La historia del Mundial de Qatar es bien conocida, cada instante de ese increíble viaje hacia la consagración está grabado a fuego, los héroes de la gesta son perfectamente reconocibles pero la vivencia de cada argentino en ese mes inolvidable es un terreno con infinitas posibilidades de exploración.
Esa propuesta, en esencia inabordable y parcial, es la que ofrece «Muchachos, la película de la gente», que se estrenará en cines el jueves próximo, pocos días antes de cumplirse un año de la gloria en Medio Oriente.
Las genialidades de Messi, las salvadas de «Dibu» Martínez, los cruces de Otamendi, las corridas de Julián, los toques de Alexis, la irrupción de Enzo y las apariciones de Angelito Di María suceden en el mismo plano que las reacciones de los fanáticos, tanto en los estadios como en la intimidad de los hogares argentinos.
El film consiste en una narrativa con formato de cuento, escrito por Hernán Casciari, autor de probada sensibilidad futbolera con la obra «Messi es un perro» (2016). La voz que articula el relato con las imágenes la aporta el actor Guillermo Francella, fiel intérprete de la identidad argentina.
Durante 100 minutos, la producción de Pampa Films, dirigida por Jesús Braceras (realizador de «Monzón» y «Barrabrava«) coloca a los hinchas en un papel protagónico que llevará al espectador a recordar las sensaciones propias de aquella locura transcurrida entre el 22 de noviembre y el 18 de diciembre.
El fútbol entregó en ese lapso acaso la más fantástica historia que se registre desde el nacimiento de la Copa Mundial de la FIFA. Una crónica trepidante que consta de momentos de profunda angustia como prólogo de aquellos más excitantes. En resumen, una digna historia argentina.
Todos ellos están registrados en «Muchachos«, que intercala imágenes oficiales del Mundial con videos caseros generados por influencers, viajeros, fanáticos en las tribunas y familias en cada uno de los rincones del país.
Los instantes más dramáticos en la campaña de la «Scaloneta» se expresan con una densidad especial: la derrota del debut con Arabia Saudita, el estallido de la primera victoria ante México, la batalla contra Países Bajos y la irrepetible final ante Francia.
Sobran los abrazos, los festejos de gol, las estampidas de júbilo, la tensión frente a las pantallas, las miradas invadidas por la frustración, los insultos, las maldiciones y los llantos de rabia cuando el destino parece empecinarse con la Selección que lidera «el nene zurdo«, como se refiere a Messi.
Entre todas las anécdotas divertidas, que tienen como protagonistas a los hinchas, destaca la Gonzalo, un fanático que prometió tatuarse el resultado con las banderas de Argentina y el rival de turno después de cada partido, en una manifestación de extrema confianza por la «Albiceleste»
El origen del relato parte desde el nacimiento del capitán argentino en Rosario en 1987, un año después de la anterior gran alegría en México, de la mano de Diego Maradona.
Desde entonces, plantea la película, nunca hubo un fenómeno popular como el que disparó la conquista de Qatar 2022 cuando los campeones regresaron a casa con la copa, el martes 20 de diciembre.
Las imágenes de dron lo testimonian. La manifestación del pueblo argentino en aquella calurosa jornada a sólo cinco días de la Navidad fue verdaderamente asombrosa.
Un veloz viaje aéreo por la autopista General Teniente Riccheri y la Avenida 9 de Julio, hasta llegar al Obelisco, rememora aquella jornada signada por el amor a los colores. Un día para toda vida, ¿hermoso recuerdo, verdad?
Con Información de Télam.
Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.