¡Hola amigos! Llegamos a fin de año y reciben este envío sobre el filo del 2020. Por supuesto, nos despedimos hablando de libros, ¿de qué otra cosa sino? Hoy vamos con los planes de lectura para el año que comienza. ¿Ustedes ya tienen los suyos? ¡Cuéntenme!
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2020, allá vamos. Termina el año y a pesar de la compulsión psicopática de todo el mundo por juntarse a brindar, tenemos más tiempo, vemos el futuro con alegría y nos juramos encarar el año próximo con mayor tranquilidad y tiempo para hacer lo que se nos cante (o lo que se nos lea). Así que acá van los libros que me tientan del 2020:
- Más de lo bueno conocido. Después de la trilogía, se viene uno nuevo de Rachel Cusk, Despojos (Del Asteroide). Es un libro de memorias acerca de su separación, la verdad que me quedé muy entusiasmada con Cusk y me copa que se venga uno nuevo. También, Emecé va a editar Vamos a tocar el agua de Luis Chaves que es un librito que me encantó y que ahora va a ser más fácil de conseguir. Jus Ediciones va a sacar una edición bellísima de Relatos para piano de Felisberto Hernández que nunca hay que dejar de leer. Y otro que vuelve es Michael McDowell autor de Los Elementales, con Agujas doradas (La bestia equilátera). Y nueva novela de Michael Cunningham (Fiordo) que es un autor que me fascina.
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Los que serán un hitazo. Un libro del que vamos a hablar mucho el año que viene y que espero con ansias es Aramburu de María O'Donnell (Planeta), en mayo se cumplen 50 años del asesinato de Aramburu y el libro promete una investigación periodística tremenda, además que seguramente esté muy bueno de leer como suele pasar con los libros de O'Donnell. En una línea similar, y también imperdible, además de divina edición, se viene Teoría de la gravedad de Leila Guerriero (Del Asteroide), una selección de sus columnas en El País de España. El libro de Carlos Pagni, El nudo de la Argentina (Planeta)algun quilombito va a armar. También, luego del verano, viene una nueva novela de Claudia Piñeiro (Alfaguara), sobre la cual no tengo detalles todavía, pero es una autora que sigo siempre.
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Los que me recomendaron y pienso leer. El hotel de los animales de Jean Garrigue (La bestia equilátera) que es una novela cortita publicada en 1966. Había quedado medio en el olvido, pero la están reeditando porque parece que se nos había pasado esta joyita. Otro que me mencionaron es Mar Paraguayo - Canoa canoa del escritor brasileño Wilson Bueno (interZona editora) que tiene una cosa muy linda con el lenguaje, mezclando el guaraní, español y portugués, y la voz de una mujer y de un hombre, me da intriga. Libro de la maternidad por Cecilia Fanti (Rosa Iceberg) que voy a comentar hasta que me frenen.
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Algo para tener siempre en cuenta: las traducciones. Hay muchas editoriales que hacen sus propias traducciones al argentino o al neutro, privandonos a los lectores de términos como nevera, tumbonas, frigorífico, escaparate, etc. Es muy difícil avanzar pacíficamente por los textos con estas palabras que nos distraen. Estoy leyendo ahora Máquinas como yo de Ian McEwan (Anagrama), que es buenísimo, pero hay momentos que revolearía la novela por la ventana. En general son las editoriales independientes locales las que hacen buenas traducciones, estén atentos. Sé que, por ejemplo, este año Ediciones Godot va a sacar una traducción de Pablo Ingberg del primer libro de cuentos de Scott Fitzgerald, Flaperas y filósofos; además de Molloy y Malone muere de Beckett traducidos por Matías Battistón. Se viene también Edipo Rey de Sófocles con traducción y estudio introductorio a cargo de Esteban Bieda (Ediciones Winograd) y uno que sale en marzo pero que ya empecé a chusmear y es divino, Tiempo sin lluvia de Cynan Jones (Chai), traducido por Esther Cross. Para los que no lo leyeron, reserven ya Anagramas de Lorrie Moore (Eterna cadencia) traducido por Cecilia Pavón. Lo cierto es que los esfuerzos de estas editoriales independientes hacen que nuestras lecturas sea mucho más placenteras y cercanas.
Y aquí, los libros de no ficción de la semana:
Desviación, de Luce D'Eramo, comentado por Ana Wajszczuk. “Yo creía haberlo leído todo sobre la Segunda Guerra Mundial. Anna Frank a los doce años, Primo Levi, Imre Kertész, Norman Davies, memorias, testimonios, relatos anónimos. Pero la Segunda Guerra Mundial –de la cual este año se cumple el 80° aniversario de su inicio- es una cantera inagotable. De esa cantera, Seix Barral reedita hoy una pepita de oro: Desviación, de la escritora franco-italiana Luce D'Eramo, una autoficción – aunque el término no se hubiera inventado para esa época- publicada originalmente en Italia en 1979 y rápidamente convertida en best seller”. Aquí, el comentario completo.
Formas breves, de Ricardo Piglia, comentado por Silvia Itkin. “Piglia ensayista -que nunca es puramente tal, siempre hay un deslizamiento a la ficción o a su trastienda- es una voz amiga. Se impone, aunque no por timbre ni caudal, sino por precisión. Ilumina como un cazador y a diferencia de este: no atrapa, multiplica. Ya hace veinte años de la primera edición de este libro que pasó por varios sellos. La lectura no envejece (algunos libros, sí). Dice: “La lectura es el arte de construir una memoria personal a partir de experiencias y recuerdos ajenos.” Piglia comparte esa memoria en estas páginas cuando recorre a Macedonio, Gombrowicz, Borges, Puig, Arlt, Chéjov y siguen las firmas. Los párrafos elegidos pertenecen a un segmento -“Los sujetos trágicos”- cuyo origen fue una conferencia sobre literatura y psicoanálisis que dio el escritor en Buenos Aires en 1997, auspiciada por la Asociación Internacional de Psicoanálisis”. Aquí, el comentario completo.
Hasta acá llegamos por hoy amigos. ¡Que tengan un buen comienzo de año y escríbanme cuáles son sus planes de lectura para el 2020!
Fuerte abrazo,
Flor