Según un sondeo de la Agencia para Refugiados de la ONU, en Grecia, casi la mitad de la población cree que los refugiados en ese país es tres veces más grande que la cifra verdadera. En otras palabras: piensan que hay 200 mil, cuando en realidad hay 60 mil.
Lo mismo ocurre en Italia. Según la misma Agencia, en 2014, el 36% de los italianos pensaba que la cantidad de extranjeros en el país alcanzaba los 20 millones, es decir, un tercio de la población, mientras que la cifra real es de 8,3%. De estos, más de la mitad viene de la misma Unión Europea.
Aunque muchos italianos calculan que la cifra de refugiados se encuentra entre 200 mil y 900 mil, para fines de 2016 el número de personas a quienes Italia había otorgado formalmente el carácter de refugiado era de 131.000. Esto representa el 0.2% de una población total de 60 millones.
Existe un error similar de percepción relacionado con los musulmanes. En diciembre de 2017 la revista Business Insider mostró que aunque la gente estima que el 15% de la población italiana es musulmana, la cifra real se ubica alrededor del 3%.
Los 131 mil refugiados que viven en Italia no llenarían ni la mitad del Circo Massimo en Roma. Ni tampoco la Piazza San Giovanni. Dos de los estadios más grandes de Italia –el San Siro, en Milán, y el Estadio Olímpico de Roma- alcanzarían para albergar a todos los refugiados en Italia y hacerles ver, con comodidad, dos partidos de fútbol.
Estos números, en palabras de la Agencia para Refugiados de la ONU, muestran que “a pesar de la condición de frontera casi única al sur de la Unión Europea, Italia tiene un porcentaje muy contenido de refugiados en su propio territorio. Un porcentaje que un conjunto de buenas políticas de acogida e integración pueden convertir, sin dificultad, de presunto problema en un recurso favorable.”