El crecimiento récord de las principales tecnologías de energía limpia hace que sea posible llevar a cero las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético mundial y limitar el calentamiento global a 1,5 °C, de acuerdo con el informe Net Zero Roadmap de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). "Hay motivos cada vez mayores para ser optimistas", expresa el comunicado oficial.
Este documento da a conocer el primer estudio exhaustivo y una hoja de ruta sobre cómo hacer una transición a un sistema de energía neta cero para 2050. En este sentido, asegura que el suministro de energía estable está garantizado, así como el acceso universal. Lo que, además, permitiría un crecimiento económico. Como resultado, tendremos "una economía energética limpia, dinámica y resiliente dominada por energías renovables como la solar y la eólica en lugar de combustibles fósiles", afirma el comunicado.
El primer informe de esta serie se publicó en 2021 y sirvió como un punto de referencia para los responsables políticos, la industria, el sector financiero y la sociedad civil. Desde aquel año, hubo un crecimiento récord en la capacidad de energía solar y de las ventas de autos eléctricos, tecnologías que podrían aportar un tercio de las reducciones de emisiones entre hoy y 2030.
El informe actualizado a este año detalla que la capacidad mundial de energía renovable se triplicó respecto a 2021. "El camino trazado en nuestra hoja de ruta tiene un alcance global, pero cada país tendrá que diseñar su propia estrategia, teniendo en cuenta sus circunstancias específicas", dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE. Y agregó: “La buena noticia es que sabemos lo que tenemos que hacer y cómo hacerlo, pero también tenemos un mensaje muy claro: una sólida cooperación internacional es crucial para el éxito. Los gobiernos deben separar el clima de la geopolítica”.
Seguir por este camino significa que casi todos los países deberían adelantar sus fechas objetivo de cero emisiones. También depende de un aumento significativo de la inversión, especialmente de las economías emergentes y en desarrollo. El gasto mundial de energías limpias pasaría de 1,8 mil millones de dólares en 2023 a 4,5 mil millones anuales a principios de la década de 2030. "Eliminar el carbono de la atmósfera es muy costoso. Debemos hacer todo lo posible para dejar de ponerlo ahí en primer lugar", comentó Birol.
Según el comunicado de la AIE, "de no lograr una mejor cooperación internacional, se crearán riesgos climáticos adicionales y se dependerá del despliegue masivo de tecnologías de eliminación de caras, las cuales son caras y no se probaron a gran escala". Y alertó: "Si no se consigue ampliar la energía limpia con suficiente rapidez para 2030, habría que retirar de la atmósfera casi cinco mil millones de toneladas de dióxido de carbono al año durante la segunda mitad de este siglo".
