La oxitocina es conocida popularmente como la "hormona del amor". Tal como te contamos en esta nota, es una de las cuatro hormonas de la felicidad; es famosa por su rol en los vínculos entre madre e hijo y en los vínculos románticos. Abrazar, besar, tener sexo, sostener la mirada e incluso meditar son algunas de las actividades que pueden estimular su activación.
¿Para qué investigar más sobre esta hormona?
Más allá de ser una fuente de felicidad química para nuestro día a día, un equipo de científicos de la Universidad de Ciencias de Tokio, dirigido por los profesores Akiyoshi Saitoh y Junpei Takahashi, se propuso investigar su rol en la formación y retención de recuerdos en nuestro cerebro. Ya era sabido que esta hormona tenía influencia en diversas funciones cognitivas, como el aprendizaje y la memoria, y este último estudio (publicado en la revista Plos One) estuvo motivado por investigaciones anteriores que destacaban su potencial para tratar la demencia y el Alzheimer.
¿Cuál es su vínculo con la memoria?
Dada la implicación de la hormona en la memoria social, los investigadores se propusieron averiguar si la oxitocina endógena ―la que se produce en el organismo― contribuye a aspectos no sociales de la memoria, como el reconocimiento de objetos nuevos en el entorno, y de qué manera.
"Para investigarlo más a fondo, en este estudio examinamos el papel de la oxitocina endógena en la función cognitiva del ratón", contó Saitoh.
¿En qué consistió el estudio?
Para examinar los efectos de la oxitocina en la memoria, los investigadores emplearon un sofisticado método quimiogenético que permite activar selectivamente neuronas productoras de oxitocina en el hipotálamo de ratones. Este método permitió controlar con precisión la actividad de estas neuronas, proporcionando una imagen clara de cómo influye la oxitocina endógena en la función cognitiva.
En el estudio incluyeron a 51 ratones macho, modificados específicamente para permitir la activación selectiva de las neuronas de oxitocina. Los ratones se sometieron a una serie de pruebas de comportamiento, como la Tarea de Reconocimiento de Objetos Novedosos (NORT) y la prueba del laberinto en Y, para evaluar su capacidad de memoria. Al comparar el comportamiento de los ratones con neuronas de oxitocina activadas con el de los que tenían una actividad neuronal normal, los investigadores pudieron discernir la contribución específica de la oxitocina a los procesos de memoria.
¿Cuáles fueron los hallazgos?
La activación de las neuronas de oxitocina no afectó a la memoria espacial a corto plazo (como demostraron algunas pruebas de los ratones en laberintos). Sin embargo, mejoró significativamente la memoria de reconocimiento de objetos a largo plazo. Esta mejora se relacionó con un aumento de la actividad en dos regiones del hipocampo (el núcleo supramamilar y en el giro dentado), zonas del cerebro que se sabe que intervienen en la formación y recuperación de la memoria.
"Existe la creencia generalizada de que la demencia tiende a avanzar más rápidamente en entornos en los que los individuos experimentan soledad o un compromiso social limitado. Sin embargo, los fundamentos científicos de este fenómeno eran en gran medida imprecisos. Nuestra investigación trata de dilucidar el papel crucial de un entorno estimulante que active la oxitocina en el cerebro, mitigando potencialmente la progresión de la demencia", señaló el neurocientífico Saitoh.