Más de un millón de familias viven en barrios populares: la mayoría no accede a servicios básicos - RED/ACCIÓN

Más de un millón de familias viven en barrios populares: la mayoría no accede a servicios básicos

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Según el Registro Nacional de Barrios Populares, 1.168.731 familias viven en asentamientos, lo que equivale a aproximadamente 5 millones de personas. El 90% no cuenta con acceso al agua potable y el 97% no tiene cloacas. Este fin de semana, TECHO realiza una colecta de voluntarios y de fondos en ciudades de todo el país para continuar trabajando en barrios populares.

Más de un millón de familias viven en barrios populares: la mayoría no accede a servicios básicos

Foto: gentileza de TECHO Argentina

De acuerdo con el Registro Nacional de Barrios Populares, en Argentina existen 5.687 barrios populares, donde viven aproximadamente 5 millones de personas. La gran mayoría de ellas no accede a servicios básicos en sus hogares.

¿Qué es un barrio popular? Según el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, “se considera Barrio Popular a los barrios vulnerables en los que viven al menos 8 familias agrupadas o contiguas, donde más de la mitad de la población no cuenta con título de propiedad del suelo ni acceso regular a dos, o más, de los servicios básicos (red de agua corriente, red de energía eléctrica con medidor domiciliario y/o red cloacal)”.

¿Cuál es la realidad de los barrios populares hoy en la Argentina?

  • Hay 5.687 asentamientos.
  • Sumados, ocupan una superficie total de 590 kilómetros cuadrados, casi tres veces la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
  • El total de familias que habitan en asentamientos es de  1.168.731.
  • Aproximadamente,  5 millones de personas viven en barrios populares.
  • En los barrios populares, el 66% de los hogares no accede a servicios de energía eléctrica.
  • El 90 % de los hogares no cuenta con agua potable.
  • El 97 % de las viviendas no tiene sistema de cloacas.
  • El 99 % de las casas de barrios populares no tiene conexión de gas.

Todos estos servicios, además de una vivienda que proteja contra el clima y un ambiente no contaminado son características que constituyen un hábitat justo según la ONU y las leyes de la Argentina.

Las ciudades están fragmentadas: cómo podemos ayudar

“Nuestras ciudades están fragmentadas, ya que si bien compartimos el mismo territorio, no todas las personas acceden a los mismos derechos”, señala Francisco Ferrario, Director General de Regiones de TECHO Argentina, la organización social que trabaja para que más personas cuenten con viviendas adecuadas.

Con esa premisa, la organización realiza hace más de una década la #ColectaTECHO, un evento anual con el cual busca visibilizar las condiciones en las que viven las personas en barrios populares, recaudar fondos para ayudar y sumar voluntarios y voluntarias al trabajo en los barrios. 

“Queremos interpelar a las personas que  acceden a más oportunidades y derechos y que los tienen naturalizados. Queremos mostrarles que en sus mismas comunidades existen cientos de familias que atraviesan otra realidad, la que implica habitar en un barrio popular”, explica Ferrario.

La colecta va a realizarse entre este viernes 5 de mayo y el domingo 7 en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Chaco, Tucumán, Salta, Córdoba, Neuquén, Río Negro y Mendoza. Una semana más tarde se hará en Misiones (porque el 07/05 hay elecciones en esa provincia).

Desde el sitio colecta.techo.org.ar podés sumarte como voluntario o voluntaria, o hacer una donación. Con lo recaudado, TECHO apunta a construir 40 viviendas de emergencia y desarrollar 14 proyectos comunitarios vinculados al acceso al hábitat. 

El testimonio de un voluntario

Una característica de TECHO que me encanta es que no solo trabaja para las personas de barrios populares, sino que trabaja con ellas. En ese sentido, en esta entrevista, Nicolás, un voluntario, me contaba: “Es importante entender que como voluntarios y voluntarias no llevamos respuestas ni soluciones a las comunidades, las respuestas y soluciones las tienen las personas que habitan los barrios todos los días y conocen las problemáticas que los atraviesan, nosotros como voluntarios podemos facilitar espacios y herramientas para que esas soluciones se hagan realidad, pero sin tener un rol protagónico ni tomar las decisiones”. Otra cosa interesante que me dijo fue: “Una de las cosas más lindas del voluntariado es que el aprendizaje es constante. En TECHO siempre hay espacio de debate, reflexión y formación y en esas instancias aprendí mucho sobre pobreza, desigualdad, conceptos relacionados al hábitat, gestión comunitaria de proyectos, liderazgo, perspectiva de género, entre muchas otras.