La inteligencia artificial avanza sin permiso. Y, según un nuevo informe de la empresa Boston Consulting Group (BCG), en algunas partes del mundo domina el entusiasmo y la expectativa por los beneficios que puede generar, mientras que en otras resalta la preocupación. La encuesta midió el uso, sentimientos y nivel de conciencia sobre la IA y, específicamente, de la IA generativa. Entre 21.000 encuestados de 21 países en seis continentes, la investigación se enfocó en explorar la utilización del recurso en espacios laborales.
En Argentina, el 84 % de los encuestados manifestó estar al tanto de la IA generativa, con un 32 % que la ha empleado al menos en una ocasión. Además, el 43 % se mostró entusiasmado con las posibilidades que brinda. Al mismo tiempo, un tercio de los encuestados se sintió conflictuado y un 24 % preocupado, principalmente por cuestiones de seguridad y uso ético.
A una escala global, más del 80 % de los participantes demostraron tener conocimiento sobre la inteligencia artificial generativa, y una cuarta parte de ellos ya la habían usado al menos una vez. Asimismo, el 75 % declaró haber usado una aplicación o servicio impulsado por la tecnología de varias maneras.
No obstante, las cifras del estudio también muestran una inquietud en relación a sus desventajas: a nivel mundial el 28 % afirmó sentirse conflictuado y el 33 % preocupado por la seguridad de los datos y el uso ético de la IA.
De acuerdo a Julián Herman, Managing Director y Partner de BCG: "En un principio, cuando aún se desconocen las capacidades de una nueva tecnología, las personas son vulnerables a la desinformación y a los mitos, lo que promueve la preocupación y el miedo”. Y agregó que "a medida que los usuarios comienzan a consumir e interactuar con la IA, su emoción ante las posibilidades que esta le ofrece aumenta. Sin embargo, con el entusiasmo crece también la inquietud: ¿Puedo confiar en ChatGPT? ¿Mis datos están protegidos? ¿Mi trabajo se verá impactado?".
Dado que los sentimientos respecto a la IA varían mucho de un país a otro, se encontró que uno de los factores que lo determina es la edad. Los países con poblaciones más jóvenes, que suelen tener mayor experiencia técnica y digital, suelen mostrar mayor entusiasmo, como es el caso de China (56 %), Indonesia (49 %) y Brasil (46 %).
A su vez, en ciertos países con economías digitalmente competitivas, como Francia, Australia y el Reino Unido, se resalta la sensación de amenaza a la privacidad. "En países menos competitivos digitalmente el entusiasmo es mayor, ya que la IA presenta una oportunidad para acelerar soluciones a problemas críticos en áreas como la sanidad y la educación", destacó Herman.
En el contexto laboral, el 70 % de los encuestados globalmente se mostró positivo por el impacto de la IA generativa, viendo potenciales beneficios en el aprendizaje, la educación y la eficiencia. Sin embargo, la visión varía según el tipo de empleo, siendo aquellos en roles de apoyo más susceptibles a sentirse amenazados por la automatización.