Abrir una cuenta bancaria, suscribir un plazo fijo, realizar pagos u obtener préstamos en supermercados, farmacias y estaciones de servicio ya es una realidad en la Argentina.
La autorización la dio la semana pasada el Banco Central y es parte de la política de inclusión financiera del Gobierno. El objetivo es facilitar el acceso de las personas al sistema, principalmente en localidades y barrios de la Argentina en los que no hay acceso a los bancos comerciales y, en algunos casos, ni siquiera a cajeros automáticos.
Qué dice la nueva normativa:
La norma permite la realización de operaciones bancarias a través de agencias complementarias generalmente llamadas “corresponsalías bancarias”. El Banco Central dice que las corresponsalías minimizan los costos de transacción , maximizan la intermediación financiera y promueven la formalización de la economía.
En la misma línea, el Banco Mundial y las Naciones Unidas sostienen que la inclusión financiera es considerada una receta efectiva para mejorar la vida de los pobres, los jóvenes y las mujeres. Además es una herramienta efectiva para la inclusión social.
La inclusión financiera
En Argentina solo la mitad de los argentinos tiene una cuenta bancaria y entre los más pobres, solo la quinta parte, según datos del Banco Mundial.
Pero, el Banco Central no mira las mismas cifras: según sus números, el 80% de los cuit o cuil de los argentinos están asociados a una cuenta bancaria y eso sería un reflejo más fiel de la realidad argentina. Los expertos en el tema dicen que una mayoría de esos afiliados nunca usan esas cuentas, no están activas o ni saben que las tienen. En la práctica, no son poseedores de los beneficios de estar dentro del sistema financiero, por lo que es más realista y útil usar las cifras del Banco Mundial.
El Banco Central dice que la apertura de los nuevos de puntos de acceso al sistema financiero permitirá mejorar los procesos de pago de las más de 14 millones de prestaciones que ANSES realiza todos los meses (Asignación Universal por Hijo, jubilaciones y pensiones, etc.). En muchos casos estos servicios se prestan en zonas en las cuales se dificultan las opciones de acceso al sistema bancario por falta de sucursales bancarias.
Ignacio Carballo, economista de la UCA y probablemente la persona que más ha estudiado el tema de inclusión financiera en la Argentina, dice que la medida tiene el potencial de revolucionar “la forma en la que vivimos las finanzas en Argentina y es un gran paso en firme hacia la inclusión financiera”.