La historia de la primera selección de fútbol de talla baja del mundo: la Argentina- RED/ACCIÓN

La historia de la primera selección de fútbol de talla baja del mundo: la Argentina

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Miden todos menos de 1.40 metros. Motivaron a que jugadores en otros países formen sus propios equipos y organizaron la primera Copa América de Talla Baja, que se juega esta semana en Buenos Aires. Cuáles son sus logros y mayores desafíos.

La historia de la primera selección de fútbol de talla baja del mundo: la Argentina

Foto: Lucía Wei He

Miden todos menos de 1.40 metros. Motivaron a que jugadores en otros países formen sus propios equipos y organizaron la primera Copa América de Talla Baja, que se juega esta semana en Buenos Aires. Cuáles son sus logros y mayores desafíos.

Como muchos argentinos, la pasión de Diego Serpentini siempre fue el fútbol. Desde que tiene memoria juega a la pelota con sus dos hermanos, y a los 5 años empezó a entrenar en el Club Everton de La Plata.

“Al principio mi papá tenía miedo de llevarme a un club por si me lastimaban o algo”, dice Diego –o Dieguito— entre risas. “Pero en el club me trataban como a un par, no me veían de otra forma. Terminé jugando con gente de 20 o 30 años, siempre de la mañana a la noche, sin parar”.

Diego mide 1.05 metros, tiene 16 años, y es una de las millones de personas con talla baja alrededor del mundo, una condición genética que afecta el crecimiento de los huesos y limita la altura de las personas a un promedio de 1.40 metros.

Pero a Diego no lo define su discapacidad. Lo definen su gambeta, sus goles, y su habilidad para jugar en equipo. En la cancha, y por fuera, Diego es una de las estrellas de la Selección Argentina de Talla Baja.

Diego Talla Baja
Foto: Lucía Wei He

La Selección Argentina de Talla Baja es la primera de su tipo en el mundo y comenzó a las orillas del Río Paraná, en Corrientes.

“Un día empecé a practicar en canchas de fútbol 5 con mis amigos y me dí cuenta de que, al ser canchas reducidas, no habían tantas desventajas con los jugadores de talla convencional”, cuenta Facundo Rojas, capitán de la selección. “Fue ahí que con un grupo de amigos de talla baja tuvimos la idea de juntar chicos de nuestra misma condición para jugar al fútbol”.

Rojas, quien anteriormente había debutado y jugado en la primera división de fútbol convencional de su Corrientes natal, organizó el primer partido de fútbol de talla baja en el país en el 2012.

“Empezamos a invitar a chicos a que vengan a entrenar y a organizar partidos. En el primero éramos solo 8 jugadores. Quizás no tenían buen juego todos, pero tenían toda la garra, todo el entusiasmo, y eso hacía que sea muy lindo”, cuenta Rojas.

Hoy, seis años más tarde, la Asociación Civil Talla Baja de Argentina (la organización que representa a la selección) cuenta con más de 60 miembros en todo el país, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego. En 2017, la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) les entregó al equipo camisetas y uniformes oficiales. Y el pasado 25 de octubre, en el Día Mundial de las Personas con Talla Baja, la selección argentina recibió en Buenos Aires a 9 equipos latinoamericanos y una selección invitada -la de Marruecos- para un evento histórico: la primera Copa América Talla Baja.

“De chico pensás que algún día va a llegar, que vas a poder jugar en la Copa América, pero después van pasando los años y te empezás a dar cuenta de que no lo vas a lograr por tu estatura y por el estigma de la sociedad”, dice Ángel Lelpo, uno de los jugadores de la selección. “Jugar en esta copa es un sueño hecho realidad”, concluye.

Facundo Rojas, capitan de la Selección Argentina de Talla Baja.
Facundo Rojas, capitán de la Selección Argentina de Talla Baja. Foto: Lucía Wei He

Más allá del fútbol

Es jueves a la mañana y Luis, de 7 años, espera ansioso en las gradas del Estadio Multideportivo Ferro, en el barrio porteño de Caballito. Luis nació con acondroplasia, una condición genética que es la principal causante de talla baja. Es la primera vez que va a ver jugar en vivo a esta Selección. Su ídolo, como el de muchos otros en las gradas, es Dieguito.

“Desde que nos enteramos por Facebook que existía el equipo, siempre quisimos venir a ver un partido”, cuenta Hernán, el padre de Luis. “En el barrio él es el único con acondroplasia, y me parece importante que venga acá, que vea que hay otros chicos con su misma talla, que es algo normal. Y que si el día de mañana le interesa, puede hasta llegar a ser parte de la selección de fútbol”.

Más allá de poder jugar entre pares, llegar a chicos como Luis es el principal objetivo de la Selección Argentina de Talla Baja.

“Nuestro puntapié inicial para entrar en la sociedad es el fútbol, pero lo que buscamos es generar respeto, conciencia, y un ámbito de fraternidad entre todas las personas de talla baja”, dice Rojas. “Somos de las personas con discapacidad más discriminadas a nivel mundial, y para luchar contra eso usamos el fútbol, este deporte que une pasiones, en el que pasan muchas cosas lindas”.

Según Rojas y sus compañeros, la discriminación hacia personas de talla baja ha disminuido en los últimos años. “Ya no nos dicen más enanos, no nos dicen que somos el cantante de Los Grosos”, dice Martín Bagorria, otro de los jugadores.

Sin embargo, todavía existen importantes desafíos a nivel estructural. La mayoría de los miembros de la selección no tienen trabajo. Y los que sí tienen, generalmente consiguen solo contratos temporarios. Bagorria, por ejemplo, actúa en una obra de teatro en Carlos Paz en temporada alta, y se mantiene el resto del año con lo que gana en esos tres meses.

“Es muy difícil conseguir trabajo por nuestra estatura, entregamos curriculums y nos los cajonean”, dice Bagorria. “Vemos que en otros países generalmente hay más oportunidades, que la gente de talla baja puede ser policía, o hasta trabajar en el gobierno. Es por eso que para nosotros es tan importante esta selección. Es como una vidriera, que ojalá nos permita generar otros cambios”.

Talla baja 3
Foto: Lucía Wei He

Otros de los desafíos más grandes para la selección es el financiamiento. A pesar de contar con el reciente apoyo de la AFA, son los mismos jugadores los que cubren la mayoría de los costos operativos de la selección (los viajes, el alojamiento, la indumentaria).

“Invertimos mucho dinero y tiempo para lograr esto, con poco apoyo de las instituciones”, dice Rojas. El año pasado, para viajar a Brasil y jugar un partido contra el equipo carioca de talla baja, los jugadores vendieron rifas y organizaron varios eventos.

Sin embargo, el interés que ha generado la Copa América Talla Baja les da esperanzas de que esto solo sea el comienzo en la Argentina y en el mundo.

“Hay muchos países que quieren venir a jugar un mundial, y si esto sale bien, creemos que vamos a poder lograr un poco más de reconocimiento de algunas instituciones, de algunas empresas, para poder hacerlo de una mejor forma”, dice Rojas.

Mientras tanto, la esperanza de poder inspirar a chicos como Luis motiva al equipo a seguir en la cancha.

“Cada uno de nosotros es un ejemplo de superación”, dice Diego mientras hace jueguitos con la pelota. “Con este equipo demostramos que todos podemos, que a pesar de tener diferentes capacidades, no tenemos límites”.