¿Cómo trabaja Encontrarse en la Diversidad para achicar la brecha de género?
F: Para cerrar la brecha de género necesitamos reconocer que existe, pero no solamente desde los números, los honorarios, las estadísticas, sino también en relación con toda la carrera profesional. Nos encontramos ante el desafío de revisar no solo los cargos y los sueldos, sino también las posibilidades de ascensos, las promociones, los procesos de selección, los premios e incentivos y las licencias. Construir ámbitos de trabajo equitativos implica revisar discursos y prácticas desde una perspectiva de género que nos permita derribar y desnaturalizar estereotipos. La eliminación de la brecha de género requiere una planificación estratégica que permita reconocer que la cultura nos atraviesa como personas y como organizaciones y, a la vez, que podemos hacer algo al respecto para que la situación cambie. Implica reconocer también al machismo como estructura que nos limita. Como desafío, acompañamos a las organizaciones en la profesionalización de roles, líderes, equipos de diversidad que puedan llevar adelante estos procesos de manera transversal y se re-construyan con una perspectiva de género y diversidad.
¿Qué desafíos encuentran desde su área de expertise para cerrar la brecha de género?
A: Como especialistas en gestión de la diversidad, acompañamos a empresas a revisar prácticas y discursos que permitan acercar nuevas reflexiones, preguntas que se traduzcan en acciones y políticas concretas. En este camino, nos encontramos con desafíos, tensiones y oportunidades relacionadas con la desnaturalización de estereotipos y prácticas de discriminación. En muchos casos, identificamos la tensión de algunas organizaciones que implementan estrategias globales sin atender con detenimiento a las agendas y particularidades locales, que muchas veces se traduce en un desentendimiento de las acciones o una falta de arraigo con la cultura local. Por otro lado, y en particular en cuestiones de género, nos encontramos con muchos varones paralizados frente a estas preguntas y cambios, sin poder configurar nuevas identidades que acompañen procesos para achicar las brechas. Re-pensar el lugar que ocupamos los varones en estos temas es fundamental para saber corrernos y reconocer nuestros privilegios. En este sentido, reconocemos las tensiones que se dan en mandos medios en las organizaciones, en la falta de oportunidades o de prácticas de liderazgo que no impliquen desigualdades de poder.
¿Qué estrategias encuentran para combatir los estereotipos?
F: En primer lugar, entendemos que los estereotipos y las prácticas de discriminación son construcciones sociales y culturales, son aprendidas y socialmente reproducidas. Como solemos decir, la buena noticia es que, si aprendimos a reproducir estereotipos, podemos des-aprender y construir nuevas formas de vincularnos, con otras personas y con nosotros mismos Esto implica reconocernos como personas responsables de reproducir o derribar estereotipos, y, sobre todo, entender que estamos inmersos e inmersas en esta cultura y por lo tanto, todas las personas discriminamos y todas las personas somos discriminadas. Así, también podemos reconocernos como responsables por el cambio.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.