Nahuel Zucco es pianista, nació en Chubut, y hace algunos años que reside en Francia. En 2023 compuso su primer álbum, Otro mundo es posible, y acorde a la idea que tenía sobre sus canciones, decidió presentarlo con una gira conceptual, original y solidaria: un recorrido de conciertos por geriátricos parisinos.
La gira, que alcanzó a más de una decena de espacios y a cientos de personas mayores, de a poco comenzó a dar que hablar en los medios argentinos. Al volver a nuestro país, este año, Nahuel decidió replicar su idea y armó un nuevo recorrido con geriátricos de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Todo el proyecto fue autogestivo, de principio a fin. Para llevarlo adelante, puso su dinero, su tiempo y su corazón. Lo que se llevó de cada conexión y lo que se llevaron esos adultos mayores con su música, ya es invaluable. En conversación con RED/ACCIÓN, Nahuel contó cómo fue el recorrido de este proyecto solidario.
— ¿De dónde nace la idea de acercar tu arte a los adultos mayores?
La idea nació cuando saqué mi primer disco, Otro mundo es posible. Me pregunté qué hacer para presentarlo y se me ocurrió que en vez de hacer un recital clásico, en un bar o en una sala, podía hacer algo más en línea con la filosofía del álbum. Se llama Otro mundo es posible porque busca transmitir esperanza, optimismo, un nuevo horizonte, y me pareció una buena idea llevar música a un sector de la población que no siempre tiene acceso al arte.
— ¿Cómo fue gestar esa primera gira de geriátricos en Francia?
Una vez que tuve la idea, llamé a municipalidades, instituciones del estado que están relacionadas con las personas mayores en Francia, pero no me dieron mucha bola. Así que empecé a contactar directamente a los geriátricos. Mandé un montón de mails, no sé, habrán sido como ochocientos. Al principio pensaba que iba a ser muy difícil organizarlo, pero en un mes ya había cerrado toda la gira. Esto fue en mayo de 2023, y el tour arrancó en septiembre. Toqué en 17 geriátricos del conurbano parisino, como le digo yo, que es como el gran París.
— Mientras tanto, vos seguías trabajando en tu música y dando clases, ¿cómo te organizabas para ir a cada show?
Más que nada iba los fines de semana, sábados y domingos, porque al mismo tiempo tenía conciertos y mis clases de piano. Para llegar a cada geriátrico me tomaba el tren, saqué un abono mensual que acá sale más barato que comprar los pasajes individualmente. Fue todo muy autogestivo, la logística, la organización, fue todo por mi cuenta.
— ¿Qué te llevaste de esos primeros encuentros, qué aprendiste?
Lo que me llevé fue increíble. Primero porque llegué a conectar con mucha gente. Lo que quería con esta gira era mostrar la filosofía detrás de mis canciones, las historias, entonces ir contando esas cosas entre canción y canción, me permitió conectar. Por ejemplo, hay una canción que se llama Merci, que es gracias en francés, entonces antes de tocarla siempre cuento que la compuse pensando en todas las cosas que tenemos para agradecer y que muchas veces olvidamos, como que tenemos comida, una casa, amigos, familia. Entonces les cuento mis historias y también los invito a reflexionar.
— ¿Cuál es tu canción más emotiva, la que te llevó a conectar más con tu público?
La última que hago del repertorio, que es una canción que le compuse a mi vieja. Ella falleció hace ya un tiempo, después de una enfermedad que duró mucho. Yo había empezado a componerla cuando ella todavía estaba en vida. La canción estaba incompleta y en los últimos días de mi vieja yo justo estaba acá y terminé de componerla en el hospital, al lado de ella, en la habitación. Falleció a los dos días. Lo paradójico es que después me di cuenta que las melodías que compuse en ese momento fueron las más alegres de la canción. Lo entendí como el sentido de su existencia, su pasaje por la tierra, el dar amor a los demás. Y cuando cuento estas cosas, eso afina un vínculo y después se acerca un montón de gente a contarme sus experiencias.
— ¿Tenés momentos o comentarios de aquellos adultos mayores que se te hayan vuelto inolvidables?
Sí, por ejemplo una vez, termino de tocar, y veo que se acerca un señor caminando, muy lento. Y cuando llega, viene y me dice: “La verdad, muy lindo su concierto, la última canción me tocó mucho, ¿sabés que mi mujer falleció hace cuatro años?”. Y se pone a llorar. Y yo también medio que me emociono en ese momento, y al final terminamos los dos llorando. Es raro, porque se abre una conexión entre dos personas de generaciones diferentes, de dos puntas del mundo. Y que se genere eso gracias a la música, es muy lindo. La música tiene un poder de sanación, de conexión, que otras artes no tienen.
— ¿Qué sentís cuando llegás y cuando te vas de cada geriátrico?
En línea con esto del poder de sanación que tiene la música, muchas veces cuando llego a los geriátricos siento como un ambiente denso. Hay gente quejandose, gritando, sea por dolores o por demencia. Muchos están solos, entonces se siente eso. Y una vez que toco y termina el concierto, la gente viene y me dice que fue muy feliz, que la música le hizo bien. Una señora en Francia, por ejemplo, vino a hablarme después de un recital, acompañada por la enfermera, y apenas se acercó como que no podía hablar de la emoción que tenía hasta que me dijo: “Muchas gracias, señor, cuando usted empezó a tocar sentí como una energía acá adentro que me iba subiendo”. Después vino la enfermera a decirme que a esta señora nunca la había escuchado hablar tan fluido. Me quedé pensando, qué loco lo que es la música, que pueda hacer sentir mejor a una persona, hasta físicamente.
— Después de la primera gira en Francia, ¿cómo fue gestar la gira en Argentina?
Después de esa gira europea, la respuesta fue tan linda que me quedé manija y quise hacerla también en Argentina. Empecé ahora el 3 de julio y terminé el 25, y fueron 13 conciertos en total: Santa Fe, seis en Córdoba Capital y alrededores, cuatro en Capital Federal y después en Rosario. Acá también fue autogestivo, contactar a los geriátricos por amigos de amigos, por Instagram. La respuesta estuvo genial, más que nada en los hogares públicos, porque como en el sector público no hay tantos recursos, la verdad que ir y tocar y dar un concierto ahí, la gente lo aprecia muchísimo.
— ¿Qué estás haciendo ahora y qué es lo que sigue en tu carrera?
Esta nueva gira que empecé acá en Argentina, ahora la voy a seguir en Francia, pero no solo en el conurbano Parisino, sino que voy a intentar extenderla a todo el territorio francés en lo que queda de 2024 y 2025. Y en términos de producción musical, este año también estoy sacando nuevas canciones que van a formar parte de mi segundo álbum, las Piano Hop, una serie de canciones grabadas en vivo que las voy subiendo mes a mes a mi canal de YouTube.