Llegó a la Argentina la iniciativa que recicla pelo para cuidar la tierra y el agua - RED/ACCIÓN

Llegó a la Argentina la iniciativa que recicla pelo para cuidar la tierra y el agua

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

MOT Argentina es la filial local de Matter of Trust, una asociación de entidades que utiliza los desechos de las peluquerías humanas y caninas para evitar que se evapore el riego de los cultivos y para absorber hidrocarburos.

Llegó a la Argentina la iniciativa que recicla pelo para cuidar la tierra y el agua

Intervención: Marisol Echarri.

Hacerse un corte carré, entresacarse volumen, raparse la nuca o hacerse flequillo no solo son estrategias para cambiar de imagen. También pueden convertirse en un modo de ayudar al planeta. Al menos, así lo propone Matter of Trust, una ONG gestada en San Francisco, Estados Unidos, en 1998, que utiliza los descartes de pelo tanto de humanos como de mascotas para brindar soluciones ambientales. El proyecto, que en América Latina ya estaba presente en Colombia, Brasil y Chile, llegó hace tres años con la cooperación del país trasandino a la Argentina. Actualmente, están armando una red de peluquerías para optimizar la recolección de los desechos que se transforman en discos y alfombras. Estos instrumentos retienen el agua de riego de cultivos y mitigan derrames mediante la absorción de sustancias como petróleo y aceites.

La iniciativa global ha logrado movilizar tanto a los fanáticos del reciclado como a los peluqueros y estilistas de mascotas para generar todo tipo de dispositivos. En el Reino Unido, por ejemplo, son más de 600 las peluquerías que se ocupan de juntar sus residuos para, con ellos, crear desde alfombras para absorber líquidos contaminantes, aislantes térmicos para viviendas hasta ropa de  de invierno. 

Haciendo pie en la Argentina

La filial local de la organización funciona en un galpón en la localidad bonaerense de Quilmes y participó en el Foro de Empresas Europeas en la Argentina que se realizó en junio de 2023, donde pudo promover su iniciativa en el ámbito industrial. Surgió como el proyecto de tesis de Julián Osuna para la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), quien, a partir de una simple búsqueda de Google llegó a las acciones de reciclaje de pelo. Fue entonces cuando se contactó con Matter of Trust y su constelación de unas 106 organizaciones en 36 países que trabajan con el reciclado de pelo en todo el mundo, con el apoyo de científicos.

El resultado de su búsqueda se concretó en MOT Argentina, un emprendimiento que en este tiempo se especializó en el desarrollo de dos líneas de productos: uno que busca el cuidado de los cultivos a partir del ahorro de agua y otro asociado a la mitigación de derrames de hidrocarburos. Ahora están próximos a lanzarlos masivamente al mercado.

“El primero se llama agropelo y tiene cuatro presentaciones: discos de 15, 20 y 30 centímetros pensados para uso doméstico y una plancha para cultivos de 60 por 60”, cuenta Osuna. Y describe que estos círculos de pelo están compuestos por hebras seleccionadas a mano de unos tres centímetros de largo y entretejidos con una capa interior de hebras más cortas. Los discos se colocan a partir de una abertura que abrazan los tallos de las plantas, sean de explotaciones agropecuarias o macetas del balcón. “Sirven para proteger el suelo ya que tienen la capacidad de evitar la evaporación en un 71 %, según un estudio de MOT Internacional, lo que genera en definitiva que no se pierda agua y uno tenga que regar casi la mitad de las veces”, sintetiza el emprendedor ecologista.

Los discos de agropelo sirven incluso para ahorrar agua en el jardín. (Foto: Mot Argentina)

A su vez, que la cobertura esté constituida por pelo tiene una ventaja adicional: aporta a las plantas los nutrientes que tiene el cabello, especialmente nitrógeno. “Estas sustancias, al descomponerse, tienen la capacidad de renovar el perfil del suelo y mejorar el sustrato”, apunta Osuna y recurre a un ejemplo de la filial de Chile de la organización: en una plantación de choclos en el desierto de Atacama los discos permitieron duplicar la producción en kilos debido a que los frutos resultaron más grandes. 

“Lo que pude notar con el uso de los discos es que las plantas conservan mucho mejor la humedad y, por ende, se conserva mejor la vida microbiana y se absorben mejor los nutrientes. Pero además de necesitar menos riego, también se va distribuyendo más parejo”, cuenta Diego Cambareri,  quien adoptó agropelo para las plantas de su casa. “Además los discos sirven como cubierta y evitan que el sol les pegue directamente a las raíces más superficiales”, agrega.

Los discos también pueden usarse para grandes cultivos. (Foto: gentileza MOT Chile)

Cuentan Osuna y su socio Mariano Suárez que los discos se pueden usar para las aromáticas del balcón o el limonero del fondo, pero también para plantaciones y cultivos de más extensión. Así lo cuenta Jorge Biava, un agricultor de la localidad chilena del Alambrado, en la región de la Araucanía:  “Usamos el agropelo en tomates, peinados, ajíes verdes y morrones y también en maíz. Notamos que mantenía la humedad pero además, impedía que crecieran malezas alrededor. Incluso hicimos una experiencia que resultó muy buena para sembrar cilantro”.

El otro producto que comercializa Mot Argentina —hoy desde su depósito en Quilmes, pero entre abril y mayo también disponible en una tienda de comercio electrónico— es el petropelo, una soga o “chorizo” relleno de cabello que sirve para absorber hidrocarburos. “Esa capacidad que el pelo tiene para engrasarse es la que le permite absorber grasas o aceites o petróleo”, argumenta Suárez. Y apunta que estos dispositivos pueden usarse en mares y océanos como ya han documentado filiales internacionales del proyecto, pero también adosados a muelles o boyas en cualquier orilla del conurbano bonaerense o el Riachuelo. En la Argentina hicieron una experiencia en un muelle de Ensenada. Incluso pueden instalarse en galpones o fábricas y talleres mecánicos para absorber en aguas y suelos los desechos industriales, ligados a los hidrocarburos. Para esta función los emprendedores citan un estudio reciente de la NASA donde se menciona la eficacia del pelo y su capacidad para absorber hasta 8 veces su volumen de sustancias contaminantes, una propiedad que convierte a estos dispositivos en un elemento ideal para los kits de remediación de derrames.

Por ahora la venta es por el boca a boca o en ferias ecológicas. (Imagen: gentileza MOT Argentina)

Una red de donantes

“Buscamos expandir el concepto de lo reciclable que hasta ahora solo abarcaba el papel, el vidrio y el metal para incluir el pelo. Hay experiencias en el exterior en las que se lo usó como aislante térmico en ropa de abrigo”, apunta Osuna, feliz de evitar que los restos de cortes de peluquerías caninas y humanas vayan a formar parte de rellenos sanitarios y basurales. 

En MOT Argentina explican que la gran limitante del proyecto en pleno desarrollo es la logística. Así lo explica Osuna: “Necesitamos reducir la huella de carbono y optimizar el traslado. No tendría sentido que cada peluquería se movilizara para traernos el pelo por el impacto que generaría ese traslado. Por eso, por ahora nos manejamos con donaciones de unos cinco salones conocidos y cercanos, pero avanzamos en la creación de una red de acopio que abarque todo el país para que los peluqueros se agrupen para juntar sus residuos y hacérnoslos llegar. Ya tenemos propuestas de enviarnos recortes desde diversas provincias e incluso desde Uruguay y también dos centros de acopio confirmados que presentaremos con un mapa cuando tengamos todo el circuito armado”.

El petropelo sirve para contener derrames de hidrocarburos o aceites en fábricas y hasta talleres mecánicos. (Imagen: gentileza MOT Argentina)

“Soy de Rosario, y este proyecto me encanta. Ni bien esté la red de logística podría juntar pelo de mis perros y míos y mandárselos”, promete Lali Dreutt a través de un mensaje de Instagram. 

Los emprendedores resaltan el fenómeno de la expansión de peluquerías y barberías en el área Metropolitana de Buenos Aires a partir de 2016 y acercan un dato: aún el salón más pequeño genera como mínimo el volumen de una bolsa de consorcio por semana. Luego aclaran que el proyecto utiliza pelo desde tres centímetros de largo y que, según los estudios realizados por la red internacional, las mechas teñidas no pierden ninguna de sus propiedades.

Una presentación del proyecto entusiasmó a estudiantes y docentes de la Universidad de Quilmes. Foto: MOT Argentina

“No competimos con proyectos solidarios como las pelucas para pacientes oncológicos ni con los peluqueros que realizan cortinas de cabellos, ya que somos complementarios. Podemos usar lo que a ellos no les sirve”, cuentan. De hecho, en la cuenta de Instagram del emprendimiento, un mensaje de una ONG que realiza ese tipo de pelucas para pacientes con cáncer propone una futura alianza.

“Queremos que cada potencial donante pueda encontrar un centro de acopio cercano en un mapa para hacernos llegar su pelo o el de su mascota; y que incluso las peluquerías se preocupen por figurar en el mapa y que sus clientes sepan que son verdes y contribuyen con el ambiente”, apunta Suárez.

Respecto del proceso para fabricar agropelo y petropelo, Osuna cuenta que el primer trabajo es de clasificación del pelo donado y se realiza de modo manual y artesanal separando las hebras por tamaño para destinar las más largas a hacer capas entretejidas y las más cortas como relleno. Para evitar la presencia de parásitos indeseables presentes en el cabello como los piojos o sus liendres, la selección se realiza después de un período de guardado que garantiza que estén muertos. “Luego las planchas como círculos son elaboradas por una máquina que importamos de Estados Unidos que entrelaza las hebras y arma como un sanguchito con el relleno del pelo más corto”, cuenta Osuna, quien promete: “En la medida en que el proyecto crezca sumaremos tecnología, pero ahora estamos iniciando una fase de expansión”.