Por el momento, la inteligencia artificial ya está presente en algunas tareas laborales: muchos ya hemos usado ChatGPT para resolver una duda, resumir un texto largo o pedir mejoras para una entrega. Cada vez son más los procesos burocráticos que buscan automatizarse para liberar tiempo de los trabajadores.
Ahora bien, esta modernización de la tecnología será, a medida que pase el tiempo, más sofisticada. La palabra agentes de inteligencia artificial ya empezó a resonar con fuerza dentro de varias compañías, en especial dentro de Capgemini, una empresa multinacional de servicios tecnológicos, que quiere incorporar este tipo de modelos dentro de sus dinámicas.
Pero, primero, ¿qué son los agentes de inteligencia artificial? Son sistemas con cierto grado de autonomía para tomar decisiones. Augusto Alegre, ingeniero industrial y consultor de inteligencia artificial, explica en diálogo con RED/ACCIÓN que los agentes de IA son un tipo de software que pueden percibir su entorno (sensores en un auto), razonar sobre objetivos (decidir la ruta más rápida) y tomar acciones (girar) para lograr esos objetivos con cierto grado de independencia.
En diálogo con CNBC, Pascal Barrier, director ejecutivo de innovación en Capgemini, confirmó que la empresa ya está buscando incorporar este tipo de tecnologías y que definitivamente es lo que se viene el año entrante en materia de inteligencia artificial. Explicó, además, que ya pasamos la “primera ola de IA” que consistía en entender qué es un prompt y un modelo de lenguaje.
“Ahora, la IA y la IA generativa (aquella que potencia a ChatGPT, Sora, Stable Diffusion, Mid Journey, por ejemplo) se están acercando, y se trata mucho más de construir esos motores de conocimiento, utilizar la IA generativa para interactuar con esos motores e implementar esta nueva noción de agentes como sustituto o copiloto para encontrar y hacer cosas por nosotros”, profundizó.
Barrier mencionó que los denominados agentes de IA se dividen en dos tipos: agentes individuales que realizan tareas en tu nombre y la tecnología de múltiples agentes, o "agentes que hablan con agentes". Por ejemplo, un agente de IA enfocado en marketing que esté creando una campaña publicitaria para una organización en Alemania podría trabajar de manera autónoma con otro agente en el departamento legal de la misma organización para asegurarse de que la campaña sea legalmente adecuada.
Alegre asegura que los agentes traen consigo numerosas ventajas (y no solamente en el ámbito empresarial). En salud, por ejemplo, podrían ofrecer asistencia médica y recordatorios personalizados. En educación, podrían actuar como tutores enfocados en las dificultades de cada estudiante. En el ámbito laboral, pueden automatizar tareas repetitivas, permitiendo a los trabajadores enfocarse en temas más creativos y estratégicos.
“Estos avances prometen hacer nuestras vidas más eficientes y cómodas. Perderíamos la soledad, la ineficiencia, el aburrimiento, la falta de bienestar, la falta de acceso al conocimiento”, reflexiona el experto. Aunque advierte: “Sin embargo, hacer un buen uso siempre será nuestra responsabilidad. Podemos utilizar la tecnología como extensión de nuestra conciencia para ser más efectivos o podemos desaprovecharla por miedo, ignorancia o por perjudicar a otros”.
Pese a que un reciente estudio de Capgemini en el que participaron más de mil compañías determinó que un 82 % de ellas estaba planeando incorporar los agentes de IA en un corto plazo (de acá a un año), no se trata de una cifra representativa. Estos números corresponden más que nada al global norte desarrollado, particularmente Estados Unidos, donde estos avances son accesibles y asequibles para las empresas.