Pulsar, el observatorio de la Universidad de Buenos Aires (UBA) especializado en la opinión pública, publicó un informe analizando la democracia y consensos en Argentina. Se trata de la segunda edición de una encuesta nacional sobre las creencias sociales, que tuvo el objetivo de capturar “las cosmovisiones, los valores y las percepciones sociales”. En este informe, abordaron cómo y qué pensamos sobre la democracia y cómo creemos que debe actuar un presidente.
El promedio de las personas encuestadas valoran vivir en una democracia un 9,3 sobre 10. Sin embargo, calificaron la actual democracia en Argentina con un 6,6. Pulsar explica que esta diferencia se debe a una discrepancia entre la realidad y las expectativas de la democracia, entre la importancia que se le otorga a la democracia y su percepción sobre el funcionamiento actual. De hecho, según el informe de Argendata, Argentina clasifica entre los 35 países más democráticos del mundo.
Estas percepciones varían entre generaciones e inclinaciones políticas. Por un lado, una mayor edad se correlaciona con menor valoración de la democracia argentina. Los más jóvenes (18-23) promedian un 6,9, mientras que los adultos mayores un 6. Como declara el estudio: “La longevidad viene acompañada de cierta desilusión”.
El informe propone otra hipótesis para explicar esta diferencia. Los jóvenes fueron el grupo que votó con más fervor en las elecciones pasadas al presidente Javier Milei. Se puede inferir, por lo tanto, que la coincidencia de valores hacia su referente político, que hoy es presidente, favorece el destaque de las propiedades democráticas del país para esa generación.
Cómo se debe comportar el presidente
Pulsar también indagó en cómo se debe comportar un presidente argentino y encontró dos valoraciones distintas. Por un lado, los acuerdistas: son el 54 % del país y consideran que las decisiones del Gobierno siempre deben pasar por el Congreso para obligar al mandatario a encontrar consenso. Por el otro, la minoría decisionista del 39 % defiende la toma de decisiones directa del Poder Ejecutivo, priorizando la capacidad de respuesta rápida.
Un análisis interesante que presenta el informe es la lectura partidaria que tiene el comportamiento del presidente. La mayoría de los acuerdistas se identificaron como parte de partidos opositores al Gobierno, como el peronismo. Con los decisionistas, la relación es a la inversa, siendo en mayor parte votantes de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio.
Pareja de opiniones distintas
Pulsar indagó sobre la posibilidad de estar en pareja con alguien que tenga opiniones políticamente distintas. Sorprendentemente, 7 de cada 10 argentinos no juzgan a las personas por política. Incluso fueron un paso más lejos y unificaron las respuestas a dos preguntas clave: si se puede calificar a alguien por sus opiniones políticas y si formarían pareja con alguien que piensa distinto. A esta variable la llamaron “condicionados por la polarización”, y buscaban detectar cuánta gente circunscribe sus relaciones personales a “la grieta”.
El descubrimiento fue también sorprendente. Los encuestados marcaron una disminución significativa de un año a otro en el índice de condicionamiento por polarización. Mientras que en el 2023 un 47 % parecía condicionado, este año se redujo a 41 %. Cómo lo dice el informe: “Esta caída indica una disminución de las personas que permiten que las diferencias políticas afecten sus relaciones personales”.
