El pasado 9 y 10 de julio, líderes de diferentes religiones junto con representantes de las grandes empresas tecnológicas se juntaron en Hiroshima, Japón. La ciudad, históricamente marcada por la caída de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, fue el punto de encuentro para debatir sobre el imparable crecimiento de la inteligencia artificial.
El evento se llamó AI Ethics for Peace (en español, Ética de la IA para la Paz) y fue impulsado en una primera instancia por la Santa Sede. Asistieron 16 representantes de religiones de todo el mundo: desde las creencias abrahámicas como el judaísmo, cristianismo o Islam hasta aquellas que son parte de Oriente, como el budismo, Bahá’í, zoroastrismo, entre otras.
"La cooperación, la solidaridad y el trabajo conjunto son necesarios para abordar la evolución de la inteligencia artificial, en la que se entremezclan intereses, perjuicios y beneficios, para garantizar que sus sistemas y productos no sólo sean técnicamente avanzados, sino también moralmente sólidos", señaló el musulmán mauritano Abdallah Bin Bayyah, presidente del Foro de la Paz de Abu Dhabi y del Consejo de Fatwa de los Emiratos Árabes Unidos.
AI Ethics for Peace también tuvo una intervención del Papa Francisco en donde el líder no desperdició la oportunidad para ratificar su posición acerca de los avances tecnológicos, algo que ya había dejado en claro en el G7. “Debemos garantizar y proteger un espacio de control humano significativo sobre el proceso de elección de los programas de inteligencia artificial, la propia dignidad humana depende de ello”, aseguró en el evento ante los 16 representantes.
Los líderes de las religiones del mundo han firmado hoy en #Hiroshima la “Rome Call for #AIethics”. Solamente juntos podremos construir la #paz, gracias también a tecnologías al servicio de la humanidad que respeten nuestra casa común.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 10, 2024
Pero, la convocatoria también se abrió al mundo tech, es decir, los encargados de desarrollar la inteligencia artificial. Para ello, altos representantes de las grandes tecnológicas como Microsoft, IBM y Cisco estuvieron presentes para demostrar interés y apoyo a la iniciativa. También estuvieron presentes autoridades del Gobierno japonés, así como de otras 12 naciones.
"La IA es una tecnología con implicaciones en todos los países, sectores y sistemas de valores, y sus beneficios deberían repercutir en la humanidad entera”, expresó Darío Gil, Vicepresidente Senior y Director de Investigación de IBM. “Cumplir con nuestros compromisos es de vital importancia, y a través de esfuerzos estamos uniendo a desarrolladores, investigadores, líderes de la industria y defensores para avanzar de forma transparente en una IA segura, responsable y arraigada en la innovación", profundizó.
El principal objetivo de la reunión era, por un lado, juntar a las principales religiones del mundo para subrayar su importancia crucial en la configuración de una sociedad en la que, frente a la incesante aceleración de la tecnología, se haga realidad el llamamiento a un desarrollo tech que proteja la dignidad de cada ser humano y de todo el planeta, de acuerdo con un artículo de L'Osservatore Romano.
Pero, por otro lado, AI Ethics for Peace buscaba principalmente firmar el Rome Call for AI Ethics (en español, Llamamiento de Roma por la Ética de la IA). En detalle, según informa Vatican News, este documento fue originalmente concebido y promovido por la Academia Pontificia para la Vida y luego por la Fundación RenAIssance, creada por el Papa Francisco en 2021 con el objetivo de difundir estas ideas.
El Llanamiento quiere promover un sentido de responsabilidad compartida entre las organizaciones internacionales, los Gobiernos, las instituciones y el sector privado para que todos los individuos puedan beneficiarse de los avances de la tecnología. A su vez, indica una serie de principios para la algor-ética, un nuevo concepto que refiere a la incorporación de la ética que mantenga a la persona y la justicia en el centro de las relaciones entre los pueblos en el desarrollo y la aplicación de la inteligencia artificial.
“Para habilitar las capacidades de la IA de una manera ética es necesario actuar en varias direcciones: desarrollar grandes bases de datos de alta calidad e imparciales para entrenar los modelos de IA; proporcionar acceso a la infraestructura cibernética; desarrollar competencias de IA; establecer marcos de gobernanza para gestionar el desarrollo de la IA; y que los sistemas de IA sean transparentes, responsables y alineados con los valores humanos", expresó el padre Paolo Benanti, director científico de la Fundación RenAIssance y miembro del Órgano Consultivo sobre Inteligencia Artificial de las Naciones Unidas.