Vuelve a salir un libro de culto (Correrías de un infiel) de un autor de culto (Osvaldo Baigorria), los vloggers Luna y James se hacen famosos dejándonos ver su erotismo y luego se separan, y la sexóloga influencer Cecilia Ce suma nuevos fans. Tres casos que muestran que el sexo puede ser un estilo de vida que nos interpela y nos desnuda.
Plus: #Correo + Festival Basado en Hechos Reales.
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La noche del cacique. Un libro apasionante acaba de ser reeditado por Blatt & Ríos: Correrías de un infiel, de Osvaldo Baigorria, quien entre las décadas de 1970 y 1990 fue un viajero constante y además artesano, pintor, peón de plantaciones, diariero, periodista, traductor, lavacopas; en fin, buscavidas. Anduvo con la casa a cuestas, “a lo croto, linyera, hobo, bum, clocharde” (como él mismo dice), y hoy es un escritor prolífico que entre sus últimos shots tiene la reedición de su novela Llévatela, amigo, por el bien de los tres, el ensayo sexopolítico Didáctica de la orgía, los relatos de Indiada y las memorias de Postales de la contracultura: Un viaje a la Costa Oeste (1974-1984). En otras palabras, Baigorria es un outsider cada vez más relevante.
Correrías de un infiel, publicado originalmente en 2005, narra la aventura que emprende Osvaldo Baigorria para conocer la vida de Manuel Baigorria: un militar unitario de la primera mitad del siglo XIX que, al hacerse los federales con el poder, se refugió en las tolderías de los indígenas. Pasó ahí tanto tiempo que llegó a ser un cacique entre los ranqueles y tuvo varias esposas.
El libro es un juego de espejos con los exilios, los poliamores y las identidades de los dos Baigorria. Es magistral. Y entre las muchas direcciones en las que se abre, también es una novela erótica donde hay fantasías (algunas inocentes; otras condicionadas) a las que yo no llamaría “ficción”.
“Mientras iba escribiendo los primeros apuntes, empezaban a dispararse asociaciones”, me cuenta Osvaldo Baigorria. En la página veintipico ya hay un inesperado threesome regado con aguardiente y al calor de un fogón entre un cacique, una de sus esposas y Manuel Baigorria. Cien páginas más adelante hay otro: en la moderna Canadá se mezclan una indígena nootka llamada Dos Caminos, un anarquista de Montreal y un joven Osvaldo Baigorria. Después del sexo, ella le pregunta a él por sus orígenes… y lo deja pensando. A lo largo de todo el libro hay encuentros sexuales de a muchos y de a pocos, orgías y cautivas, y hay, también, una diáfana relación de amor entre Baigorria y Beatriz, la mujer que lo acompaña en su búsqueda.
“En años de hegemonía de la imagen, una escena erótica en un libro necesita un plus”, dice Baigorria. “Esas escenas deberían tener que ver con lo que propone la novela: poligamia o monogamia, fidelidad o infidelidad. No deberían ser un agregado picante, sino un chorro de palabras que sirva a alguna reflexión en torno a una fantasía o a un recuerdo. Yo no lo pienso mucho, simplemente sale, pero para que funcione me tiene que, más que erotizar, sensualizar”.
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Literatura a la venta. Correrías de un infiel fue editado por María Moreno (y ya se sabe que un editor es un segundo autor oculto en la sombra). “En el libro hay un experimento”, dice Baigorria. “Quise meter varios de los géneros en los que está dividido el mercado editorial: no ficción, ficción, metaficción, crónica, ensayo, experiencia propia. Es un libro que se cae de todos los estantes”.
- Lee más sobre Osvaldo Baigorria en SIE7E PÁRRAFOS: Ficción, no ficción, autoficción: ¿cómo se puede ir más allá de las etiquetas?
Mientras tanto, dos de los diarios de viaje de este autor están a la venta en la galería Ruth Benzacar. Son parte de Simetría Doméstica, un proyecto editorial de libros únicos ideado por la poeta patagónica Estefanía Papescu. Uno es de México, de 1976. Otro de Cuba, de 1995. Esos diarios son infrecuentes obras de arte, escritas con birome, y quizás incluyen algunas experiencias que luego terminaron en Correrías de un infiel.
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El viaje de Luna y James. Luna Okko tiene los ojos rasgados y mide menos de 1 metro 60. Se crió en Francia y hace tres años, a sus 23, comenzó a salir con un chico que se llama James, a quien conoció en una app de citas. El punto es que eran jóvenes, hermosos, imagino que un poco rebeldes y hedonistas, y soñaban con viajar.
Así que volaron al sudeste asiático, anduvieron de aquí para allá y el viaje se hizo vicio, y ellos se hicieron vloggers primero y después descubrieron en la desinhibición lo que sería su big-bang: comenzaron a hacer streaming de sexo en Chaturbate y luego fueron por más y terminaron montando un reality show XXX de su propia vida. Se los podía ver en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube, y también en PornHub.
Sus videos íntimos comenzaron a darles dinero y eso alimentó más viajes: Vietnam, Tailandia, Malasia, España, Hungría, Polonia. Y era tan inusual lo que hacían (videos de una calidad increíble y de edición autodidacta, según dijeron, donde hay sexo pero también hay gastronomía exótica y turismo paradisíaco) que Canal Plus los contactó en Cracovia y los describió como la pareja estrella de “la nouvelle vague del porno amateur francés”, y Marie Claire, edición de Taiwán, también los entrevistó.
- Eran nómadas digitales a su modo muy propio. Ella escribió en Instagram que “hacer porno fue una de las mejores decisiones de mi vida”. “No queremos que el marco tradicional nos defina: en eso somos como muchas personas”, dijo él en Marie Claire.
- Al mostrarse sonrientes y románticos (y mentalmente estables), y al mezclar el sexo con la vida, Luna y James propusieron contenidos adultos que llevaron a la sexualidad a un lugar un poco más amigable que el del cine porno masivo, que es un universo bastante mentiroso y a veces un poco pesadillesco.
La saga de videos XXX se llama The Sex Diaries y en su perfil de Instagram (@weareokko, ya offline) Luna y James llegaron a tener 70.000 seguidores y cada foto, unos 5.000 likes. Una escena de sexo en los acantilados de Menorca, en España, fue la favorita de ambos (y un medio local registró su paso por ahí). “Nos gusta mucho el sexo al aire libre”, dijo Luna a Marie Claire. “Cada vez que tenemos sensaciones diferentes, disfrutamos de nuestro cuerpo. Mientras disfrutas de un paisaje magnífico, la sensación es indescriptible y solo lo entenderás si lo pruebas tú mismo”.
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El fin de la música. Pero escribo en pasado porque se separaron. Fue en enero de este año, en Bali, y no hicieron público el motivo. Desde entonces él se asentó en Lagos, al sur de Portugal, donde construyó una casita, y se dedica a hacer videos hot en solitario, a practicar surf y a entrenar duro en el gimnasio (aquí su Twitter, su YouTube, su Instagram).
Ella volvió a Francia, luego visitó Letonia y Lituania (allí se grabó, también, en soledad) y un tiempo después se puso de novia de nuevo. La pareja se llama Evan. Luna contó en Instagram que se habían conocido mucho tiempo atrás y que él, que la seguía en las redes, le propuso un reencuentro. Ahora ella hace videos porno con Evan, pero él suele aparecer con la cara cubierta (¿le da vergüenza?). Como en un baile, la gracia se perdió cuando cambió la música. Sin embargo, los números siguen en alza en Instagram, YouTube y OnlyFans.
- Hace poco, leí algo muy cierto sobre Luna y James en The Journiest, un blog de viajes: “No sexualizaron todo en sus vidas. Eran románticos y pícaros, y construyeron un tipo de relación parasocial con su audiencia que nos hizo sentir como si fuéramos amigos de ellos... Y luego era como si te invitaran a su dormitorio”.
¿Será que el porno ya no es lo que era?
😮
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Tres preguntas a Cecilia Ce. La psicóloga sexóloga hoy tiene en Instagram 668k de seguidores (y contando…). Acaba de publicar su segundo libro, Carnaval toda la vida: Y vivamos una sexualidad libre y auténtica, donde escribe sobre autoestima, orientación sexual, primera penetración, goce, embarazo, mitos y muchas cosas más.
- ¿Cual es la relación de este nuevo libro con el primero, Sexo ATR? ¿Lo complementa?
Sí. La relación entre un libro y otro es complementaria. El primero está bien enfocado a la parte fisiológica y genital, es más sexológico. El segundo es más profundo, amplifica el contenido y tiene una perspectiva holística. Pero sí, se complementan.
- ¿Por qué escribís sobre sexología?
Bueno, en principio escribo sobre sexología porque es mi campo de trabajo, el que elegí, por afinidad, porque me resulta fácil abordar los temas y me interesan. Además, siento que puedo ayudar y que hay mucha necesidad.
- ¿Y cuáles son los principales desafíos al escribir sobre sexo?
Uno de los principales desafíos es hablarle a todo el mundo, porque la sexualidad es muy diversa y es difícil incluir a cada individualidad con el conocimiento adecuado. Por otro lado, aún cargamos con patrones culturales y sociales que vuelven al tema tabú y son pocas las personas que reciben algún tipo de educación sexual orientada al ejercicio de la sexualidad plena y no basada en el miedo.
Lee más sobre Cecilia Ce en RED/ACCIÓN: Cómo entre lives y juguetes eróticos el sexo se volvió viral en cuarentena
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#Correo de SIE7E PÁRRAFOS. Cambiando de tema, la semana pasada nos referíamos al estrés de estos meses y a los escritores que nos ayudan a dar sentido a momentos de incertidumbre: Pico Iyer, Alan Watts, Emmanuel Carrère y Sole Simond. Preguntamos sobre leer en cuarentena: ¿pudiste hacerlo? ¿Te sirvió para bajar la ansiedad o el estrés?
- “Leí mucho, sí. Me sirvió para escapar del mundo de afuera y de mí. Leí libros y textos geniales y leí escritores que hablan sobre escribir” — María Gabriela Losso.
- “Leer calmó mi ansiedad cual tranquilizante de liberación prolongada. En este largo confinamiento la lectura tiene un efecto fantástico” — Marta Andelman.
- “Al principio me costaba concentrarme en textos largos. Uno de los libros que me sacó de la parálisis de la lectura fue Camino al Este. También leí a Abdul Cicco, con su Rock and roll Islam. Releí el libro de poemas de Silvina Giaganti, Tarda en apagarse. Volví a leer Plano americano, de Leila [Guerriero]. Ahora quedé impactada con Poeta chileno, de Alejandro Zambra. Leer es casi lo único que hace bajar el estrés y la ansiedad” — Stefania Coggiola (¡gracias!).
- “En esta cuarentena creí que iba a desarrollar un ritmo de lectura superlativo y me terminó pasando todo lo contrario. Teoría general del olvido, de [José Eduardo] Agualusa, y El mar que nos trajo, de Griselda Gambaro, me devolvieron momentos de placer lector” — Agustín Mazzitelli.
- “Cuando empecé a acostumbrarme a las nuevas rutinas y las limitaciones, de a poco volví a sumergirme en la lectura y en seguida volví a leer casi con la regularidad habitual” — Ara.
- “La lectura fue y es un refugio al que voy todos los días, mi mundo” — Brunella Ferrari Luján.
- “Esto me identificó muchísimo y me obliga a volver como sea a la novela de Leonardo Padura, con un señalador a la mitad, que se llenó de polvo en mi mesita de luz: ‘Cuando concluyo mi lectura, puedo decir que soy más profundo, más atento, más matizado, mejor persona que una hora antes’ [Pico Iyer]” — Nerina Visacovsky.
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Agendátelo. Por último, un aviso: el Festival Basado en Hechos Reales —de periodismo y no ficción— llega este viernes y este sábado.
Doce invitados extranjeros y 20 argentinos se preguntan por la forma de contar el mundo que trajo la pandemia. Son dos jornadas de debate, reflexión, conversaciones y talleres a través del canal de YouTube del Festival.
RED/ACCIÓN es media partner 😉 y yo tengo el gusto de hacer una entrevista abierta con dos grandes: Martín Caparrós y Ana Basualdo. Es este viernes a las 19:00 ➡️ ¡Te espero ahí!
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Javier