Cerca de las 23, a usted se le ocurre una idea, que puede ser clave para que su equipo desarrolle en un proyecto actual, así que le envía un correo electrónico a los miembros de su equipo mientras piensa en ello. Como entrenadora en productividad, especializada en el manejo de la atención, comprobé que los correos electrónicos a deshora provocan una merma la creatividad, la innovación y la verdadera productividad.
Piense acerca del mensaje que le gustaría enviar. ¿Usted quiere que su equipo le responda inmediatamente? O ¿Solo está enviando el correo electrónico porque quiere hacerlo antes de que se le olvide? Si es lo primero, usted está intencionalmente encadenando a sus empleados a la oficina 24/7. Si es el segundo, usted está, sin intención, encadenando a los empleados a la oficina 24/7.
Estar siempre conectado daña los resultados. Cuando los empleados están constantemente monitoreando su correo electrónico después del horario de trabajo –ya sea por miedo a no ver algo que usted les envíe o porque son adictos a sus dispositivos- están perdiendo el esencial tiempo de desconexión que necesita el cerebro. La creatividad, la inspiración y la motivación son su ventaja competitiva, pero también son recursos agotables que deben recargarse. Por este motivo, vale la pena examinar sus propios hábitos de comunicación.
Sea claro sobre sus expectativas en relación a los correo electrónico y otras comunicaciones. Fomente una cultura sana que reconozca y valore el hacer una tarea a la vez, el enfoque y el tiempo de reposo. Además, revise las actitudes de los líderes respecto a un entorno de conexión permanente. La creencia de que más trabajo es igual a mayor éxito resulta difícil de olvidar, pero lo cierto es que no resulta beneficiosa ni sostenible.
Un ambiente frenético, que incluye contestar correos electrónicos a todas horas, no hace más productivo a su equipo. Solo los vuelve ocupados y distraídos. Usted basa las decisiones de contratación de sus colaboradores a partir de sus conocimientos, experiencia y talentos singulares, no de cuantas tareas pueden aparentemente hacer a la vez o de cuantos correos electrónicos pueden contestar al día.
Así que aliente un entorno donde los empleados puedan realmente desconectarse y recargar energías:
- Substituya la frase “manejo del tiempo” por “manejo de la atención” y haga hincapié en esta habilidad en el plan de desarrollo de su equipo.
- Absténgase de comunicarse a deshoras.
- Muestre los beneficios de la concentración, al alejar sus dispositivos. Implemente una política de “no dispositivos” en las reuniones, para promover el enfoque en una sola tarea y el pleno compromiso.
- Desaliente un entorno permanente de distracción, que inhibe el flujo creativo, a través de enfatizar la importancia del enfoque, equilibrar un plan de oficina abierta con muchos espacios de silencio y crear opciones de trabajo remoto a tiempo parcial para los roles, tareas y proyectos de alta concentración.
Estos comportamientos contribuirán a un resultado de mayor calidad por parte de usted mismo y de su equipo, además de una cultura corporativa más productiva.
Maura Thomas es la autora de “Personal Productivity Secrets” y el próximo libro “Work Without Walls: An Executive’s Guide to Attention Management in the Age of Distraction.”
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