Ni uno, ni dos, sino tres son los factores que se conjugarán en la actualización de las tarifas de gas y que harán que entre febrero y abril las boletas de los usuarios de la región suban hasta más de un 300%. Un tarifazo que será, además, la antesala para la puesta en vigencia en abril de un nuevo esquema de subsidios, con el que el gobierno apunta a achicar aún más sus aportes.
Los detalles de cada uno de estos factores que incidirán en las tarifas del servicio de gas fueron debatidos ayer en una audiencia pública en la que, si bien estaba en el temario analizar los pedidos de aumento de los ingresos de las transportistas y distribuidoras, el gobierno nacional sorprendió al tomar primero la palabra y anunciar un aumento que es mucho mayor que el que pedían las empresas.
Se trata del componente en gas de las facturas, denominado Punto de Inyección al Sistema de Transporte (PIST), que es en síntesis el precio en sí del gas como producto que se paga a las empresas productoras.
Este precio es de 4 dólares por millón de BTU pero por el efecto de la devaluación y la falta de actualización en lo que se paga, ningún usuario paga actualmente ese precio completo.
El secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, explicó que de momento el valor actual que se paga en promedio en el servicio domiciliario es de 0,7 dólares. Y la decisión del gobierno es llevarlo a los 4 dólares, en tres cuotas iguales a aplicarse en febrero, marzo y abril.
El dato
115 pesos el metro cúbicoEs el precio del gas que se busca abonar. Por la Zona Patagónica ese valor baja a 57,5 pesos, pero parte de una base lejana, de solo 23 pesos para el grupo N1.
“En el mes actual se está pasando 0,7 dólares, que es el 17% del valor, la diferencia es absorbida por el Estado. Solo se paga el 17,5% del PIST, el 82,5% restante lo pagan todos los ciudadanos tengan o no servicio y se traduce en menores fondos para jubilación, salud y mayores impuestos”, aseguró Rodríguez Chirillo en su presentación.
Detalló que “el traslado del PIST será gradual para la readecuación progresiva de subsidios”. Y explicó que dicho traslado se adecuará en función del precio al tipo de cambio -de 800 pesos el dólar– con un esquema que será un 33% en febrero, marzo y abril”.
Este aumento se complementa con una reformulación del actual sistema de subsidios, ya que el funcionario aseguró que “la segmentación actual se mantiene hasta el 1 de abril cuando el nuevo esquema de subsidios entra en vigor”.
El impacto en las boletas
En la región esta suba tendrá un impacto amortiguado por el beneficio de la Zona Patagónica, que es una reducción del 50% en este componente PIST, pero de todas formas será un alza marcada.
Para los usuarios del grupo que ya no percibe subsidios, el N1, este cambio implica un aumento en el total de las boletas cercano al 150% solo por el aumento del PIST. Mientras que el alza será mucho más marcada en el grupo intermedio, el que hoy tienen subsidios pero con tope (N3) que verá tan solo en este ítem un alza del 253%. Aunque sobre este punto el gobierno no fue claro en cómo incidirán en febrero y marzo los subsidios.
Pero a estos aumentos se suman además los pedidos por las transportistas y las distribuidoras. En la región, se trata de Transportadora Gas del Sur (TGS) y Camuzzi Gas del Sur.
Con variaciones entre el tipo de usuario y la ubicación, para un usuario de Neuquén del grupo sin subsidios, el aumento del transporte y la distribución tendrá un impacto del 64% en la boleta final del gas. Mientras que para los usuarios del grupo intermedio será nuevamente más marcado, del 75%.
De esta forma, el total de aumentos debatidos en la audiencia pública llegan al 214% para una familia del grupo sin subsidios y al 328% para otra del grupo intermedio.
Y esto como se mencionó se aplicará en tres cuotas, que comenzarán el mes que viene cuando se espera que se de la primera parte del PIST y el total del transporte y distribución, siendo así el salto más marcado, del 114 y el 160%, en cada ejemplo tomado.
Claro está que para los usuarios en regiones sin Zona Patagónica o Zona Fría, o bien en categorías como por ejemplo comercial, el impacto será mucho más marcado.
Rodríguez Chirillo, marcó que “las anteriores administraciones dejaron un estado en el que el sistema energético actual se encuentra altamente desinvertido, desfinanciado, ineficiente, con riesgos de desabastecimiento y con una balanza comercial deficitaria de 30.000 millones de dólares en los últimos 10 años”.
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