019. En junio ya se encontraban un 5% más abajo que el año anterior. ¿Cuánto necesitamos hacer para cumplir con el Acuerdo de París? Debiéramos mantener una reducción en las emisiones globales de GEIs -no sólo de CO2- del 3% para el objetivo de 2°C y más del 7% para el de 1.5°C, pero ¡ojo! Ello no en un año, sino cada año desde 2020 hasta 2030.

    Ello sólo será posible acelerando la transición hacia energías renovables, cambiando patrones de consumo, promoviendo sistemas de transporte bajos en carbono y eliminando el carbón.
  • Una última observación: ¿Podemos llegar a un aumento de la temperatura global de 1.5°C, respecto de los niveles pre-industriales, en los próximos años? El reporte sugiere que hay un 24% de chance de que al menos un año de 2020-2024 lo exceda y un 70% de que uno o más meses durante ese período lo alcancen. Ello no significa que estamos condenados o que ya no hay tiempo para hacer nada.

    Como explicó en PLANETA la científica climática argentina Inés Camilloni, “cuando se habla del objetivo necesario de estabilizar el aumento de la temperatura en 1.5°C, no significa alcanzar la cifra en un año en particular, sino en un promedio de 30 años continuados”. Es decir, no es que si en un mes o en 2022 alcanzamos esa cifra de aumento, se vienen los impactos dramáticos inmediatamente, sino que tiene que durar un período de tiempo prolongado para que esas consecuencias no tengan marcha atrás.  

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Ana Di Pangracio. Foto: Gentileza FARN

Tres preguntas sobre la adeudada y necesaria Ley de Humedales en Argentina. Los humedales han sido protagonistas en RED/ACCIÓN tanto para comprender su importancia como para conocer cuándo están en peligro, como ocurrió con los recientes incendios en las islas del Delta de Paraná. Ante ello, el principal reclamo de la sociedad civil hoy es la sanción de una Ley de Humedales. Y sobre esto conversamos con Ana Di Pangracio, directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), especialista en biodiversidad.

  • ¿Cuál es el estado actual de las discusiones sobre la Ley de Humedales en el Congreso? Hasta ahora lo que hubo fueron reuniones informativas, varias en Diputados lideradas por el presidente de la comisión de Ambiente Leonardo Grosso y una en Senado. En ambas, las organizaciones de la sociedad civil pudimos hacer escuchar nuestra posición y promover la voz de los grupos en territorio que pudieron exponer. En algún momento tendrá que empezar el trabajo de asesores y los propios legisladores para definir un texto de consenso. Hay, por lo menos hasta la semana pasada, tres proyectos de ley en el Senado y ocho en Diputados. Por eso tiene que haber un proceso de escuchar a las voces de sociedad civil y el sector académico, y trabajar en un único texto que tome más fuerza. Además, como hay proyectos en ambas cámaras, llamamos a los legisladores a trabajar de manera coordinada y comunicada para que la doble vía no sea impedimento para que avance la ley. Por el momento, no tuvimos más novedades. Que se dé una media sanción este 2020, en el contexto de la pandemia y sesiones online, sería un gran paso.
  • ¿Qué características considera clave que debiera cumplir una Ley de Humedales en Argentina? Se han retomado las discusiones a partir de los incendios en el Delta, pero la Ley de Humedales va más allá de un incendio en un sector del país. El impulsar esta agenda no se tiene que acabar después de que se apague el último foco de incendio. Es importante que salga una buena ley, discutida, no a los apurones para asegurar una implementación satisfactoria, con todos los elementos para atender la preocupante realidad de los humedales a lo largo de Argentina. Algunos de ellos: que sea una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental, que la máxima autoridad de aplicación sea el ministerio de Ambiente y que sea la encargada nacional de hacer el inventario nacional como base de información para que cada una de las provincias avance en el ordenamiento territorial (el inventario no puede depender de las provincias), que haya un presupuesto asociado -el Fondo Nacional de Humedales- para impulsar la implementación.
  • ¿Por qué es importante para Argentina contar con una Ley de Humedales? Tenemos desde turberas en Tierra del Fuego, los salares altoandinos, hasta humedales en la Cuenca Matanza-Riachuelo. A nivel global, los humedales siempre fueron vistos como "tierra de descarte" a la que hay que darle otro destino. En los últimos 300 años desapareció el 87% de los humedales que había en la Tierra. Argentina no escapa a esa realidad, no tenemos esos datos, pero sabemos que un 21% del territorio está alcanzado por humedales con amenazas diversas. Tienen un valor ecológico, biológico, cultural y social. Son fuente de agua, permiten disminuir impactos de lluvias cada vez más intensas y frecuentes, y contribuyen en un mejor manejo ante situaciones de estrés hídrico, sustentan actividades de comunidades locales. Tenemos que proteger a los humedales no sólo por los servicios ambientales que dan a las personas sino también porque tienen un valor intrínseco. Esta no es una ley que se opone a la producción -como ya ha alertado el sector productivo- sino que invita a pensar la producción de otra forma: en línea con sostener la integridad ecológica de los humedales, la protección ambiental, la conservación y el uso sostenible.

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Fotografía de mi visita a una fábrica de aerogeneradores en Alemania durante 2019

Alemania lideró la generación eléctrica con renovables en la primera mitad de 2020. Fue un dato que me enteré leyendo GPS PM, la newsletter diaria y vespertina de Iván Weissman. Según el reporte del think tank independiente Ember, la energía eólica y solar representaron casi el 10% (un 9.8%) de la generación de electricidad a nivel mundial durante los primeros seis meses del año. Hace cinco años apenas representaba el 5%.

Alemania lideró el ranking de países seleccionados para mayor análisis con un 42% de su generación procedente de estas dos fuentes renovables. El siguiente fue Reino Unido con 33%. Brasil fue el país latinoamericano presente con un 10%.

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Foto Gentileza Green Tara Producciones Culturales

En agenda: rumbo al Green Film Fest. Bajo la producción de Patagonia, Artifishal invita a conocer no sólo el impacto de la industria salmonera en el mundo sino también la importancia de preservar los peces salvajes, su hábitat y a las comunidades que dependen de ellos.

  • Un dato en la previa al filme. Recomiendo leer un poco sobre el reclamo en contra de la instalación de salmoneras en el sur argentino. Y como adelanto, el tráiler.
  • Lo que más llamó mi atención. No es un documental en contra de la pesca, sino una defensa del desarrollo sostenible para la actividad.
  • Una reflexión posterior. Ahora sí, profundizar más en el reclamo local y en la defensa que debemos hacer de las especies de peces salvajes en mar argentino. Recomiendo seguir a Sin Azul No Hay Verde en redes.
  • Para agendar: Artifishal integra la programación del Green Film Fest que se celebra desde mañana, jueves 10, al 17 de septiembre de forma online en greentara.tv El pase general por $300 te permite acceder a todas las películas.

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Ser sustentables: y contribuir a un aire limpio. Este lunes se celebró por primera vez el Día Internacional del Aire Limpio para promover medidas de reducción de la contaminación del aire y garantizar un aire limpio para todos. Su importancia no es menor: 9 de cada 10 personas respiran aire con altos niveles de contaminación. ¿Cómo podemos involucrarnos?

  • Priorizar la bici, el caminar y el transporte público por sobre el auto particular;
  • Plantar un árbol (nativo);
  • Reducir, separar y gestionar correctamente los residuos;
  • Usar eficientemente la energía.

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Hoy quiero cerrar la edición con este recuerdo con Queen porque recientemente se cumplió un año de su partida y porque es la razón más emotiva también para agradecerte por estar del otro lado leyendo, tomando conciencia, compartiendo, buscando generar un cambio positivo en el planeta en el que vivimos. Y eso ha sido también lo que me sostuvo estos 12 meses, así que GRACIAS.

Recordá: dar tránsito a perros que lo necesitan, apoyar iniciativas de rescate, adoptar, no comprar.

¡Hasta el próximo miércoles!

Tais

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Información para actuar y cuidar al planeta. Todos los miércoles, por Tais Gadea Lara.

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