La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que por la crisis económica detonada por el COVID-19, unos 305 millones de empleos de tiempo completo están en peligro y que casi 1.600 millones de trabajadores en la economía informal están siendo fuertemente afectados por la cuarentena. Esa cifra equivale a la mitad de la población activa del mundo.
El estudio, publicado en estas horas, señala que es probable que la pérdida de ingresos para los trabajadores informales sea masiva. En promedio, estiman que el desplome de sus ingresos fue de 60% solo en el primer mes de la emergencia.
La crisis provocada por la pandemia del COVID-19 también está teniendo un fuerte impacto en el mercado de trabajo de la Argentina. En una proyección que muchos economistas tildan como conservadora, la OIT estima que se destruirán al menos 340.000 puestos de trabajo.
Las recomendaciones de la OIT
El organismo propone dar una respuesta integral sin dejar a nadie atrás y recomienda a los gobiernos estimular la economía y el empleo, apoyar a las empresas y los ingresos, y buscar soluciones mediante el diálogo social.
- Asegurar la salud de los trabajadores, los empleadores y sus familias y minimizar los riesgos de propagación
- Implementar acciones coordinadas, rápidas y de gran escala para estimular la economía y sostener los empleos, las condiciones de trabajo y los ingresos de los trabajadores.
El impacto en la Argentina
El documento hace hincapié en que la pandemia afecta en forma especial a los trabajadores informales y los sectores que generan gran cantidad de puestos laborales en la región, como son el comercio y los servicios. En la Argentina las mujeres representan el 44% de los trabajadores en el sector de hoteles y restaurantes del país.
La vulnerabilidad de las empleadas domésticas
Ellas están en la trinchera de la pandemia. Son 1,4 millones y están más expuestas al impacto económico y sanitario de la pandemia por su rol fundamental a la hora de mantener el buen estado de salud de las familias y las comunidades.
- Esta fuerza de trabajo representa el 5,6% del empleo total, el 17,4% de las mujeres ocupadas y el 22% de las mujeres asalariadas del país.
- Sin embargo, 3 de 4 trabajadoras no está registrada y, por lo tanto, no accede a derechos laborales ni protección social.
- Viajan más tiempo a sus trabajos y utilizan transporte público, lo que las hace más vulnerables; y enfrentan el riesgo de perder su empleo ante las dificultades de sus empleadores para pagar sus salario y trabajan horas extras sin que se les paguen.
- En el sector existe diferencias significativas que marcan la brecha entre hombres y mujeres en el mercado laboral: ganan menos a igual tarea y están más expuestas a violencia y acoso
Para ayudarlas y protegerlas, la OIT sugiere:
- Aplicar medidas que favorezcan la retención del empleo.
- Extender el acceso a derechos laborales a las trabajadoras domésticas.
- Expandir las licencias por enfermedad o licencias para el cuidado con goce de sueldo para garantizar la seguridad económica.
- Mejorar el acceso universal a servicios de salud pública.
- Establecer medidas de seguridad y salud para garantizar un lugar de trabajo seguro y libre del riesgo de contagio.
La OIT reconoce que en la Argentina ya se implementaron medidas que van en la dirección correcta. Destaca entre ellas la extensión de las políticas de apoyo a los ingresos, como es el caso del bono extraordinario de la AUH y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), a todas las trabajadoras domésticas, independiente si están registradas.