Cuando hablamos de desigualdad de género, muchas veces escuchamos hablar de la brecha salarial o la brecha de ingresos entre mujeres y varones. Según datos oficiales, en Argentina las mujeres ganan en promedio un 14% menos que los varones.
Esta disparidad se debe principalmente a razones estructurales: las mujeres tienden a tener trabajos menos calificados, de menor jerarquía, y en mayor proporción en el sector informal. Pero además, las mujeres enfrentan diversos desafíos a la hora de negociar sus salarios.
Según un estudio realizado para el libro Las mujeres no se atreven a pedir, de un grupo de estudiantes de maestría en Estados Unidos, solo el 7% de las mujeres intentaron negociar su salario al recibir una oferta laboral. ¿El porcentaje entre los varones? 57%.
Video: las razones por las que una mujer cobra menos que un varón
Las razones detrás de esta diferencia son varias. En principio, las mujeres tendemos a tener menos confianza que los hombres. Un estudio de la Universidad de Cornell encontró que los hombres tienden a sobreestimar sus habilidades y su desempeño, mientras que las mujeres las subestimamos. Esto es a pesar de que, en términos cuantitativos, el desempeño es el mismo.
Es un fenómeno a veces conocido como el “síndrome del impostor”, un sentimiento principalmente prevalente entre las mujeres y a raíz del cual uno piensa que no se merece ciertos logros porque no está a la altura.
Por último, otros estudios recientes indican que, a pesar de que las mujeres sí piden aumentos frecuentemente, tienden a recibir estos aumentos en menor proporción que los hombres. Es decir, más allá de que las mujeres negocien o no su salario, los empleadores también tienen que cumplir un rol importante en asegurar igualdad salarial.
En esta guía, enumeramos consejos surgidos de distintas investigaciones sobre cómo y cuándo negociar tu salario. Y si sos un empleador o una empleadora, más abajo te dejamos varios recursos para asegurarte de que estés pagando de manera equitativa.
1. Conocé tu valor
Uno de los desafíos más grandes a los que nos enfrentamos como mujeres a la hora de negociar nuestros salarios, es que tendemos a subestimar nuestro valor. Por eso, es importante tener en claro cuál es el valor concreto de nuestro trabajo. Algunos consejos para lograr esto son:
- Cuantificá tus aportes. Si escribiste dos informes para la empresa, entrenaste a tres personas nuevas, o lideraste cuatro proyectos en los últimos meses, es importante cuantificar tu trabajo de la manera más específica, para tener “data dura” a la hora de negociar.
- Mostrá evidencia de tu impacto y logros. Otra manera de calcular tu valor es mediante el impacto que tuviste a través de tu trabajo. Pensá en tus logros, por más chicos o grandes que sean, y anotalos en papel.
2. Hablá de tu salario con otras personas
Según un estudio de Harvard Business Review, la transparencia salarial es un paso importante para lograr la igualdad de salarios entre mujeres y varones. No tengas miedo de preguntarle a tus colegas sobre su compensación, y sé honesta sobre tus motivos (“Estoy pensando pedir un aumento y quería tener una idea de qué rangos de salarios están recibiendo otras personas”).
Si no te sentís cómoda haciendo esto, otra opción es buscar recursos en internet que te ayuden a tener una idea de cuál es el salario promedio para cierta industria o posición (por ejemplo, en plataformas como ZonaJobs). Por último, podés averiguar cuánto está ganando una persona con rol similar al tuyo, pero en otra empresa.
3. Prepará una propuesta concreta y tené confianza
Bueno, ya cuantificaste tu valor e hiciste tu “investigación de terreno”. Ahora es tiempo de preparar tu propuesta. ¿Qué porcentaje de aumento querés pedir? Más allá del salario, ¿hay otro tipo de compensación que te gustaría negociar? Pensá en vacaciones, horarios, y otros tipos de beneficios.
Con esta información a mano, sentate con confianza a la hora de pedir un aumento. Muchas veces las mujeres sentimos la necesidad de pedir disculpas, o nos sentimos mal a la hora de demandar algo para nosotras. Pero recordá que no estás pidiendo un favor personal. Esto es una negociación salarial, y no es necesario dar excusas.
Y si todavía te incomoda la situación, pensá que lo que estás haciendo también le va a servir a otras personas. Según estudios, las mujeres sienten que es más fácil negociar cuando lo están haciendo por otras personas. En este caso, negociar tu salario significa que en el futuro va a ser más normal para otras mujeres seguir tus pasos.
4. Cómo promover la igualdad si sos un empleador o empleadora
Si te interesa generar un ambiente laboral igualitario, donde las mujeres se sientan cómodas y empoderadas trabajando a largo plazo, hay varios pasos que podés tomar:
- Generá oportunidades frecuentes para conversar con tus empleados/empleadas sobre sus expectativas salariales y sus oportunidades laborales en el futuro.
- Comprometete a otorgar los mismos salarios y beneficios a tus empleados que estén en el mismo rol, sin importar si uno negoció su salario y el otro no.
- Implementá licencias de maternidad y paternidad igualitarias. Una de las principales razones por las que las mujeres terminan en trabajos menos pagos es porque el trabajo doméstico y de cuidado recae sobre ellas en mayor proporción.
- Desarrollá programas que se enfoquen específicamente en mujeres, por ejemplo programas de mentoría o de entrenamiento profesional.
Si crees que estás viviendo una situación de violencia por razones de género y necesitas contención o asesoramiento, llamá al 144. Si estás en riesgo inminente de ser atacada llamá al 911.
Podés leer este contenido gracias a cientos de lectores que con su apoyo mensual sostienen nuestro periodismo humano ✊. Bancá un periodismo abierto, participativo y constructivo: sumate como miembro co-responsable.