En el último tiempo la influencia de la inteligencia artificial ha crecido exponencialmente y se han planteado nuevas preguntas acerca del futuro de la sociedad. Varias de estas cuestiones están relacionadas a la capacidad que tiene la IA de reemplazar muchas tareas que realiza el ser humano.
La salud es una dimensión que siempre estuvo de la mano del desarrollo de la tecnología pero ahora, la incógnita reside en cómo va a responder al progreso de la inteligencia artificial: ¿qué tareas dejarán de ser esencialmente propias del médico humano?¿Qué herramientas serán reemplazadas?
Josep Munuera es un reconocido profesional de la salud en España. Es radiólogo experto en tecnologías digitales aplicadas a la salud y hoy opera como jefe de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Sant Pau de Barcelona. En una entrevista realizada por Jessica Mouzo para El País, Munuera aseguró que las herramientas de inteligencia artificial no sustituyen al médico, sino que lo empoderan.
El especialista explica que en su área de detección de imagen ya hay muchas herramientas de IA que están siendo utilizadas. Por ejemplo, se entrenan algoritmos para reconocer tipos específicos de patologías y, cuando se presentan, las identifican.
Este sistema ayuda al médico de muchas maneras. En primer lugar, les da la pauta de qué priorizar. “Cuando el médico especialista está revisando las imágenes le aparecen en la pantalla unas marcas que señalan si el algoritmo ha identificado que hay una patología e incluso nos ayuda a priorizar. A veces, se envía un mensaje para que mires primero a este paciente o que no hace falta que corras tanto con otro porque probablemente no tenga nada”, profundiza Munuera.
También, los ayuda a ganar tiempo. Según el profesional, la inteligencia artificial permite que la adquisición de una imagen de resonancia magnética sea mucho más veloz. Parte de la imagen está formada por algoritmos de la IA, lo que hace que el tiempo se reduzca, antes tardabas 20 minutos, ahora 10.
Sin embargo, el principal beneficio –y- si se quiere el más importante– de la IA en la medicina es que ayuda a la precisión del diagnóstico. “La combinación de un lector humano con el algoritmo aumenta la precisión”, confirmó Munuera. “Por tanto, disminuimos los errores diagnósticos: tanto los falsos negativos como los falsos positivos”, continuó.
En esta última afirmación está el punto interesante del especialista. Él mismo confirma que los errores y los sesgos que pueden tener tanto las máquinas como el humano se pueden vencer en este trabajo en conjunto y de retroalimentación. Es decir, si el porcentaje de precisión de la máquina es mayor que el tuyo, seguro debas aprender de ella, y viceversa. De esta manera, para el médico la IA no es una competencia sino una herramienta que colabora para todos: tanto médicos en su precisión como los pacientes en su diagnóstico.
Pero, ¿podrá finalmente la IA tomar control de la profesión? La respuesta es no, según el profesional. “El papel del radiólogo va más allá de la simple lectura e interpretación de la imágen médica”, declaró. “Estas herramientas de IA no te sustituyen, sino que te empoderan”, detalló en la entrevista.
La revolución de la IA avanza rápido y parece hacerlo sin el permiso de nadie. El especialista opinó que, como toda tecnología, debe tener sus reglas del juego y, una vez establecidas, hay que empezar a usarlas acorde a ellas. Por eso, Munuera reconoció que su mayor preocupación yace en su mal uso.
La valoración del profesional trae una visión que corre a un lado el alarmismo planteado por muchos medios de comunicación sobre la IA. Es sencillo: tiene muchos beneficios, hay que saber cómo usarlos ética y técnicamente. “Lo que puede pasar en un futuro es que en el consultorio estemos tres: un paciente, un médico y una herramienta con la cual los tres estamos interaccionando. Usaremos esto para comunicarnos mejor entre nosotros”, concluyó en su entrevista para El País.