La compañía operadora de las centrales nucleares del país, Nucleoelectrica Argentina (NASA), presentó el estudio de impacto ambiental para el proyecto de extensión de vida de Atucha I, que le permitirá operar otros 20 años más. El trabajo lo realizaron diversos organismos públicos y es clave para realizar los trabajos necesarios.
El estudio de impacto ambiental fue elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA), en el marco de un convenio firmado con NASA. También participó el Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT) que propició acuerdos y trabajos conjuntos.
La obra de extensión de vida útil tendrá una duración de unos 30 meses y se espera que culmine en 2026. Con estos trabajos la empresa podrá extender la vida útil de la planta dos décadas más.
El presidente de NASA, José Luis Antúnez destacó los valores permanentes demostrados en el proceso de elaboración del estudio y ponderó el “compromiso de la provincia de Buenos Aires con el Plan Nuclear Argentino”.
Por su parte, el subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental, Luis Couyoupretrou, resaltó el profesionalismo en el desarrollo de este documento y reconoció el “valor del conocimiento científico y la trayectoria” que tiene la empresa.
Nuclear: el proyecto de extensión de vida útil de Atucha I
El proyecto de extensión de vida de Atucha I le permitirá a la central operar por un nuevo ciclo de vida útil de 20 años. La parada de reacondicionamiento tendrá una duración de 30 meses a desarrollarse entre 2024 y 2026.
Los trabajos implicarán la creación de 2.000 puestos de trabajo, así como la generación de oportunidades para proveedores nacionales calificados para las tareas de construcción y fabricación de componentes.
«Esta obra permitirá mantener la potencia nuclear instalada, proporcionando energía segura, confiable y limpia para más de un millón de habitantes«, indicaron desde NASA.
La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina, al ser conectada al Sistema Eléctrico Nacional en marzo de 1974. Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales.
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