Científicos y autoridades sanitarias globales han advertido que es probable la llegada de una nueva pandemia en el futuro. De hecho, a fines de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) distribuyó un nuevo borrador de un documento elaborado en reacción al fracaso mundial frente a la distribución de vacunas COVID-19 con el objetivo de garantizar que los países estén mejor preparados para los próximos brotes.
En este mismo sentido, la agencia acaba de presentar el proyecto de un pasaporte sanitario inspirado en el modelo de certificación para el Sars-Cov-2 que aplicaron los países de la Unión Europea. El objetivo es “establecer un sistema global que ayudará a facilitar la movilidad global y proteger a los ciudadanos de todo el mundo de las amenazas actuales y futuras para la salud”, comunicó la OMS el lunes pasado.
El sistema estará destinado a los 80 países y territorios miembros de la OMS y comenzará a desarrollarse este mes, aunque se aplicará de manera progresiva en los meses subsiguientes con especial participación de los países de bajos y medianos ingresos.
Según el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la iniciativa es el primer paso de la Red Mundial de Certificación Sanitaria Digital que “pretende ayudar a las personas de todo el mundo a recibir servicios sanitarios de calidad de forma más rápida y eficaz".
Los detalles de la implementación y los requerimientos todavía no fueron publicados, pero la agencia advirtió que el pasaporte establecerá estándares y la validación de firmas digitales para prevenir el fraude, por lo que “la OMS no tendrá acceso a ningún dato personal subyacente, que seguiría siendo dominio exclusivo de los gobiernos”.
En paralelo, la revista científica The BMJ publicó esta semana un artículo que señala que “el daño que causó la pandemia aumentó la conciencia sobre la amenaza siempre presente de una nueva epidemia y, de hecho, la posibilidad de que se convierta en una nueva pandemia”.
De la lista de patógenos con potencial pandémico que deben priorizarse y que debe actualizarse una vez al año por un grupo de más de 300 científicos, los más preocupantes son: los coronavirus; el zika; las fiebres hemorrágicas; la influenza; y “la enfermedad X”, aquella causada por microbios como hongos o bacterias “que los expertos no esperaban, que nuestros cuerpos nunca antes habían visto y que surge rápidamente de la nada y demuestra una alta transmisibilidad y gravedad de la enfermedad”, precisó The BMJ.
“La pandemia ha cambiado permanentemente el mundo [...] Necesitamos estar preparados para responder al próximo patógeno que presente este nivel de amenaza, uno que podría ser más letal que el covid-19, y evitar que destruya nuestras vidas”, escribió en Financial Times la semana pasada Mariana Mazzucato, presidenta del Consejo de la Organización Mundial de la Salud sobre la Economía de la Salud para Todos.