Laura Taffetani es responsable legal y técnica de Sociedad Civil en Red. También es una de las voces de la campaña Mejores Reglas para las Organizaciones Sociales, que busca que los clubes, comedores comunitarios, centros culturales, organizaciones de base y demás entidades sociales puedan contar con un marco fiscal y laboral adecuado, basado en normas simples y trámites gratuitos.
—¿Cuáles son las principales dificultades que implica el trabajo en organizaciones sociales?
—En realidad el fondo del problema, en relación al marco legal y fiscal, es que nuestro país no ha contemplado dentro de su legislación el crecimiento incesante de un nuevo actor en la participación democrática y en las políticas públicas que lleva a cabo el Estado: las organizaciones de la sociedad civil. Luego esto se traduce en situaciones concretas, que abarca a los distintos organismos estatales involucrados: desde lo fiscal a veces tienen exigencias como si fueran empresas o se las somete a un control desmesurado y poco eficaz que hace que las organizaciones se pierdan en un laberinto de trámites que las desvía de sus principales objetivos; desde lo laboral, se les exige una registración cuyos costos no se está en condiciones de poder afrontar o se las coloca en figuras laborales que poco tienen que ver con la naturaleza de sus actividades y finalmente, en lo que hace a la su registración y control, que se realiza desde las distintas jurisdicciones de nuestro país, se las somete a exigencias imposibles de cumplir o a trámites excesivamente onerosos sin discriminar las organizaciones chicas de las grandes y las actividades que llevan adelante.
—¿Por qué es importante que las organizaciones sociales se vinculen y trabajen entre pares? ¿Creés que esto es algo que ocurre lo suficiente o es un aspecto en el cual se puede crecer?
—La riqueza inmensa que tiene el sector de las organizaciones de la sociedad civil es su gran diversidad de actividades, de fines y formas organizativas. Pero ello tiene su contraparte en que esa gran diversidad hace difícil que se articule como un único sujeto. Los años han marcado que las organizaciones se unen en redes, algunas en relación a las temáticas que abordan, otras desde los espacios territoriales que ocupan o de programas de gobierno en el que participan. Pero lo cierto es, que una articulación de mayor escala es un proceso difícil de abordar aún. Justamente es el tema legal y fiscal el que establece un objetivo en común que las atraviesa a todas.
—En línea con lo que proponen en la campaña Mejores Reglas para las Organizaciones Sociales, ¿cuáles deberían ser las principales medidas del Estado para ayudar a las organizaciones sociales?
—En principio tener un tratamiento fiscal acorde a su naturaleza, son organizaciones sin fines de lucro y el control necesario que debe hacer, sin lugar a dudas, el Estado debe ser cuidadoso en el sentido de no entorpecer los fines por los que se constituye. A modo de ejemplo, la exención de ganancias, algo tan obvio en este tipo de organizaciones, debe ser un trámite sencillo y ágil. Las organizaciones de la sociedad civil deben poder constituirse y ser controladas por el Estado con trámites simples de promoción más que de obstaculización. Y definitivamente, se debe reconocer la figura de la trabajadora y el trabajador socio comunitario, de modo que la gente que trabaja en las organizaciones se encuentre protegida por un régimen laboral y previsional acorde a la actividad que realiza.
—¿Creés que la pandemia resignificó el rol de las organizaciones sociales y generó o va a generar cambios en su funcionamiento? Si es así, ¿cuáles?
—La pandemia, como en todos los temas, profundizó los problemas existentes en forma previa, en ese sentido las situaciones que estamos planteando se agravaron. Si bien las organizaciones estuvieron en el frente de batalla, asumiendo un rol activo en las problemáticas que trajo aparejada la pandemia, fueron visualizadas e incluso reconocidas en los discursos oficiales, ello no significó cambio alguno en el tratamiento que venían sosteniendo. Se presentaron incluso propuestas a tener en cuenta en la emergencia pero no fueron escuchadas. Por eso es que hoy, más que nunca, estamos iniciando esta campaña. Es necesario abordar el problema para garantizar el fortalecimiento de un sector que tiene un rol fundamental en una sociedad democrática y que lo ha demostrado con creces en la historia reciente de nuestro país.
Para visibilizar la campaña #MejoresReglasParaLasOrganizacionesSociales, se invita a todas las organizaciones sociales del país a usar ese hasthag entre el 4 y el 9 de julio, e incluirlo en sus fotos de perfil. Podés encontrar más información en el sitio web de la campaña.