El Mes del Compostaje es una iniciativa que se desarrolla hasta el 22 de abril. Mediante distintas actividades y espacios comunitarios se busca promover esta práctica, tanto a nivel individual como colectivo. Eugenio López es uno de sus impulsores.
—¿Cuáles son los principales desafíos para desarrollar una “cultura del compost”?
—La cultura es algo que se transmite a lo largo de las generaciones, es algo que va mutando y enriqueciéndose. Creo que introducir prácticas como el compostaje en varias de las esferas donde se mueve la cosa social (como el sistema educativo, el barrio, el trabajo, la salud) genera instancias de charla y reflexión sobre esta práctica casi cotidiana de las personas. Desarrollar esta cultura es un trabajo sobre aquello de lo que nos vamos a deshacer. Las cosas no desaparecen, se compostan, se transforman. Hay que pensar el momento de desechar como algo positivo y que crea algo tangiblemente bueno y que también nos hace sentir mejores personas. Uno de los grandes desafíos es persistir, comunicar y expandir conocimientos y proyectos que estén siendo promotores culturales del compostaje. Tener paciencia y empatía con nosotros mismos, los demás y el planeta.
—¿Conocés buenos ejemplos de políticas públicas para promover el compostaje?
—No conozco muchos, se necesitan estrategias a corto, mediano y largo plazo en lo que refiere a la comunicación y educación en estas prácticas. No es una estrategia de promoción compartir un evento o hacer algunas publicaciones. Tiene que ser algo constante y con extensión en el tiempo.
—¿Qué le dirías a alguien que nunca compostó?
—Conocer el destino de nuestros residuos es un paso fundamental para comenzar a compostar, es una práctica simple y liberadora. Hay personas que no podrán compostar en sus hogares, es entendible, pero pueden ayudar a que el compostaje siga creciendo, apoyando iniciativas ya sea en el barrio, el municipio, una organización social; y exigiendo también a los gobiernos su implementación. Y es muy importante no olvidarse que al separar los residuos en tu casa ya estás haciendo mucho.
—¿Aporta algún plus juntarse y armar redes en esto de compostar?
—Juntarse y armar redes es un pilar fundamental para que las ideas crezcan y se multipliquen. Nos hace sentir parte de algo más grande e importante. Y si hay algo grande y de consecuencias importantes actualmente es que cada día se desperdician toneladas de residuos orgánicos que bien pudieran estar siendo compostados. Además, el hecho de juntarnos humaniza la práctica, haciendo que crezca dentro de la cultura.
—Más allá del mes del compostaje, ¿qué actividades están desarrollando en la Fundación Banco de Residuos del Litoral?
—Actualmente se está desarrollando en varias áreas, por ejemplo, la recolección diferenciada de los residuos. El tratamiento y valorización de los residuos-recursos a través del compostaje y la biodigestión, el reciclaje. También estamos realizando bioconstrucción de nuestro propio espacio de trabajo, utilizando para ello bloques de plástico y revoque con una mezcla de barro y fibra de madera. La comercialización de los productos obtenidos de los procesos, como el compost y el Biol. También damos talleres de formación y trabajamos en la mejora de la calidad de vida de las comunidades de barrios de Posadas, implementando el uso de filtros para obtener agua limpia.
Esta entrevista fue publicada originalmente en la newsletter OXÍGENO del 9 de abril de 2024. Podés suscribirte acá.