—¿Cómo impactó la pandemia en la publicidad?
—Creo que la pandemia dejó a los discursos de las marcas totalmente invadidos por la situación. Cuando vemos publicidades de cualquier cosa que no hablen de la pandemia quedan como “descolocadas”, como si estuvieran viendo otro canal. Uno siente que tiraron la plata. Lo paradójico es que algunos comerciales de “Quedate en casa” tampoco construyen demasiado, compiten con la comunicación del gobierno, con los medios, con los canales en vivo, con el contenido en general y llega un momento que es como si estuvieran diciendo lo mismo que ya sabemos. ¿Qué tiene sentido comunicar? Para mí, una oferta concreta, un regalo, un contenido liberado. Y eso hoy realmente tiene efectividad.
—¿Creés que los mensajes vinculados a la sustentabilidad van a crecer en el mundo publicitario?
—Si hay algo que se está imponiendo en el mundo es la noción de lo que está bien y lo que está mal. Creo que la comunicación de las marcas va rumbo a volverse más empática, más sensata y más concreta. La sustentabilidad va camino a ser el verdadero negocio en el futuro de las empresas. Cuando pase “el temblor” empezaremos a salir de la urgencia y a preguntarnos por qué y creo que todos sabemos que ahí vamos a tener que hablar de cómo nos estamos portando con el planeta. Y ahí “agarrate” si no empezás a ser sustentable.
—¿Cuál fue la publicidad que más te gustó en este contexto?
—Las publicidades con mensajes de “ Quedate en casa” mostraron la desesperación de algunas de las marcas de no quedarse afuera, como si fuera el mundial de fútbol. Así se sintió forzada y casi estéril. Las marcas a las que mejor les fue son las que se silenciaron en la pauta pero hicieron cosas buenas. A mi me gustó la alianza de Ford con la Cruz Roja. Ellos prestaron vehículos y fabricaron máscaras en su planta de Pacheco. También me gustó la alianza de Unilever y General Motors en Santa Fe, reubicando en la fábrica de alimentos a trabajadores que no tenían tareas en GM por un tiempo. Imaginarse a esos trabajadores yendo de una planta a otra a mi me genera mucho impacto. Le creo, me gusta, me da ganas de comprarles.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.